Antes de la semana final del segundo trimestre de 2015, no hubo días en que el Índice S&P 500 tuviera un alza o baja mayor que el 2%. En el tercer trimestre tuvimos ocho de ese tipo de días. Tan solo el 17 de agosto, el índice Chicago Board Options Exchange Volatility Index (VIX), una medida de la volatilidad implícita futura de las acciones estadounidenses, era de 13, un nivel muy bajo en relación con su historial. Una semana después, sin más señales, llegó a 53 intradía, más del cuádruple en el lapso de cinco días de operaciones. A principios de octubre, estaba en la medianía de los 20, muy por sobre los niveles históricos.
¿Qué provocó el alza en la volatilidad del mercado y la venta generalizada de acciones? Muchos comentaristas de mercado han apuntado a los temores de un crecimiento económico más lento en China y la incertidumbre en torno a los plazos de la política de la Reserva Federal. Aunque pueden ser catalizadores cercanos, no explican por qué las acciones reaccionaron de forma tan violenta, explica Edward Perkin, director de Inversión de Capital de Eaton Vance Management.
“Creemos que una confluencia de factores ha llevado al repentino y sostenido aumento de la volatilidad en los últimos meses”, dice el experto.
Éstos son para Eaton Vance Management los factores clave de la situación del mercado y sus recomendaciones para los inversores:
- Vendedores que no son sensibles a los precios: Un porcentaje significativo del mercado de valores vende acciones sin considerar los aspectos fundamentales, las valoraciones o el precio que se alcanza. Éstos incluyen los fondos mutuos basados en índices (que deben vender cuando tienen flujos de salida), fondos cotizados en bolsa (ETFs) (que deben vender los valores subyacentes cuando hay vendedores netos del ETFs en sí) y diversos fondos de pensiones y anualidades variables que han implementado los denominados programas de “paridad de riesgo” o “volatilidad mínima” que les exigen “eliminar el riesgo” cuando hay un alza en las medidas de volatilidad (como el índice VIX).
- Presiones normativas sobre las empresas de corretaje: Históricamente, durante una caída por venta generalizada, las mesas de operaciones de Wall Street usaban sus balances para comprar acciones, que con frecuencia estabilizaban el mercado. Como resultado de la denominada “Norma de Volcker”, las empresas están impedidas de hacer apuestas en cuanto a una dirección con su propio dinero. Además, las reglas de Comprehensive Capital Analysis and Review o CCAR (análisis y examen integral del capital) relativas a los requisitos de capital para los bancos aplican un cobro alto a las actividades que asumen riesgos en el negocio bursátil, lo que ha llevado a muchas empresas a reducir su compromiso con esta área.
- Concentración excesiva: En la primera mitad de 2015, la amplitud del mercado de valores se había estrechado mucho, en la que un puñado de acciones representaban el grueso del funcionamiento del mercado. A medida que los inversionistas basados en el ímpetu se concentraban en un pequeño grupo de acciones, se hicieron vulnerables a las malas noticias. El mejor ejemplo reciente de esta situación es el sector de atención de la salud, que se convirtió en el sector más popular de nuestro supervisor de la percepción de los inversionistas. Durante la reciente venta generalizada en las seis semanas finales del tercer trimestre, la atención de la salud fue el segundo sector con peor rentabilidad en el índice S&P 500, exacerbado por el debate en los círculos políticos acerca de los controles de precios de los medicamentos.
- La volatilidad es sinónimo de oportunidad: Ya otros han afirmado que los inversionistas a menudo pagan un precio muy alto por la certeza. La volatilidad es el intento del mercado de poner precio a la incertidumbre. La historia ha demostrado que las mejores oportunidades tienden a presentarse cuando existe una elevada incertidumbre. Si parte del mercado se compone de inversionistas que venden sin importar el precio, debe representar una oportunidad para aquellos de nosotros que estamos dispuestos a hacer el trabajo arduo de análisis fundamental y valoración. Quienes tienen la fortaleza para aceptar la incertidumbre deberían ser capaces de aprovechar la volatilidad, a nuestro entender.
“En Eaton Vance, estamos siguiendo de cerca las medidas de concentración, incluidas las acciones que componen una gran parte de los ETFs. Mantenemos objetivos de precio a la baja (y al alza) para las tenencias actuales y potenciales que nos ayudan a guiar la decisión de actuar cuando el precio de una acción se desplaza de sus bases”, apunta Perkin.
Recomendaciones
La firma de estima que hemos asistido a un largo período de sequía para los inversionistas que intentan encontrar verdaderas gangas en el mercado de valores. Aunque gran parte del mercado todavía considera de forma equitativa una valoración íntegra, da la impresión de que las oportunidades finalmente comenzaron a materializarse para los inversionistas sagaces.
“Una estrategia comprobada de inversión en bolsa administradas activamente elegida con mucho cuidado puede ayudar a los inversionistas a capitalizar las oportunidades emergentes que presenta el mercado actual. A medida que madura el mercado alcista de Estados Unidos creemos que se están generando signos de un punto de inflexión que favorecen una administración activa. Es importante considerar que un beneficio potencial clave de la administración activa es la capacidad de administrar el riesgo en un entorno volátil como el de la actualidad y posiblemente ayudar a limitar las pérdidas cuando el mercado baje”, concluye el director de Inversión de Capital de Eaton Vance Management en su análisis.