Al inversor, como al resto del mercado, le ha pillado por sorpresa el recorte de tipos que anunció la semana pasada la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Esta semana tiene la vista puesta en Europa, donde mañana se reúne el Banco Central Europeo (BCE) que dará a conocer sus medidas mañana durante la tradicional rueda de prensa. Pero mientras, ¿qué deben tener en cuenta los inversores?
En opinión de Yves Bonzon, CIO del banco privado Julius Baer, “los mercados han acumulado una importante prima de riesgo en el espacio de unos pocos días ante las incertidumbres que esta crisis está provocando. Si bien el fenómeno de una caída vertical desde un máximo histórico es una nueva paradoja para los mercados de valores, el proceso de estabilización parece seguir las pautas históricas”.
Algo que hace pensar a Bonzon que el episodio del coronavirus seguramente se recordará como “corona crash”. Con este contexto de fondo y hasta que llegue esa “estabilización” con “pautas históricas”. El CIO de Julius Baer señala 12 puntos clave que el inversor debe de tener en cuenta:
- El coronavirus es un shock externo. Para Bonzon, el caso de este virus es algo particular y el impacto en la economía puede compararse con un “ataque al corazón”. Es decir, “es un choque repentino que lleva a una abrupta contracción de la actividad económica”, explica.
- La percepción puede empeorar antes de mejorar. “Los mercados están poniendo cada vez más precio a la posibilidad de un escenario más grave con la epidemia propagándose por todo el mundo”, advierte.
- Vuelve el riesgo de cola. En su opinión, una propagación incontrolable de la pandemia acompañada de “drásticas medidas de contención sanitaria” podría causar una mella más profunda en el crecimiento, aplazando la recuperación a la segunda mitad del año.
- Cuidado con la liquidez. Pensando en las pequeñas y medianas empresas (pymes), Bonzon recuerda que, las tensiones de liquidez a las que se enfrentan, “podrían desencadenar una nueva disminución de la velocidad del dinero, intensificando las presiones deflacionistas mundiales”.
- Los inversores están volando a ciegas. Según su análisis, los inversores están perdiendo de vista los fundamentales, lo que se está traduciendo en un aumento de las primas riesgo y lo que implica mayores rendimientos futuros.
- No existe una solución rápida y fácil. En su opinión, “el estímulo fiscal tendrá una tracción limitada a corto plazo”.
- Postura complaciente. Dejando a un lado los estímulos fiscales, advierte que los estímulos monetarios pueden ayudar a estabilizar los precios de los activos a corto plazo.
- Estímulos a la vista. Dado este contexto de complacencia por parte los responsables políticos a nivel global, considera que es de esperar una economía mundial más fuerte dentro de 9 a 12 meses, gracias a esos estímulos.
- Datos distorsionados. Según defiende, otro de los aspectos que debe tener en cuenta el inversor es que tanto los datos macro como micros se “distorsionarán” ante todo este contexto.
- Tendencia hacia políticas macro no ortodoxas. Para Bonzon, cada vez más, se están usando política poco ortodoxas: “Hong Kong dio el primer paso con donaciones directas en efectivo a sus residentes y el uso de impuestos negativos como instrumento de política ha comenzado”.
- Activos de riesgo. En este contexto, apunta que la entidad “sigue siendo fundamentalmente constructivo en los activos de riesgo”. Y explica que movimientos actuales del mercado “reflejan cambios en las valoraciones, no en los valores”.
- El mercado alcista. Por último sostiene que la liquidez sigue siendo de apoyo y los fundamentos siguen siendo fuertes, por lo que es de esperar que “el mercado alcista no ha terminado”.