“Apropiadas” y “continuas”, así van a ser las subidas de tipos de interés que la Reserva Federal va a ir haciendo a lo largo del año con el objetivo de controlar la inflación. Ante los riesgos políticos y económicos actuales, en particular la guerra entre Rusia y Ucrania y la inflación, el presidente de la institución monetaria, Jerome Powell, reconoció que los realizarán de forma constante y que estarán preparados para ajustar su política monetaria, “si surgen riesgos que puedan impedir el logro de los objetivos del Comité”. Además, puntualizó que estaría abierto a subir los tipos de interés más rápido en función de las expectativas de inflación.
Sobre la reunión de ayer, que se saldó con una subida de los tipos de interés de 25 puntos básicos (hasta el rango 0,25-0,50%) y anticipando seis futuras subidas más, las gestoras consideran que si bien la incertidumbre relacionada con la guerra garantizará cierta cautela en el futuro, la dinámica inflacionista de Estados Unidos, cada vez más generalizada, en el contexto de un mercado laboral ajustado, apunta a un mayor endurecimiento.
“Las previsiones de la Fed coinciden ahora con las estimaciones del mercado», señala Axel Botte, estratega global de Ostrum AM (gestora filial de Natixis IM), que indica que se prevé “el equivalente a siete subidas de 25 pb en 2022, por lo que la banda superior del rango de tipos de interés de la Fed alcanzará probablemente el 2% a finales de año”, lo que según advierte, “requiere movimientos de 50 puntos básicos en algún momento”.
Según explica Silvia Dall’Angelo, economista senior del negocio internacional de Federated Hermes, el gráfico de puntos sugiere que la mayoría de los participantes en el FOMC ven ahora apropiada una postura de política monetaria restrictiva para finales de 2023. “La Reserva Federal es muy consciente del riesgo de una espiral de precios y salarios: cuanto más tiempo permanezca elevada la inflación, mayor será el riesgo de que se enquiste a través de las expectativas y la dinámica de formación de los salarios. Y la evolución reciente de los indicadores de inflación y del mercado laboral ya apunta a la aparición de algunos efectos secundarios”, señala Dall’ Angelo.
Para Allison Boxer, economista de EE.UU. en PIMCO, un aspecto relevante de la reunión de es ayer fue que la Fed transmitió un tono general de halcón en el comunicado del FOMC de marzo y en las proyecciones económicas, así como en la conferencia de prensa del presidente Jerome Powell, realizando varios cambios clave.
“En primer lugar, la Reserva Federal añadió una orientación futura al comunicado, señalando que era probable que se produjeran nuevas subidas continuas del tipo de los fondos de la Reserva Federal, así como una reducción del balance. En segundo lugar, realizó importantes revisiones de las proyecciones económicas de marzo en relación con las anteriores previsiones de diciembre de 2021. La inflación estadounidense superó notablemente las expectativas de consenso, especialmente en enero, lo que, combinado con el impulso inflacionista adicional derivado de la guerra en Europa, llevó a los representantes de la Fed a mejorar sus previsiones de inflación para 2022 en más de un punto porcentual. Los responsables de la Fed también prevén descensos más modestos de la inflación en 2023 y 2024, manteniendo la inflación significativamente por encima del objetivo del 2% de la Fed durante el horizonte de previsión”.
Traduciendo las subidas
Los análisis previos a esta reunión ya preveían que la Fed iniciaría el ciclo de subida de tipos en marzo, ahora toca ver cómo digerirá el mercado esta nueva etapa. En opinión de Gregor Hirt, Global CIO Multi Asset en Allianz GI, y Martin Hochstein, economista senior de Allianz GI, si bien los mercados se han tomado con calma los ciclos de subidas de tipos, esta vez podría ser diferente, ya que la Fed parece ser más dura de lo que se esperaba inicialmente.
“Al aplicar el endurecimiento monetario necesario para hacer frente a los riesgos de inflación al alza, la Fed aspira a un aterrizaje suave de la economía estadounidense. Sin embargo, si miramos la historia, las probabilidades de que se produzca este resultado parecen más bien escasas. Cuatro de los últimos cinco ciclos de subidas de tipos en EE.UU. fueron seguidos por una recesión. Nuestra opinión de base es la de un endurecimiento constante de la política monetaria por parte de la Reserva Federal hasta que las condiciones financieras generales hayan alcanzado un nivel suficientemente restrictivo para hacer frente a los riesgos al alza de la inflación a medio plazo. Sin embargo, este proceso podría verse interrumpido si la estabilidad financiera o los riesgos de recesión aumentan por el camino”, señalan Hirt y Hochstein.
En opinión de JP Morgan Asset Management, en general, la comunicación de la Fed ha sido muy agresiva. “Los rendimientos subieron tras el anuncio, con los tipos a 2 y 10 años subiendo 12 y 6 puntos básicos, respectivamente. Las acciones se vendieron inicialmente, antes de recuperarse un poco. Sin embargo, antes de la reunión de hoy, los mercados ya preveían que la Reserva Federal subiría los tipos entre 6 y 7 veces este año, y las condiciones financieras ya se habían endurecido. De cara al futuro, es muy posible que los mercados dicten la actuación de la Fed en los próximos meses. En otras palabras, lo que sea aceptable para los mercados será lo que haga la Reserva Federal”, añaden.
