Los temores de recesión a nivel global han provocado una fuerte caída en los mercados de metales desde el mes de abril, según la gestora OFI AM. Dentro de esta tendencia, desde la firma de inversión matizan que «no es todo uniforme», ya que la recuperación de la economía china contrasta con la caída del crecimiento en el resto del mundo.
La creciente demanda de metales industriales como consecuencia tanto del plan de crecimiento chino como de la transición energética y la descarbonización de la economía, podrían impulsar la demanda de metales en el corto plazo, dada la situación actual de desequilibro entre oferta y demanda a nivel global. «El debilitamiento de la actividad económica debido a la persistente inflación y al ciclo de endurecimiento monetario, podrían generar una recesión en muchos países, o bien solamente una mera desaceleración», afirman desde OFI AM.
En cualquier caso, consideran que la subida de la inflación en Europa y EE.UU., ha provocado un endurecimiento monetario que contrasta con la reapertura de la economía en China tras los duros confinamientos provocados por su política de cero COVID. Según sus valoración, ello ha generado el desacoplamiento del ciclo entre China y el resto del mundo.
Los metales han sufrido fuertes caídas a consecuencia de los temores de recesión: el cobre, el zinc, el paladio, el aluminio y el níquel han caído más del 20% desde mediados de abril, volviendo a sus niveles de hace dos años. Pese a ello, la gestora cree que esta fuerte caída podría estar impulsada por las restricciones financieras para frenar una posible recesión, así como por la necesidad de obtener liquidez a medida que los precios de los activos caen en su conjunto.
«Pero los fundamentales de los mercados de metales, y los niveles de la oferta y la demanda no parecen haber cambiado mucho. Así, la estructura de las curvas a plazo de los metales sigue mostrando una caída de la demanda en la mayoría de los metales,mientras que los inventarios están en mínimos históricos en muchos mercados, y no muestran signos de recuperación», matizan.
Recuperación economía china
En opinión de OFI AM la recuperación en China podría consolidarse gracias a dos factores. El primero de ellos es que los indicios de que su política contra el coronavirus se está relajando, ya que la cuarentena para los visitantes que llegan a China se ha acortado de 14 a 7 días. «La frecuencia de las pruebas obligatorias se ha reducido en muchas ciudades. Se ha levantado la prohibición de los viajes internos desde las ciudades que han notificado al menos un caso. Incluso ha habido críticas oficiales de las medidas de cierre excesivas en algunas ciudades», afirman.
En segundo lugar, las gestora destaca las medidas de estímulo del gobierno. Según explican, el gobierno chino no ha cambiado el objetivo de crecimiento para 2022, un 5,5% para el año, y quiere alcanzarlo con medidas de apoyo tanto a los individuos como a muchos sectores económicos, con un plan que es el tercero más grande de la historia de China, después de los de 2008 y 2020. «Pero al ser la tasa de inflación baja, el plan buscará reforzar los sectores que se han debilitado o que se consideran estratégicos a largo plazo, como el inmobiliario, las infraestructuras y los vehículos eléctricos», matizan.
Por ejemplo, el gobierno ha pedido a los bancos públicos que consigan 800.000 millones de yuanes (119.000 millones de dólares) en líneas de crédito para proyectos de infraestructuras. En el sector del transporte, el gobierno se esfuerza en impulsar las ventas de coches eléctricos, que consumen de forma intensiva metales industriales, ampliando la exención del 10% del impuesto de compra hasta 2023 y flexibilizando la matriculación. Se ha anunciado un total de 200.000 millones de yuanes en ayudas al sector.
Según consideran desde la gestora, los efectos de estas ayudas ya se notan. El Indice PMI de junio superó el nivel 50, lo que refleja expansión de la actividad. Dentro de los PMI manufactureros, el componente de producción fue el que más subió, reflejando el progresivo retorno a la normalidad en la producción y las cadenas de suministro.
En su opinión, el sector del automóvil también refleja esta mejoría: del 1 al 26 de junio, se vendieron 1,4 millones de turismos en China, un 27% más que en junio 2021. «Las ventas de vehículos eléctricos probablemente superarán las 500.000 unidades en junio, alcanzando un récord», estiman.
Demanda de metales
Según OFI AM, este repunte de la actividad económica en China es positivo para los metales, porque el plan de estímulo se enfoca en los sectores que más metales consumen, y China representa el 50% de la demanda mundial. Así, China ha pasado de importador neto de zinc a exportador neto por la fuerte caída de la demanda interna en los meses anteriores. Esto significa que una parte de su producción va al resto del mundo, lo que alivia las tensiones en el mercado.
«Una vez que la recuperación vuelva a convertir a China en importador neto, el país absorbería una parte relevante de la demanda de metales mundial, agravando el desequilibrio entre oferta y demanda. A este respecto, la gestora OFI AM cree que el desacoplamiento del ciclo en China hace poco probable que se produzca un descenso sincronizado del crecimiento de las economías», argumentan.
En consecuencia, los estímulos de China podrían impulsar la demanda de metales en un mercado que padece un desequilibrio entre la oferta y la demanda; a principios de 2022 todos los metales estaban en retroceso, lo que sugiere una fuerte tensión en la demanda a corto plazo.
En todo caso, las incertidumbres sobre la recuperación económica de China podrían avivar la volatilidad a corto plazo en el mercado de metales. En el largo plazo, la demanda de metales necesarios para la transición energética y la descarbonización de las economías seguirá creciendo, gracias sobre todo al mayor uso de las energías renovables y del transporte electrificado, sectores con fuerte apoyo tanto en China como en Occidente, según OFI AM.