“El momentum en América Latina se ha recuperado y el gran desafío es mostrar a los inversores que estamos al comienzo de un nuevo ciclo sostenido en la región”, afirmó Carina Güerisoli, socia,Co-CIO Equities y portfolio manager de renta variable Latinoamericana Small Caps en Compass Group, gestora designada por Investec Asset Management para administrar y gestionar sus estrategias de renta variable en América Latina, tanto de gran capitalización como en pequeña y mediana capitalización. Según explicó Carina durante la celebración del Investec Global Insights 2017 en Washington, la generación de alfa en sus carteras es sumamente importante, con 40 profesionales locales realizando un seguimiento de la región, con un destacado foco en la selección de acciones que les permite construir carteras con una alta convicción. “La mayoría de las acciones incluidas en nuestras carteras no suelen estar en el índice y además no suelen estar cubiertas”, comentó Carina.
En sus carteras, ven oportunidades en todos aquellos temas que la mayoría de los gestores de mercados emergentes creen que han finalizado, como puede ser soluciones para el tráfico, el cuidado de la salud o la educación, por lo que definitivamente creen que hay mucho más espacio en la expansión del sector de servicios.
Según apuntó Carina, suelen ser dos cuestiones las que principalmente se repiten cuando el equipo gestor se reúne a hablar con los equipos directivos de las empresas latinoamericanas. En primer lugar, las empresas brasileñas advierten que esta es la peor crisis que ha experimentado nunca, y en segundo término, el problema de que en la región no se están concentrando en la rentabilidad. Analizando los clásicos parámetros que en Compass Group utilizan en sus valoraciones, si se tiene en cuenta el beneficio obtenido en 2016 y 2017 en relación con su valor contable, las empresas se encuentran por debajo su media histórica, y en términos de precio-beneficio, todavía están caros. Esto se explica porque los beneficios todavía no han regresado, pero se espera que comiencen pronto hacer su aparición.
“Fue por culpa de la falta de rentabilidad en la empresa latinoamericana que los inversores internacionales habían desaparecido y olvidado la región. Pero, acaban de regresar porque han visto que desde el segundo trimestre de 2016 las empresas han mejorado de forma significativa su rentabilidad. Tanto las grandes corporaciones vinculadas con Estados a las empresas de micro-capital (con unos 250 millones de capitalización bursátil) se han enfocado en el núcleo de su negocio, han vendido todos aquellos activos que no eran fundamentales, han gestionado sus deudas financiándose en mercados locales y no en los mercados internacionales, por lo que no han incurrido en diferencias en divisas a la hora de abonar su deuda y han tenido un elevado número de despidos, esto es por lo que los niveles de desempleo han sido muy altos en la región. Todo ello ha redundado en que las empresas hayan conseguido ser finalmente mucho más rentables”, comentó Carina.
Según indicó Carina, la recuperación en los beneficios que han experimentado las empresas de Latinoamérica ha estado directamente relacionada con el lado operacional, las divisas han ayudado ligeramente pero no han sido el factor determinante. La mayoría de las empresas en América Latina están muy orientadas al mercado doméstico, por lo general son muy conocidas, siendo jugadores dominantes de sus respectivos nichos de mercado. Las más pequeñas son empresas familiares, pero suelen estar muy profesionalizadas, por ejemplo, una empresa brasileña de seguros a la que Compass Group tiene exposición en sus carteras representa el 33% de la cuota de mercado, siendo de lejos el líder.
¿Dónde están las oportunidades de valor?
Muchos de los inversores institucionales que participan en los fondos de inversión de Compass Group opinan que la gestora latinoamericana se especializa en invertir en empresas que el día de mañana serán empresas de gran capitalización y serán los futuros miembros de los ETFs de la región. Una opinión con la que Carina concuerda: “Muchas de las empresas en las que invertimos en el pasado, son ahora parte del índice de referencia y finalmente parte de los ETFs. Por su puesto, para ese momento, las valoraciones de estas empresas son caras y ya han sido vendidas”.
Para dar una idea de cuál es el tipo de empresas que Compass elige y cuál es la selección que de forma sistemática realizan, Carina explicó que hace dos años, en junio de 2015, seleccionaron unas diez acciones, de las cuáles todavía nueve permanecen en la cartera, en base a su margen de generación de resultado antes de intereses, depreciación e impuestos, que, por lo general, son mucho más altos que los márgenes de las empresas de pequeña y gran capitalización que componen el índice. “Lo mejor de todo es que el mercado pagó por estos márgenes, obteniendo un rendimiento superior al índice”.
Al comparar sus estrategias contra el resto del grupo de competidores y contra el índice, las éstas son capaces de añadir alfa con un menor nivel riesgo. Una consecuencia directa de la importancia que Compass Group atribuye a la gestión del riesgo en sus carteras, pues cada vez que una acción entra o sale, se evalúa que es lo que sucede con el riesgo total y con las correlaciones entre todas posiciones de la cartera.
En cuanto al elevado número de operaciones públicas de ventas que se están dando en México, en Compass Group están siendo muy selectivos con sus participaciones, siendo muy estrictos con sus precios objetivos. “La mayoría de los inversores están buscando exposición a empresas de América Latina más allá del sector de materias primas, interesados por una nueva diversificación que no había en el pasado”, señaló.
En relación, al flujo de inversores, Carina mencionó el enorme cambio que desde la renta variable desarrollada se ha realizado hacia los mercados emergentes, diferenciando entre las distintas regiones. Los inversores están buscando gestión activa en su exposición a mercados emergentes, pues invirtiendo en un ETF de beta activa tan sólo se gana exposición a las empresas de mayor capitalización como puedan ser Petrobras y Vale, perdiéndose una parte importante del mercado latinoamericano. “La estrategia de Compass ha sido capaz de batir el índice MSCI Latam en 2.200 puntos básicos, esto es una increíble generación de alfa comparando con las medidas tradicionales. Desde principios de año hasta septiembre, hemos visto entrar más de 12.000 millones de dólares en la renta variable latinoamericana. Hay mucho dinero entrando en estrategias pasivas, pero definitivamente mucho más llegando a estrategias de gestión activo. Y no solo se trata del cliente institucional latinoamericano, también han llegado inversores asiáticos y norteamericanos a través de fondos institucionales y fondos de pensiones”.
Por último, para 2018, con la celebración de elecciones presidenciales en Brasil y México, las dos economías más fuertes de la región, se incrementará el ruido político y se crearán ventanas de volatilidad que darán oportunidad a la gestora de entrar a precios atractivos en empresas que están teniendo buenos resultados. “Mientras las empresas no se desvíen de su principal actividad de rentabilidad, se mantendrá la calidad en sus beneficios”, concluye Carina.