La victoria de Donald Trump en Indiana, el pasado martes, allana el camino al magnate para encabezar la candidatura republicana a la presidencia de los EE.UU. En el lado demócrata, se da por sentado que Hillary Clinton ganará la nominación de su partido, lo que convertirá a la pareja Clinton-Trump en la pugna más probable para las elecciones generales de noviembre. El proceso electoral representa un importante hito político, que tendrá implicaciones económicas.
En esta fase tan temprana, Fidelity subraya lo complicado que es aventurar qué sectores y empresas van a beneficiarse de las políticas de cada candidato. “Es probable que tengamos una visión más clara cuando comience la campaña de verdad que ahora con las primarias; en este sentido, los precios de los medicamentos, el gasto en defensa y la reforma de la normativa de servicios financieros probablemente sean los temas más importantes. En un plano general, también existen dudas sobre cómo afectarán las políticas de cada candidato al ritmo de endurecimiento monetario de la Reserva Federal”, resume la gestora.
Centrarse en los fundamentales sigue siendo esencial
Con independencia de quién gane las elecciones, Angel Agudo, gestor del FF America Fund US Equities, no espera cambios en las grandes líneas maestras de la política estadounidense. “En conjunto, la volatilidad a corto plazo en los meses previos a las elecciones puede crear oportunidades de compra; sigo apostando por mi proceso de inversión y, sobre todo, vigilo muy de cerca los fundamentales a largo plazo”, explica.
Pensando en lo que sucederá al final del proceso, cuando se sepa el nombre del próximo presidente de los Estados Unidos, Aditya Khowala, gestor del FF American Growth Fund y el FAST US Fund, cree que la atención seguirá centrada en la economía, donde ve algunas señales encontradas. “La combinación de menor liquidez y descenso de las expectativas de inflación sigue limitando la capacidad de la Reserva Federal para subir los tipos de interés. También existen indicios que apuntan a que el sector bancario podría seguir sufriendo presiones regulatorias”, estima.
De cara al futuro, Khowala cree que podría haber cierto margen para usar la política presupuestaria en apoyo del crecimiento en forma de gasto en infraestructuras y defensa, lo que podría generar oportunidades de inversión interesantes. “Aunque las áreas cíclicas del mercado son las realmente atractivas, sigue siendo importante ser muy selectivo. La cartera está diseñada con enfoque ascendente y formada por empresas que se benefician de tendencias de crecimiento a largo plazo”, afirma.
“Mucho de lo que estamos oyendo por boca de los candidatos principales es la retórica política que cabe esperar en cualquier campaña electoral”, apunta Dominic Griffin, gestor del FF American Diversified Fund. “Desde mi punto de vista, este ciclo electoral no cambia nada. Sigo centrándome en negocios de buena calidad que puedan crecer más que el conjunto del mercado en un entorno de crecimiento bajo. El énfasis de la cartera está en las empresas de calidad capaces de crecer y en el crecimiento orgánico con valoraciones atractivas”, cuenta el experto de Fidelity.