Según un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) , en los últimos dos años el sector fintech en Costa Rica creció cerca de 400%, aunque todavía se encuentra muy atrás de ecosistemas más maduros en otros países de la región. Hay condiciones favorables para su expansión, pero el financiamiento y la regulación son algunos de los elementos a potenciar. ¿Qué hace falta para que el país se convierta en próximo laboratorio fintech de la región, en el que los emprendimientos prueben y ajusten sus soluciones?
La tecnología ha sido clave para el desarrollo del sector financiero en América Latina y el Caribe (ALC) y en los últimos años está provocando una verdadera revolución, gracias al surgimiento de startups que están creando soluciones financieras digitales innovadoras y centradas alrededor de las necesidades de los ciudadanos. Estas compañías son mejor conocidas como fintechs.
En Costa Rica, el ecosistema Fintech está todavía en un estado inicial de desarrollo con un número reducido de startups y limitada penetración en los mercados financieros. Sin embargo, esa realidad está pronta a cambiar pues en los últimos 2 años la cantidad de empresasde este sector en el país creció 400% y la tasa de supervivencia fue del 100%. Es previsible que esta tendencia siga acentuándose en los años venideros debido a que Costa Rica cuenta con varias condiciones favorables para su expansión.
Para empezar, los emprendedores costarricenses han mostrado ser creativos y resilientes, capaces de adaptar sus modelos de negocio ante las oportunidades y las restricciones del mercado. Igualmente, la relevancia de la tecnología en la vida del costarricense está por encima del promedio de ALC y es un factor fundamental para impulsar este sector.
En el último año, 60% de los adultos hizo o recibió pagos a través de un dispositivo móvil cuando en ALC fue 45%. El 18% accedió a una cuenta bancaria a través de un dispositivo móvil, mientras que en la región fue 11%. Además del liderazgo en la penetración móvil, el país se ubica en una posición privilegiada en los rankings de innovación global, y con capacidad para formar, atraer y retener talento humano, convirtiéndolo en terreno fértil para el surgimiento de este tipo de empresas.
Estudio Fintech en Costa Rica
Los datos mencionados se incluyen en un reciente estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista: Fintech en Costa Rica: Hacia una evolución de los servicios financieros, el cual brinda un panorama del ecosistema fintech e invita a aprovechar las cualidades del país para convertirse en un referente de esta naciente industria en la región y que puede ser un factor fundamental para mejorar la competitividad y la calidad de vida de sus ciudadanos.
La falta de acceso a servicios financieros y el escaso apoyo al emprendimiento constan como los principales obstáculos que afectan a los empresarios costarricenses. Entre los desafíos más importantes destaca el margen de intermediación financiera que es el más alto de ALC y que se traduce en elevados costos para los sujetos de crédito.
Adicionalmente, existen asimetrías de información en el mercado financiero que dificultan el acceso al crédito y retos para generar proyectos bancables. Finalmente, existe una limitada presencia de incubadoras y aceleradoras, y una baja oferta de capital de riesgo. En el propio sector de la fintech, por ejemplo, solamente el 10% de estas empresas acceden a inversionistas ángeles mientras que en ALC, es más del 50%.
La industria fintech puede aportar a cerrar estas brechas de financiamiento, enfrentar algunos de estos retos y contribuir a democratizar el acceso a servicios financieros para los costarricenses. Para ello, deberá contar con un marco legal y regulatorio que contribuya a la innovación y el desarrollo de este sector, a la vez que conserve la solidez y confiabilidad de los mercados financieros.
Regulación fintech
En términos de regulación, los países que han alcanzado el desarrollo de esta industria y hoy se posicionan como líderes a nivel mundial, como Singapur y Reino Unido, y aquellos más cercanos, como México o Colombia, han fortalecido este ecosistema focalizándose en una regulación acorde con la era tecnológica que vivimos.
Es esencial lograr una regulación global que considere a la internacionalización como el estado de madurez de una Fintech, promoviendo conceptos de experimentación regulatoria como los sandbox pero que a su vez no menoscabe ni limite el potencial de esta industria.
Costa Rica puede ser el próximo laboratorio Fintech en ALC en el que emprendimientos de la región prueben y ajusten sus soluciones. Esto requerirá de políticas públicas que articulen los esfuerzos de todos los actores (reguladores, programas de apoyo, inversionistas, sector financiero, etc.) hacia un objetivo común. Por su parte, las Fintech ticas deberán desarrollar soluciones que respondan a desafíos globales para que puedan internacionalizarse en mercados más amplios.
En suma, nuestra vida financiera está cambiando aceleradamente y no parece que pueda dar marcha atrás. La correcta combinación de regulación, apoyo e innovación asegurará que este cambio sea en beneficio de la inclusión financiera no solo en Costa Rica sino en toda la región.