Por su parte, Dall’ Angelo también hace una matización: “Aunque la Fed se muestre partidaria de la política monetaria restrictiva, no se puede dar por sentado que vaya a actuar a corto plazo. Dado que la incertidumbre geopolítica se cierne sobre ella, es probable que continúe siendo más reactiva que proactiva con respecto a la evolución de la inflación. No puede controlar las presiones sobre los precios derivadas del último choque exógeno, por lo que tiene poco control sobre los motores del último aumento de la inflación. Sin embargo, seguirá atenta a los indicios de que la dinámica inflacionista se está arraigando a través de las expectativas y/o el mercado laboral. La guerra en Ucrania, la evolución de la relación crecimiento-inflación y los indicios de los efectos de segunda ronda sobre la inflación dictarán el ritmo del endurecimiento en el futuro”.
De cara a qué esperar a lo largo del año, las gestoras destacan que la evolución del conflicto bélico al este de Europa será fundamental. “Seguimos pensando que la Fed acabará subiendo tipos 3 o 4 veces este año, pero las condiciones de endurecimiento que esto acarreará dañarán el crecimiento. Con todo, bajo nuestro supuesto base de estanflación, que se vio exacerbada por la invasión de Ucrania, parece que el enfoque de la Reserva Federal se centrará en la lucha contra la inflación a pesar de la incertidumbre creada por esta Guerra, lo cual crea más vientos en contra para los mercados. Desde el punto de vista de la asignación de activos, seguimos siendo cautelosos tanto en la renta variable como en el crédito”, destaca Anna Stupnytska, Economista macro en Fidelity International.
Jason England y Daniel Siluk, gestores de carteras en Janus Henderson, se mantienen más “circunspectos” a la hora de interpretar la decisión de la Fed. “Creemos que las siete subidas de tipos de 25 puntos básicos que el mercado de futuros prevé para este año, representan en gran medida un límite superior de posibles subidas y que es poco probable que este escenario se materialice. Además, la encuesta actual de Dots viene con una advertencia considerable: había menos miembros con derecho a voto en la reunión de esta semana debido a la transición en curso en la composición de la dirección de la Fed y ninguno de los nominados por el presidente Biden ha ocupado su puesto. Es importante destacar que creemos que los posibles nuevos miembros se inclinarán hacia el campo dovish, reforzando nuestra opinión de que las expectativas del mercado se han adelantado a la realidad. Merece la pena recordar que durante todo el mandato del presidente Jerome Powell, cuando se le ha dado a elegir entre dos caminos -y sin haber sido asaltado por los máximos de varias décadas de inflación- ha optado por una mayor acomodación”.
La posición de los inversores
Para los expertos de Allianz GI, la Fed está dibujando un escenario en el que “los inversores deberían buscar activamente oportunidades de rentabilidad relativa”. En este sentido ofrecen cinco claves: considerar a EE.UU. y al Reino Unido por encima de la zona euro; mantenerse cauto en el mercado de bonos; adoptar una visión “granular” en el crédito; priorizar el valor; y ser más activos sobre una base relativa en la renta variable.
“En lo que respecta a la renta variable, nuestro grupo de expertos en multiactivos mantiene su opinión de menos neutral a corto plazo, según la cual esperamos que los mercados se muevan de forma lateral con un riesgo a la baja. Por lo tanto, evitaríamos comprar las caídas por el momento y, en cambio, seríamos mucho más activos en términos relativos. A medio plazo, tenemos dudas sobre la trayectoria de los mercados de renta variable. Es cierto que se han tomado con calma los anteriores ciclos de subidas de tipos. Pero ha habido excepciones, como los largos periodos en los que los inversores no se vieron recompensados por tomar exposición al mercado (beta)”, explican.
De cara tomar decisiones de inversión, Sandrine Perret, economista de Vontobel, advierte de que el riesgo de que la Fed ajuste demasiado sus políticas este año no es despreciable, aunque las dudas podrían empezar a aparecer en la segunda parte del año, salvo que los acontecimientos en Ucrania empeoren o que los precios de las materias primas sean más elevados de forma inmediata durante un periodo de tiempo más largo.
“Las implicaciones de la invasión rusa de Ucrania para la economía estadounidense son muy inciertas. Powell sugirió que las repercusiones de la guerra en la economía del país podrían producirse por el aumento de los precios de la energía y las materias primas, la ralentización del crecimiento en el extranjero y nuevas alteraciones en la cadena de suministro. La volatilidad de los mercados financieros también podría endurecer las condiciones financieras y ralentizar el crecimiento. Pero en este punto, Powell sólo dijo que la Fed evitará añadir incertidumbre a las actuales incertidumbres económicas”, afirma Perret.