Las últimas estadísticas señalan que, a nivel global, el coronavirus habría contagiado a más de 10.000 personas, reportándose ya cerca de 220 personas fallecidas.
Asimismo, se han informado de casos fuera de China, llevando a la Organización Mundial de Comercio a declarar una emergencia global. Hasta el momento es relativamente poco claro si el virus continuará evolucionando o si la situación estará prontamente bajo control.
Lo anterior ha generado una importante presión sobre los activos de renta variable, la que podría mantenerse en la medida que la evolución de la enfermedad no sea contenida. Sin embargo, y de acuerdo con Robert Horrocks y Andy Rothman, respectivamente el CIO y el estratega de inversiones de Matthews Asia, quienes vivían en Shanghai durante el brote de SARS (síndrome respiratorio agudo severo que fue responsable de más de 774 muertes en todo el mundo):«Si bien no subestimamos la posible gravedad del brote, y es posible que el número de casos aumente en el corto plazo, la respuesta y la transparencia mostradas por las autoridades chinas nos alientan». En su opinión, si se verán más casos en el corto plazo, así como ausentismo laboral, pero «todo eso juega en los titulares y, en consecuencia, el impacto en los precios de las acciones es exagerado».
Horrocks cree que es probable que la crisis aumente, en términos de casos, en marzo o abril, pero «según tengo entendido, cuanto más virulento es el virus, más rápido se apaga». Para poner esos números en contexto, el centro de control de enfermedades estadounidense estima que hasta ahora durante la temporada de influenza 2019-2020, ha habido al menos 15 millones de contagiados, con 140.000 hospitalizaciones y 8.200 muertes por gripe.
El directivo también alerta sobre el hecho de que algunos trabajadores estarán fuera por enfermedad y otros sucumbirán a la enfermedad. «Sin embargo, como fue el caso con el SARS, más allá del efecto en un cuarto o dos de las ganancias para algunas empresas, los efectos generales serán difíciles, si no imposibles, de detectar en los datos… Solo puedo decir que mi experiencia, cuando viví el SARS de primera mano, me dice que coma bien, que me mantenga activo y, lo que es más importante, que mantenga la calma». En su opinión, el impacto del SARS en el PIB de China es difícil de encontrar y si buscas el impacto en los mercados bursátiles, fue breve.
Por su parte, para Rothman, «después del tropiezo inicial, el gobierno central ha tomado medidas firmes, incluida la cuarentena en varias ciudades importantes, en un esfuerzo por reducir la transmisión de enfermedades y demostrar resolución… También vale la pena señalar que las epidemias pasadas, así como las consecuencias de un gran terremoto, llevaron al gobierno chino a aumentar el gasto en infraestructura de salud pública, lo que debería facilitar la gestión del brote de Wuhan».
Los especialistas de Matthews Asia revisaron el impacto económico del brote de SARS 2002/03 y la epidemia de gripe aviar 2005/06, y descubrieron que si bien hubo un impacto económico significativo a corto plazo, ese impacto se desvaneció rápidamente. Tampoco hubo mucho impacto en el mercado de valores de Shanghai.
«Si el coronavirus de Wuhan puede controlarse en un plazo similar al domado por el SARS, espero que el impacto económico negativo sea modesto en el transcurso de todo el año», conluye Rothman.