2017 se caracterizó por una mayor sincronización entre países, pero en los últimos trimestres de 2018 se observan divergencias de crecimiento, especialmente entre las economías desarrolladas. Pese a esas divergencias que están caracterizando este año, Bank Degroof Petercam considera que el mercado presenta oportunidades y que sigue habiendo crecimientos clave, de hecho estima que el crecimiento global se mantiene en tasas elevadas, por encima de su potencial, estimado en el 3,7% anual.
En opinión de la gestora, este crecimiento de la economía global puede verse reducido por el proteccionismo, uno de los riesgos fundamentales que identifica la firma. “Esta amenaza, liderada por Trump desde principios de año y que empezó centrándose en China, se ha generalizado. El 1 de junio se empezaron a aplicar aranceles sobre el acero y aluminio de los países del NAFTA y la UE, que han respondido con represalias de igual magnitud. El riesgo de una guerra comercial seguirá al alza en los próximos meses”, advierte.
A esta tendencia hacia el proteccionismo se suma un cambio de rumbo en las políticas monetarias de los bancos centrales que los mercados y los inversores también tendrán que digerir. De forma paulatina, los bancos centrales irán endureciendo su mensaje, aunque mayor atención se centra en el BCE, que finalizará sus compras de activos este año. La volatilidad y el menor apoyo del BCE provocarán que las primas de riesgo en los países periféricos se mantengan en niveles más altos que a comienzos de 2018.
Con este contexto de fondo, la renta fija sigue siendo uno de los activos menos atractivos y sobre el que más rendimiento cuesta ofrecer. “La caída de los intereses de la deuda soberana en la zona euro (negativos en países core) y el probable repunte de los tipos por parte del BCE restan atractivo de inversión en este tipo de activo. Solo Italia ofrece rentabilidades atractivas, pero con volatilidad”, señala la gestora a la hora de valorar las oportunidades que presenta la renga fija.
En cambio, la entidad considera que la renta fija corporativa investment grade en dólares y los Treasury empiezan a ser interesantes, pero asumiendo el riesgo divisa. Argumenta que el repunte de los spreads de la renta fija high yield ha aumentado su atractivo, pero es importante ser muy selectivos, invertir en duraciones cortas y asumir una alta volatilidad.
“Mantenemos la recomendación en las emisiones de los bonos de países emergentes emitidos en divisa local, que, además de ofrecer una rentabilidad muy superior al resto de activos de renta fija, aún tienen potencial de revalorización tanto por precio como por la evolución de las divisas. Ante un repunte generalizado de la inflación, en especial en Estados Unidos, somos positivos, con un horizonte a medio plazo, en bonos ligados a la inflación”, afirma.