Durante el primer trimestre del año, los bonos convertibles fueron uno de los activos más atractivos, sobre todo después de verse los primeros indicios de la vuelta de la volatilidad al mercado. En este segundo trimestre del año, este tipo de activo han seguido gustando a los inversores.
Tal y como explica Arnaud Brillois, director y gestor de convertibles de larga duración de Lazard Asset Management, la principal ventaja que presenta este activo es que permite invertir en acciones atractivas y volátiles limitando los riesgos.
“Cuanto mayor es la volatilidad de la acción subyacente, mayor es el valor del bono convertible. Además, debido a su principal virtud, la convexidad, los bonos convertibles aumentan su exposición a renta variable con una subida del subyacente, y disminuyen la exposición a bolsa con la caída del subyacente”, afirma Brillois.
Sin duda, la vuelta de la volatilidad y la certeza del inversión de que ésta ha venido para quedarse, impulsa la popularidad de este activo de renta fija. Según RWC Partners, “el mercado ha estado valorando un nivel de volatilidad que es demasiado bajo para el nivel actual que marcan las valoraciones de las acciones y el punto en el ciclo económico”.
Por último, Brillois señala como otra característica positiva de este activo que tienen una vida media corta de 2,5 años y, en consecuencia, “queda limitado el impacto del aumento de los tipos de interés”.
Más emisiones
Los convertibles se encuentran entre las muy pocas clases de activos que ofrecen una exposición positiva a niveles de volatilidad crecientes. Según señalan desde RWC Partners esto ha provocado también que hayan aumentado las emisiones dentro del mercado de bonos convertibles.
“Este aumento en la emisión es una tendencia ahora y se espera que continúe a medida que las tasas aumenten más, habiendo sido enero de 2018 testigo de un espectacular incremento del 120%, en comparación con el mismo período del año anterior”, matiza.