Las tensiones políticas en Venezuela y la entrada en recesión de Italia parecen tener ocupados a la Comisión Europea y, en general, a los inversores cuando piensan en Europa. El ruido político ha quitado el foco, aparentemente, del Reino Unido y del Brexit, que sigue sin tener un final claro. Para la mayoría de las gestoras, éste sigue siendo un riesgo que estará muy presente en la primera mitad del año.
Según indican desde Investment Desk de Bank Degroof Petercam, la libra se ha beneficiado de la evolución del debate a favor de un escenario más suave, por ejemplo a través de una unión aduanera. “La opción de un Brexit suave se ha convertido en el escenario más esperado y la libra se ha fortalecido frente al euro. Por otro lado, la bolsa se ha quedado atrás frente al resto de Europa, precisamente por esta apreciación de la moneda”, señalan.
Ahora, la pelota está en el tejado de la Unión Europea para coordinar un acuerdo revisado que garantizara el apoyo de la Cámara de los Comunes. Sin embargo, si nada cambia en la próxima semana y no se aprueba un hipotético acuerdo revisado para el 13 de febrero, los diputados británicos podrán volver a votar para ganar el control del proceso del Brexit el 14 de febrero. Asimismo, una extensión del Artículo 50 para ganar tiempo de cara a aprobar medidas legislativas parece cada vez más improbable.
“La primera ministra británica, Theresa May, deberá ir a Bruselas a intentar por todos los medios renegociar la salvaguarda de Irlanda (el denominado “backstop”). Los mercados de divisas reaccionaron negativamente a este acontecimiento, dado que, en este momento, se percibe como una empresa imposible. La Unión Europea no parece dispuesta a renegociar el acuerdo de retirada, y el denominado compromiso Malthouse para la creación de una unión aduanera y la implantación de soluciones tecnológicas para evitar una frontera física en la isla de Irlanda no serán sino una repetición de las infructuosas negociaciones anteriores”, explica Bethany Payne, gestora de fondos del equipo de renta fija global en Janus Henderson Investors.
En opinión David A. Meier, economista de Julius Baer, tras la presentación del Plan B, tanto May como la Cámara de los Comunes han perdido la oportunidad de dar una nueva orientación a todo el proceso del Brexit. “Los votos han fortalecido el respaldo al gobierno de la primera ministra, ya que el parlamento no votó por las enmiendas que prometían tomar el control. Sin embargo, el mandato para renegociar no da instrucciones claras, y la señal de no negociar solo simboliza la preferencia del parlamento, pero no lo hace concreto. Más bien, parece que se está perdiendo más tiempo con intentos desesperados de renegociar. Como se esperaba, la primera reacción de la Unión Europea repitió su mantra de que el acuerdo no es renegociable”, recuerda Meier.