Lejos de los titulares y los ecos de incertidumbre política en Perú, una de las principales casas de inversión de la región andina tiene la mira puesta en la plaza bursátil limeña. Y es que el equipo de estudios de Credicorp Capital en el país augura que, a medida que las turbulencias se despejen, la bolsa local está perfilada para un 2022 exitoso.
Eso sí, considerando la expectativa de cierta desaceleración en la economía, la recomendación va por el lado de los sectores más resilientes, consumo y electricidad, sumado a una posición en la industria minera, para captar la subida de precios en el mundo de los commodities.
Según indicaron a través de un informe, el benchmark Índice General S&P/BVL presenta uno de los retornos potenciales entre las ruedas de la región, considerando su nivel de descuento respecto del ratio precio/utilidad proyectada a un año comparado con su media de tres años.
“La convergencia a la media puede tomar un tiempo distinto en cada mercado, lo que dependerá de la visibilidad sobre sus fundamentos. En Perú, en la medida que las empresas sigan reportando buenos resultados, en línea con nuestras proyecciones, podríamos ver una recuperación progresiva en los siguientes meses”, señaló el Head of Equity Research de la firma, Miguel Leiva Torres.
En esa línea, la firma asegura que el Índice General S&P/BVL podría rentar alrededor de 29% este año, especialmente si se ve una reducción del “ruido político” y se desvanece la presión de más retiros de fondos previsionales, una de las piezas clave del mercado de capitales peruano.
Eso sí, desde la compañía andina advierten que la bolsa peruana también es la que presenta mayor volatilidad, por lo que es necesario que los inversionistas sean selectivos.
Sectores resilientes
El rubro del retail tiene una buena proyección para este año, según explicó Leiva en su presentación. Esto, indicó, porque se ve apoyado por una recuperación en la economía, menores restricciones de movilidad y medidas de estímulo económico.
En este rubro, su título preferido es InRetail, por su nivel de diversificación de negocios –con operaciones de supermercado, centros comerciales y farmacias– y un alto potencial de crecimiento, sumado a resultados financieros resilientes y un historial favorable de adquisiciones.
En el mundo eléctrico, el encanto viene por el lado de las ganancias relativamente estables y niveles de dividendo atractivos. Eso sí, Leiva también señala que es un sector con una agenda regulatoria digna de monitorear, con iniciativas de masificación del gas, subsidios cruzados y revisión periódica de tarifas eléctricas en distribución.
En este rubro, la carta preferida de Credicorp Capital es Enel Generación Perú, citando un margen neto atractivo –sobre 25%–, una buena generación de caja y un alto rendimiento de dividendos y devolución de capital.
Boom minero y construcción
En el mundo minero, el atractivo viene por el lado de los altos precios que han alcanzado los metales, en pleno rally de materias primas. Aunque no está exento de riesgos, considerando la desaceleración de la economía mundial, el precio del cobre está soportado por la demanda ligada a nuevas iniciativas de energías renovables y una cartera de proyectos reducida, producto de mayores requisitos ambientales, sociales e impositivos.
Dos acciones de este espacio le llaman la atención a Credicorp: Cerro Verde, que extrae cobre y molibdeno, y Minsur, que produce estaño y oro además del metal rojo.
En el caso de la primera, la firma andina proyecta un crecimiento de Ebitda de 6% para 2022, y un margen Ebitda que se mantendría por encima de 57% hasta 2024, con un retorno por dividendos de 10,1% para este año y 11,9% para el próximo.
En Minsur, el atractivo viene de las auspiciosas proyecciones de producción de cobre para 2022 y 2023, lo que supondría un crecimiento de 30% para el resultado operacional este año. En esa línea, anticipan que el Ebitda se mantenga sobre 65% hasta 2025, y un dividend yield de 6,6% para este año y 8,6% para el próximo.
Un sector donde Leiva ve una oportunidad puntual es construcción, donde las empresas cementeras mantendrían sus buenos resultados operacionales y esperan que se normalice la autoconstrucción, aunque mirando con atención la dinámica de la inversión pública.
A nivel de nombre, aquí prefieren Unacem, citando una diversificación geográfica –con operaciones en Perú, Estados Unidos, Ecuador, Chile y Colombia–, su capacidad disponible de clínker y una buena generación de caja.