En su reporte de perspectivas para 2016, Mirae Asset Global Investments considera Latinoamérica como la región con más desafíos dentro del marco de los mercados emergentes, pero espera que el crecimiento económico mejore y proporcione apoyo al beneficio de las empresas en el medio plazo.
Brasil ha sufrido la mayor caída en crecimiento de la región debido a un año con unas fuertes revisiones a la baja en su producto interior bruto. América Latina experimentó un ajuste tanto en el frente exterior, a través de la depreciación de sus monedas, como el frente interior a través de un menor crecimiento en el año. Con ajustes en la balanza comercial y fiscal ya en marcha, Mirae Asset Global Investments considera que 2016 será otro año de reformas y mejoras estructurales.
Los cambios en el modelo económico, por el que muchos países de la región confiaron ampliamente en economías dependientes de las materias primas, harán que este nuevo modelo sea más sostenible. La necesidad de recurrir a mercados externos para refinanciar la deuda de las corporaciones y países será el gran test que pondrá a las compañías y gobiernos de la región más alineados con los inversores internacionales. Latinoamérica sigue muy fragmentada como región, cada país se enfrenta a sus propios riesgos y catalizadores.
Brasil
Brasil continúa en recesión. La incertidumbre política es la principal causa de incertidumbre en los mercados y puede ser también la principal fuente de mejora. El mercado reaccionará positivamente a cualquier mejora en este frente. Brasil ha demostrado que su marco institucional es lo suficientemente fuerte como para soportar un escándalo de la magnitud del caso de corrupción de Petrobras. La reforma fiscal y el saneamiento de las empresas del gobierno serán un punto positivo a largo plazo para la economía del país. El ajuste del real brasileño hace que Brasil vuelva a ser competitivo y que continúe mejorando en la balanza comercial y fiscal, avances que se espera que se materialicen en 2016.
La posición fiscal de Brasil tiene el potencial de ayudar a la recuperación en el ciclo económico. La estabilización de la deuda y la divisa deberían proporcionar una perspectiva más amable para el inversor extranjero en 2016. A pesar de que en Mirae Assets Global Investments ven potencial para la mejora, siguen con cautela, ya que el escenario político de Brasil presenta tantoss riesgos como oportunidades, por lo que continúan monitorizando la actividad del país de cerca.
México
México continúa siendo una de las historias de éxito dentro de mercados emergentes. Los bajos precios del crudo han causado revisiones a la baja en las previsiones del crecimiento del producto interior bruto del país, pero esto no ha hecho descarrilar la agenda de reformas del gobierno. La economía mexicana sigue siendo una de las más expuestas a la recuperación económica de Estados Unidos. Un crecimiento positivo, y una reforma potencial hacen de México uno de los mercados preferidos a los que dirigirse en 2016. El mayor riesgo de México es la probabilidad de que Estados Unidos tenga una recaída y que esto repercuta en la economía del país. Las subastas de energía que están por acontecer pueden ser el catalizador para un mayor rendimiento en el mercado de renta variable. También, hay una fuerte visión positiva sobre el consumo y el crecimiento industrial mexicano.
El trío andino (Chile, Perú, y Colombia)
La región de los Andes presenta atractivas valuaciones con respecto al resto de mercados emergentes y con respecto a su media histórica. Chile se puede beneficiar de un retroceso en los riesgos regulatorios, menores precios del crudo y de una mejora en la situación macroeconómica. Chile ha mostrado una mejora significativa en su déficit de cuenta corriente y su economía está mostrando signos de recuperación. Los inversores deben prestar una mayor atención a las continuadas reformas, especialmente en el mercado laboral, la inflación, los precios del cobre y la fortaleza del fenómeno meteorológico El Niño.
Perú sigue siendo la economía con mayor crecimiento de la región de los Andes, a pesar de que la bajada del precio de las materias primas también ha desacelerado su economía. Los proyectos de infraestructura que el gobierno está acometiendo pueden suponer un crecimiento del 10% del producto interior bruto en los próximos 3 o 5 años. El país también se beneficia de unas fuertes cuentas fiscales y unas reservas internacionales altas. En el lado negativo, bajos precios en el cobre y el oro muy probablemente hagan descender la inversión privada en el corto plazo y los grandes proyectos de inversión minera (y los puestos de trabajo asociados a estos). La depreciación del nuevo sol peruano es otro factor a tener en cuenta. Por último, Perú tendrá elecciones presidenciales en 2016, pero ningún candidato se ha diferenciado todavía por una postura significativamente favorable o contraria para los mercados.
En Colombia, los inversores continúan enfocándose en si el programa de infraestructura del Gobierno, conocido por el nombre de 4G (proyectos de carreteras de cuarta generación), superará la caída económica derivada de los bajos precios del crudo. Si los precios del petróleo continuasen en los niveles actuales, muy probablemente se deteriorarían las cuentas fiscales y el gasto público disminuiría. Los inversores pueden enfocarse en los precios del petróleo, las reformas fiscales y la participación internacional en el desarrollo del plan de infraestructura.