Las consecuencias de la salida del Reino Unido siguen sin estar claras, pero en cualquier caso, dejar la UE no será algo inmediato y el proceso probablemente dure varios años. Esto en el lenguaje de los mercados se traduce en incertidumbre y el Brexit significa incertidumbres en el plano económico y político durante algún tiempo.
En el plano político, explica Fabio Riccelli, portfolio manager del FF Europea Dynamic Growth Fund de Fidelity, una vez conocido el anuncio de dimisión de Cameron como primer ministro, la preocupación se dirige a la relación con la República de Irlanda y la independencia de Escocia.
En el plano económico, añade, la percepción general es que la economía británica probablemente se ralentice al principio debido a la incertidumbre, la volatilidad cambiaria aumentará y se formularán muchas preguntas sobre los futuros acuerdos comerciales y el acceso del Reino Unido a los mercados de Europa. Las consecuencias a medio/largo plazo del Brexit dependerán mucho de los términos que pacten el Reino Unido y la UE y posiblemente de la rapidez con que el país alcance acuerdos comerciales con otras naciones.
“No obstante, mi impresión general es que los mercados financieros suelen reaccionar en exceso ante las noticias políticas y económicas. A más largo plazo, sigo viendo al Reino Unido como un país con un sistema político estable, un marco legal fuerte, un gran espíritu emprendedor, excelentes empresas y una economía sólida. Estos rasgos no van a cambiar con la salida de la UE”, subraya Riccelli.
En su último análisis de mercado, el gestor explica que su filosofía de inversión se centra mucho en la selección de valores por fundamentales, buscando empresas donde la tesis de inversión de base no dependa mucho de variables macroeconómicas o políticas externas, sino de factores que la empresa pueda controlar o que sean más estructurales.
A pesar de que alrededor del 32% del fondo está invertido en empresas cotizadas en el Reino Unido, la mayoría de esas empresas son multinacionales. Incluso desde la perspectiva de la exposición real de los ingresos, únicamente el 15% del fondo está enfocado en el Reino Unido, defiende.
Obviamente, estima Riccelli, si el Reino Unido cayera en una recesión, estos negocios con exposición al país se verían afectados. La mayor exposición en este sentido es Lloyds Bank, que claramente se verá penalizado a corto plazo, pero que el portfolio manager considera sólidamente capitalizada, ya que ha reducido considerablemente su riesgo desde la crisis financiera y su cotización ya descuenta gran parte de las malas noticias.
En cuanto a otras exposiciones, cabe mencionar a Autotrader (ventas de coches en Internet), Rightmove (anuncios de viviendas en Internet) y Just Eat (entrega de comida a domicilio por Internet), todas ellas empresas innovadoras que se benefician del movimiento a largo plazo hacia Internet y lo móvil. Riccelli está seguro de que la población británica no va a dejar de comprar coches, vender sus casas o pedir comida para llevar porque hayan dejado la UE; estos negocios van a prosperar sí o sí, dice.
“Las mejores oportunidades de inversión aparecen en tiempos inciertos. La salida del Reino Unido de la UE no va a ser diferente y trataré de aprovechar cualquier reacción excesiva en las cotizaciones de las empresas británicas para hacer inversiones atractivas”, concluye.