Tras la devaluación china, no pasó mucho tiempo antes de que la conducta de los inversores se volviese más contraria al riesgo, reflejando sus temores a una escalada de la guerra de divisas, la erosión de la credibilidad de los encargados de formular las políticas chinas y la creciente fragilidad de los mercados a través del contagio a los mercados de materias primas o a los sectores o regiones sensibles a la dinámica de las materias primas. La naturaleza inesperada de la maniobra y la mayor probabilidad de una nueva devaluación del yuan –pese a los esfuerzos de los encargados de formular políticas por indicar que se trató de un ajuste “excepcional”– han introducido una considerable incertidumbre en las perspectivas de mercado, explica NN Investment Partners en su último informe de mercado.
Al ser improbable que el crecimiento se recupere a corto plazo, el principal riesgo es que las salidas de capitales se aceleren y que el número de quiebras de empresas aumente. La firma recuerda que durante los años de apreciación del yuan, las empresas chinas emitieron deuda extranjera por valor de unos 3 billones de dólares. “Puesto que las empresas chinas ya soportan mucha presión ejercida por la desaceleración económica y por unos márgenes de beneficio muy pequeños, la depreciación del yuan podría acarrear problemas”, explican los analistas de NN IP.
El vuelco hacia un tipo de cambio más determinado por el mercado y la posibilidad de una nueva depreciación del yuan, estiman, conforman un riesgo para las empresas europeas, japonesas y estadounidenses. “El impacto real dependerá de la magnitud del movimiento de esta divisa. Si es sostenido, conduciría a un endurecimiento de las condiciones financieras en el resto del mundo e incluso puede traer consigo una senda de bajada de tipos de interés más moderada por parte de la Reserva Federal estadounidense”, apuntan.
Para NN IP otro elemento que vigilar es la reacción de otros países asiáticos, sobre todo Corea del Sur y Taiwán. En todo caso, esto alimenta la tendencia deflacionaria mundial. “Lo que es cierto es que se trata de una señal más de que el crecimiento económico chino se halla bajo presión, como han atestiguado las últimas estadísticas sobre comercio”, opinan.
Los sectores de los mercados desarrollados que más en peligro están son las empresas de automoción, las compañías industriales y las empresas de artículos de lujo. El impacto tiene tres caras. En primer lugar, hay un efecto traslación directo, al descender el valor de las ventas chinas. En segundo lugar, se animará la competencia china en los mercados internacionales. En tercer lugar, se trata de una señal de que el crecimiento económico en China es más endeble de lo esperado. La atonía de las ventas de automóviles constituye un buen ejemplo y es una mala noticia para las bolsas alemanas, donde el sector de automoción está muy representado.
En general, el impacto sobre las expectativas de la política monetaria y las presiones deflacionarias adicionales causadas por una prolongada depreciación de la moneda china podrían desencadenar un renovado interés por el tema de la búsqueda de rendimiento. “Teniendo en mente estas últimas tendencias, nos hemos vuelto más optimistas acerca del sector de suministros públicos a costa del de bienes de consumo cíclico. También hemos reducido nuestra exposición a Japón y a la región de Países asiáticos desarrollados, excl. Japón, debido principalmente a la bolsa australiana, en la que las materias primas tienen un gran peso”, dice el informe de NN IP.
Pero la devaluación china también entraña más riesgos para las monedas de mercados emergentes no sólo porque podría impulsar otra ronda de devaluaciones competitivas en los países emergentes, sino también porque podría conducir a salidas de capitales incontrolables y a problemas crediticios en China. La presión sobre las monedas de mercados emergentes ya se había intensificado, debido a un panorama de crecimiento en proceso de deterioro, y el recrudecimiento de las crisis políticas en Brasil, Malasia y Turquía ha reducido la probabilidad de que se produzcan pronto cambios estructurales en estos países.