Desde el inicio de la crisis financiera mundial en 2008 muchos países, sobre todo Estados Unidos, han implementado activamente políticas de corte proteccionista en sus relaciones comerciales para intentar reactivar sus respectivas economías internas y frenar el desempleo. En este proceso China no se ha quedado atrás. Su reciente oleada de inspección contra las empresas internacionales que operan en su territorio no es más que un pequeño ejemplo.
“Los países tienen diferentes motivaciones y urgencias para hacer esto”. Comprender las razones detrás de estas políticas es la mejor manera de realizar inversiones fructíferas, explican los analistas de Matthews Asia en un informe. En el caso del gigante asiático “sentimos que las motivaciones del Gobierno chino con la nueva oleada de auditorías para detectar prácticas monopolísticas han cambiado. Si antes se buscaba proteger a las empresas nacionales, todo apunta a que ahora se busca proteger a los consumidores nacionales”.
Aunque la mayoría de las compañías hacia las que se dirigen estas auditorías son extranjeras, hay un pequeño porcentaje de empresas nacionales afectadas. Un hecho que puso a los expertos de Matthews Asia en la pista de que algo raro estaba sucediendo en las relaciones comerciales del país. “Analizamos cuidadosamente varios casos recientes de investigación antimonopolio en estas empresas chinas, incluyendo productores de licores nacionales, fabricantes de paneles LCDs, bancos y operadores de telecomunicaciones. En todos estos casos encontramos que el gobierno estaba obligando a reducir los precios o imponiendo fuertes multas a las prácticas monopolistas de fijación de precios en un esfuerzo por reducir la carga de los costes a los usuarios finales”, afirma el informe.
“Esto es justamente lo contrario de la definición tradicional del proteccionismo en el que los precios se mantienen artificialmente altos para fomentar el consumo de productos de la industria nacional a expensas de los consumidores”, explica Tiffany Hsiao, analista senior de Matthews Asia. Entonces, ¿por qué lo hace?
En un análisis más detallado, los motivos de este movimiento contra las prácticas antimonopolio de China “pueden interpretarse simplemente como un objetivo de ganar popularidad y mejorar la efectividad de las reformas económicas. Junto con las medidas contra la corrupción, estas auditorías del Gobierno son bien recibidas por los ciudadanos y han impulsado los índices de aprobación de los nuevos líderes del país”, explican desde la firma.
Puede acceder al informe completo realizado por Matthews Asia a través de este link.
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