La esperanza de vida está aumentando a un ritmo difícil de asimilar, generando muchas preguntas desde el punto de vista económico y financiero que Axa IM aborda en este informe, el primero de una serie que estudiará los efectos para el inversor de una humanidad cada vez más longeva.
Según el informe, en muchos países la mitad de los bebés que nacen ahora podrían vivir más de 100 años. De hecho, cada día que vivimos, la raza humana suma 5 horas más de esperanza de vida.
Como apunta Axa IM, en el pasado la longevidad era un factor deflacionista, pero ahora, debido a la situación insostenible de la mayor parte de los sistemas de previsión social y al déficit fiscal de las naciones, el envejecimiento paulatino de la población genera el efecto contrario, provocando inflación en el sistema.
El informe atiende a las estrategias de ALM (asset liability amangement), que se enfrentan a un desfase cada vez mayor entre la duración de sus activos y la de sus pasivos: los años de jubilación de los baby boomers van en aumento provocando una exhaustiva búsqueda de yields que, como apunta Axa IM, puede venir de una mayor exposición a activos internacionales, a la renta variable o bien a activos de gestión alternativa. En un mundo en el que los mercados de capitales se mueven libremente, estos flujos tendrán un profundo efecto sobre los diversos activos financieros.
Puede acceder al informe completo “Some thoughts about the rise in longevity”, firmado por Michael Bret, director de análisis temático de de Axa IM, a través de este link.