Muchos inversores se centran en las ganancias de capital sin tener en cuenta el significado de los dividendos. Y desde el punto de vista de Erste AM, se equivocan al hacerlo. El rendimiento total de una acción es, después de todo, la suma de las ganancias de capital (es decir, la subida de los precios) y los ingresos por dividendos. Los ingresos por dividendos son de especial relevancia para los inversores con un horizonte de inversión a largo plazo. La gestora comparte cinco hechos que favorecen los dividendos:
Hecho 1: Los ingresos por dividendos representan del 20% al 30% del rendimiento total de las inversiones de capital.
Una mirada atrás en la historia (40 años) revela el poder de los dividendos. Echando un vistazo a la rentabilidad total de una estrategia de renta variable global -el índice MSCI mundial en este caso (en moneda local, es decir, sin fluctuaciones cambiarias que afectan a la línea de fondo)-, desde el 31 de enero de 1977 hasta el 31 de enero de 2017, la bolsa mundial obtuvo un promedio de ganancias del 6,7% anual. Cuando los dividendos se toman en consideración (y la retención de impuestos se retira), el rendimiento total aumenta al 8,9%.
La parte del dividendo es particularmente alta en países que tradicionalmente tienen alta rentabilidad por dividendo, entre ellos Reino Unido, Australia y Austria. En Suiza, la participación en el rendimiento de los dividendos durante este período fue de alrededor del 22% – en la bolsa de Viena, el 36% (véase el cuadro siguiente)-.
Hecho 2: Si los dividendos se reinvierten en acciones, el efecto del interés compuesto trabaja a favor del inversor.
Trabajando sobre el ejemplo de un inversor con un horizonte temporal de inversión a largo plazo, a 30 años y teniendo en cuenta la retención de impuesto del 28%, el retorno absoluto es dos veces superior del que se hubiese generado sin los dividendos. Si se mantiene la inversión durante más tiempo, la mayor parte del beneficio se obtendría por el rendimiento de los dividendos y de su reinversión.
Como muestra el gráfico (figura 1) la inversión que incluye los dividendos claramente gana a una estrategia que no tiene en cuenta los dividendos.
Hecho 3: El efecto del coste promedio con los dividendos reinvertidos beneficia al inversor.
Especialmente en las fases con fuertes fluctuaciones en los precios, con correcciones y contratiempos, el inversor puede beneficiarse con un comportamiento anticíclico. Si los precios caen, el inversor puede comprar más acciones con sus dividendos. El efecto del coste promedio con los dividendos reinvertidos beneficia al inversor. Este razonamiento se basa en la idea de que el inversor invierte inmediatamente, sin ninguna duda o reserva.
Hecho 4: Los dividendos crecen más que la inflación.
A diferencia de los cupones de bonos, los pagos de dividendos de las empresas aumentan con el tiempo. El crecimiento medio de los dividendos de las empresas del índice mundial MSCI ha sido del 5,9%. Durante un periodo de 40 años, equivale a una inversión diez veces superior. Desde los años 70 hasta finales de los años 2000, los dividendos ofrecían una excelente protección frente a la inflación. Desde la crisis financiera, los dividendos han crecido en mayor medida que la inflación.
Por norma general, existe una fuerte conexión entre la inflación y el rendimiento por dividendo. Cuando la inflación es elevada, el rendimiento del dividendo tiende a ser alto también. Habiendo dicho esto, con una inflación del 5% en adelante, los dos parámetros se disocian y tampoco existe correlación entre ambas mientras exista deflación. Si la inflación crece, el rendimiento del dividendo también crecerá mientras que el resto de variables se mantienen constantes. Bajo este este razonamiento, el rendimiento del dividendo es del 2,5%; por ello podemos esperar una inflación estimada del 2,4%.
Hecho 5: Las acciones con altos dividendos se benefician de las bajas tasas de interés.
Los valores con altos pagos de dividendos no se comportan de la misma manera que el resto del mercado. Esto significa que hay periodos en los que su rendimiento va a ser mejor o peor. Un inversor que deliberadamente invierte principalmente en acciones con altos dividendos tiene que aceptarlo. Los rendimientos bursátiles, la baja rentabilidad de los bonos y, al mismo tiempo, el precio de las materias primas (especialmente el precio del petróleo) hacen muy atractiva la inversión las acciones con altos pagos de dividendos. A largo plazo, estas fases de rendimiento superior e inferior rendimiento se compensan. Sin embargo, una comparación con el mercado general puede ser engañosa. Preferentemente, los inversores deben comparar el rendimiento de las acciones con dividendos altos con un índice de referencia correspondiente.
Rendimiento de los dividendos de los países seleccionados:
En general, los rendimientos de los dividendos en la mayoría de los países se encuentran actualmente en su promedio histórico. Estados Unidos es la excepción, con el rendimiento de dividendos que ha caído un 30% respecto a su promedio a largo plazo. Erste AM lo atribuye al hecho de que la composición del índice ha cambiado drásticamente con el tiempo. Las compañías tecnológicas como Amazon o Google tienen una fuerte ponderación en los índices, mientras que al mismo tiempo siguen siendo las acciones típicas de crecimiento con índices de dividendos bajos, o sin pagos de dividendos. Esta es una de las principales razones por las que, según la gestora, la participación de los dividendos en términos de rendimiento total ha caído del 30% al 20% en Estados Unidos.
Sin embargo, Erste AM está convencida de que esta tendencia bien puede revertir una vez que estas empresas hayan completado su fase de crecimiento fuerte y empiecen a distribuir parte de sus ingresos como dividendos a los inversores. En este contexto, sería interesante examinar el desarrollo pasado de las recompras de acciones y los pagos de dividendos.