Pese al debate inicial que supusieron, la Unión Europea (UE) se estrenó ayer en su primera emisión de bonos para financiar el programa europeo de ayuda al desempleo (SURE, por sus siglas en inglés), logrando colocar 17.000 millones de euros. Según fuentes del mercado, la demanda habría alcanzado los 233.000 millones de euros, un auténtico récord.
“Las primeras sindicaciones a 10 y 20 años de la Unión Europea en el marco del nuevo programa SURE han sido objeto de una demanda récord por parte de la comunidad inversora mundial, como lo atestiguan los impresionantes tamaños de los libros, que superan los 145.000 millones de euros a 10 años y los 88.000 millones de euros para el bono a 20 años”, apunta Konstantin Veit, gestor senior de carteras de PIMCO.
En opinión de Peter Allen Goves, analista de renta fija de MFS Investment Management, el atractivo de esta oferta de bonos de la UE no es difícil de entender: “Moody’s los ha calificado con la AAA, serán elegibles dentro del universo del QE del BCE y tienen un 25% adicional de garantía de primera pérdida. Veíamos claro que su precio sería bien recibido por el mercado, y así ha sido. Con una cartera de pedidos de alrededor de 150.000 millones de euros para los tramos, según Bloomberg, supone una demanda excepcional. Dicha demanda representaría 1,5 veces la totalidad del programa SURE en sí mismo”. Además, prepara el terreno para su próxima emisión que permitirá financiar el Fondo de Recuperación y que se realizará en 2021.
Según los analistas, la fuerte demanda significó poca concesión en el proceso, y los activos relacionados como otros emisores supranacionales también tuvieron un buen desempeño al entrar en la sindicación. “También como resultado de la fuerte demanda, la UE imprimió un poco más de lo que se esperaba originalmente, 10.000 millones de euros del bono a 10 años y 7.000 millones de euros del bono a 20 años. Mientras que el emisor ofreció el mismo o algo más alto rendimiento que los bonos del Gobierno francés dependiendo del vencimiento, esa concesión se negoció rápidamente en el mercado gris, en línea o marginalmente a través de Francia, lo cual no parece poco razonable. En general, y como se esperaba, ha sido un fuerte comienzo para la misión multianual de la UE de convertirse en el quinto mayor bono de la zona euro durante la próxima década”, destaca Veit.
Jon Day, gestor de carteras de bonos globales, Newton IM (parte de BNY Mellon Investment Management), considera que los atractivos precios se explican porque la UE quería que la emisión fuese bien, pero también porque planea lanzar muchos más bonos en el futuro. «El objetivo actual es convertirse rápidamente en el tercer emisor de bonos más grande de la eurozona. Esta oferta constante implica que los bonos de la UE seguirán siendo relativamente baratos en comparación con la deuda soberana. Además, como el emisor es un ente supranacional y no un país, los índices de referencia de deuda gubernamental no incluirán estos bonos, por lo que habrá una menor demanda por parte de los inversores en índices. No obstante, los bonos de la UE representan una oportunidad off benchmark interesante y de alta calidad para las carteras de deuda soberana, que ahora mismo no cuentan con muchas oportunidades para generar rendimientos. Estas emisiones son la piedra angular de las medidas adoptadas para estimular la recuperación de la economía europea, por lo que no pueden fallar», explica Day.
Por último, Goves señala que las valoraciones relativas fueron atractivas, especialmente para los OAT, si consideramos el diferencial de valoración. “Esta oferta supranacional proporciona un terreno fértil para aquellos que buscan una oferta de bonos de alta calidad en Europa con un diferencial atractivo”, añade.
Para el analista de MFS IM, esta emisión mejora el panorama de la renta fija europea. “Esperamos que la UE aumente la liquidez en toda su curva. El primer acuerdo ha proporcionado confianza en grandes dosis. La importancia radica en la prueba segura de que la demanda de sus bonos está ahí, porque esa misma demanda se necesitará para la ola de oferta adicional de la UE que se producirá en 2021. Este es un mercado positivo para la renta fija europea y establece un buen tono para la oferta que vendrá”, concluye Goves.