Julius Baer ha publicado la tercera edición de su informe Global Wealth and Lifestyle, centrado en una canasta de bienes y servicios de consumo que refleja los patrones de gasto de los individuos con un patrimonio elevado. Tras analizar la evolución de los precios de esta canasta en 24 ciudades de todo el mundo, el documento concluye que, en 2022, Asia sigue siendo la región más cara, mientras que América es cada vez más accesible en términos relativos.
El Julius Baer Lifestyle Index realiza un seguimiento de los precios y del comportamiento de los consumidores en todo el mundo para medir la inflación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del estilo de vida de los individuos con un patrimonio elevado (HNWI, por sus siglas en inglés) en ciudades de todo el mundo. Según explica la entidad, con ayuda del índice, los inversores pueden estimar la rentabilidad que debe tener su cartera para conservar o incluso aumentar su poder adquisitivo.
En este sentido, el ranking está dominado por Bangkok, Hong Kong y Yakarta, seguidas por Manila, Bombay, Shanghai y Singapur. El documento refleja que Asia es la región más cara para comprar un automóvil, que es el artículo más caro de la canasta. Shanghái sigue siendo la ciudad más cara del índice, con cuatro artículos situados en lo más alto y con el mayor incremento en el promedio ponderado de los precios (30 %). Taipéi (3.o puesto) subió en la clasificación, sobre todo debido a los precios de los zapatos, las bicicletas y el vino. Aunque Asia sigue siendo la región más cara en general, Tokio (8.o puesto) es también la ciudad que más ha bajado (antes era la 2.a), impulsada por 13 artículos de menor precio que el año anterior y una depreciación media del yen japonés de -8,8%.
América sigue siendo la región más accesible para vivir bien. Los automóviles y los inmuebles residenciales son mucho menos caros en comparación con otras regiones. La mayor subida en América fue Sao Paolo (pasó del 21.o puesto al 12.o), que experimentó un aumento de los precios del 27%, impulsado en gran medida por la inflación récord, los altos aranceles de importación y los impuestos. Nueva York tiene seis de los artículos más caros y las propiedades residenciales allí son un 119% más caras que la media regional. Por otro lado, Ciudad de México tiene las propiedades residenciales menos caras: son un 72% más baratas que la media regional.
La pandemia del COVID-19, el aumento de la inflación y la mayor tensión geopolítica han dado lugar a un marcado aumento de los precios en general, pero especialmente en Europa, donde el sector turístico se vio fuertemente afectado. Mientras que los vuelos en Europa son, en general, más caros que en otras regiones, las suites de los hoteles son casi el doble de caras que en Asia. Un ejemplo de ello es Londres (que pasó del 8.o puesto al 2.o), donde los precios de las suites de hotel son un 162% más altos que la media mundial. Además de las suites de hotel, otros tres artículos de la canasta de este año son más caros en Londres que en ninguna otra ciudad.
Por último, destaca que Johannesburgo perdió su posición relativa como lugar más asequible para vivir bien en el índice de 2022, a pesar de que cinco artículos muestran precios más bajos que el año pasado. La única ciudad africana representada en la clasificación perdió este título en favor de Bombay, donde las propiedades residenciales son casi un 60% más baratas que la media mundial.
Inflación y precios
Los efectos duraderos de la pandemia, que sigue siendo una crisis en algunos países, combinados con un conjunto de condiciones macroeconómicas desafiantes e interrupciones en las cadenas de suministro, han provocado subidas de precios en el 75% de los bienes y el 63% de los servicios del índice Julius Baer Lifestyle Index. En este sentido, el promedio ponderado de los precios marcó un aumento del 7,46% en el último año, frente a un incremento de apenas el 1,05% en la edición anterior del informe. Las cadenas de suministro, ya tensionadas por la pandemia, se vieron sometidas a una mayor presión por la guerra en Ucrania, lo que provocó un aumento de los precios de las materias primas y escasez en las principales industrias de consumo.
La inflación va en aumento en todo el mundo y afecta al poder adquisitivo de los consumidores en todas partes. En consonancia con las tendencias observadas el año pasado, se prestó mayor atención al lugar donde se encuentran los HNWI: la estabilidad, la seguridad y el costo de la vida se han convertido en factores decisivos. Además, los HNWI muestran un mayor deseo de hacer más con su riqueza: no se limitan a comprar sino que buscan tener un impacto positivo en la sociedad. Las consideraciones de sostenibilidad, ESG y filantropía siguen creciendo en importancia, según indica el índice.
Hábitos de consumo
Por primera vez, el informe incluye también una Lifestyle Survey que pregunta a los HNWI de todo el mundo sobre sus hábitos de consumo, gasto e inversión. Los resultados permiten comprender en mayor detalle las tendencias de estilo de vida identificadas por el índice y las conclusiones se complementan con apreciaciones personales.
“La actual incertidumbre mundial, provocada primero por la pandemia y agravada ahora por las tensiones geopolíticas, así como el aumento de la inflación, no ha hecho más que agudizar la necesidad de que los inversores protejan su poder adquisitivo y, a largo plazo, planifiquen activamente la conservación de su patrimonio”, afirma Nicolas de Skowronski, jefe de Soluciones de Wealth Management y miembro del Consejo Ejecutivo de Julius Baer.
“Nuestro Lifestyle Index es un indicador importante de las tasas de inflación personales de los HNWI. Estas se basan en el lugar donde viven, los productos y servicios que compran e incluso sus intereses personales. Si se combina con una estrategia sólida de wealth management, el índice puede ayudar a frenar esta erosión y a preservar e incluso aumentar el patrimonio en las condiciones actuales”, subraya Christian Gattiker, director de Investigación de Julius Baer.
Principales tendencias
El Julius Baer Lifestyle Survey de los HNWI revela diferencias regionales en cuanto al optimismo de los encuestados sobre su futuro personal, profesional y financiero. La encuesta indica una fuerte intención de volver a gastar en actividades de ocio y viajes, pero también una mayor atención a las áreas que podrían permitirles a ellos y a sus hijos planificar en los próximos años, como el seguro médico, el bienestar y la educación.
Otra tendencia es cómo los HNWI alinean cada vez más sus decisiones financieras y de inversión con sus valores personales. En todas las regiones, la mayoría de los encuestados identifican la sostenibilidad como una consideración muy importante o extremadamente importante. En general, los HNWI quieren promover la sostenibilidad a través de sus inversiones, por lo que las consideraciones de medioambiente, sociedad y gobierno corporativo (ESG) ocupan un lugar cada vez más importante a la hora de tomar decisiones de inversión.