No hay duda de que China está pasando por un período turbulento. Una serie de errores de política, la falta de medidas concretas y la falta de comunicación sobre las principales reformas han aumentado la incertidumbre con inversores, tanto locales como extranjeros. En consecuencia, una creciente ola de dinero abandona los mercados onshore, lo que aumenta el riesgo de que China podría estar coqueteando con una importante desaceleración que tendría consecuencias globales.
De acuerdo con el equipo de renta fija emergente de Investec Asset Management, China debe crear reformas para detener la caída. Entre las medidas que destacan está el dar prioridad a la reforma financiera interna, incluyendo el desapalancamiento del sector bancario, la revitalización de las empresas estatales y los mercados de divisas.
- Desapalancamiento – El rápido crecimiento de China en la última década ha sido impulsado por el crédito barato. Esto ha dado lugar a una mala asignación de capital, en particular a raíz de la crisis financiera global cuando las autoridades desataron un paquete de estímulo de 4 billones de renminbis para inversiones en infraestructura, construcción e industria. La buena noticia es que gran parte del crecimiento del crédito de China ha sido financiado internamente. En consecuencia, el equipo espera que los políticos tengan una mayor capacidad para gestionar el ciclo de lo que quizás sería de esperar en economías más abiertas, como se vio durante la crisis financiera global.
- Reforma de las empresas de propiedad estatal- Considerando que este tipo de empresas representan más del 20% del PIB chino, el llevarlas por un proceso de reestructuración que reduzca el exceso de capacidad sectores industriales que se contraen, es crucial para llevar a China a un modelo de crecimiento orientado hacia la eficiencia.
- Los mercados de divisas- El Banco Popular de China (BPC), el banco central del país, tiene que aclarar, abiertamente, al régimen de divisas para calmar la incertidumbre de los inversores. En Investec creen que la forma más adecuada para contrarrestar las salidas de capital sin precedentes es hacer al proceso de liberalización de la cuenta de capital más asimétrico, aflojar las restricciones a la inversión extranjera en los mercados de acciones y bonos en la China continental así como el aumento de los controles de capital para inversores locales.
“Con estas reformas Beijing probablemente reduzca la tasa de crecimiento de China, pero el crecimiento debería ser más sostenible, lo que debería igualar los flujos de capital y la cuenta de capital podría entonces ser liberalizada mientras los inversores globales hacen asignaciones nuevas o mayores en China”, escriben en su informe.
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