El Grupo Consultivo de Ayuda a la población más Pobre (CGAP, por sus siglas en inglés) y el Fondo para la Consolidación del Estado y la Paz del grupo del Banco Mundial publicaron un oportuno informe que pone de relieve la importancia de los servicios financieros de calidad durante períodos de crisis humanitarias. Las emergencias mundiales, como la crisis siria, ponen en riesgo a muchas personas vulnerables. El informe aporta orientación específica a los actores del desarrollo, a los gobiernos y a los operadores financieros sobre la forma de conciliar la asistencia humanitaria a corto plazo y la inclusión financiera a más largo plazo.
ACNUR estima que desde el año 2015 una cifra récord de 65 millones de personas se han visto desplazadas forzosamente por guerras, conflictos o desastres naturales. Aunque la naturaleza e incidencia de estas crisis cambian, estas han aumentado constantemente en frecuencia, gravedad y complejidad. Los países en vías de desarrollo acogen a más del 90% de los refugiados, lo que ejerce una mayor presión sobre su infraestructura, servicios públicos y mercados. Las crisis humanitarias representan un importante desafío para el desarrollo y la inclusión financiera (el acceso y el uso de servicios financieros de calidad para todos los niveles de renta de la sociedad) es una oportunidad potencial con la que asentar el apoyo a las personas afectadas por esas crisis.
El informe titulado «The Role of Financial Services in Humanitarian Crises» (El papel de los servicios financieros en las crisis humanitarias) sintetiza los datos empíricos y las conclusiones adquiridas sobre el terreno. Para las poblaciones afectadas por una crisis, la capacidad de hacer frente a la conmoción es particularmente vital, dado que el impacto desestabilizador que produce dicha conmoción se ve exacerbada a menudo por ambientes frágiles e inestables. Aunque existe una elevada demanda de servicios financieros oficiales en tiempos de crisis, el acceso a estos servicios es limitado. Los servicios financieros ayudan a las poblaciones afectadas por las crisis a salir adelante de diversas maneras:
- Las remesas ayudan a mantener los medios de subsistencia: en Kenia, las personas usaron el servicio de dinero móvil M-Pesa para enviar remesas a amigos y familiares durante los incidentes violentos postelectorales de 2007 y 2008.
- Los ahorros aumentan la resiliencia: los hogares con cuentas de ahorro se recuperaron más rápidamente del tifón Yolanda en Filipinas.
- Los seguros reducen la vulnerabilidad: los agricultores de las zonas propensas a la sequía de Senegal y Burkina Faso que adquirieron un seguro tuvieron rendimientos más altos.
- Los bonos y las transferencias de efectivo tienen efectos multiplicadores sobre la economía: las transferencias digitales podrían acelerar las entregas y reducir las fugas.
A pesar del papel positivo que los servicios financieros pueden tener para las personas afectadas por las crisis, existen importantes barreras a las que todavía no se ha dado respuesta. Estas incluyen una infraestructura financiera limitada o débil que no está suficientemente preparada para manejar mayores volúmenes después de una crisis; marcos políticos y legislativos insuficientes que limitan la capacidad de algunos actores, como los operadores de redes móviles que ofrecen dinero móvil como un canal de distribución para la ayuda; y los proveedores de servicios financieros que no han invertido suficientemente en sistemas de gestión de riesgos para resistir la presión sobre la liquidez y la infraestructura que a menudo van de la mano con la crisis.
Mayada El-Zoghbi, quien trabaja en Dirección, Estrategia, Investigación y Desarrollo en el CGAP, dijo: «Existe un enorme potencial para aprovechar el sistema financiero y apoyar la preparación y la respuesta con la que hacer frente a las crisis. Como comunidad de profesionales y donantes, apenas hemos comenzado a rascar la superficie de lo que se puede hacer para ayudar a los más afectados por las situaciones de crisis. Esperamos que este informe ayude a los profesionales, a los donantes y a los legisladores a realizar las inversiones y las elecciones políticas correctas».
El informe describe cómo los donantes y otros actores clave pueden aprovechar los servicios financieros como herramientas para prepararse para situaciones de crisis y manejarlas incorporando explícitamente objetivos de inclusión financiera en los programas humanitarios. Ceyla Pazarbasioglu, directora sénior de Prácticas Internacionales de Finanzas y Mercado del Grupo del Banco Mundial, dijo: «Este informe es una contribución significativa que ayudará a avanzar en el debate de políticas internacionales y a fomentar la investigación sobre la función de los servicios financieros en la creación de medios de vida sostenibles para personas en situaciones de crisis».