Aunque la última semana castigó tanto a la bolsa mexicana, debido a los pobres resultados corporativos, como a la norteamericana, por su estancamiento económico (0.2% de expansión trimestral anualizada del PIB), el mes de abril cerró con ganancias de 2 y 1%, respectivamente.
“La perspectiva para el segundo trimestre es más positiva –dicen los expertos de SURA Investment Management México-, pese al retraso en el alza de tasas, gracias a la posibilidad de un repunte de la actividad económica en EEUU. La reactivación de la demanda externa se sumará al buen desempeño de la demanda interna observada en los primeros meses del año en México: los resultados bimestrales de inversión son alentadores, mientras que diversos indicadores de consumo (ventas ANTAD, ventas al por menor y consumo privado) han sorprendido positivamente.
La debilidad de la economía durante el primer trimestre del año se hizo patente en febrero- dicen los expertos de la gestora mexicana-, mes en que se registró una expansión anual del IGAE de 2.2%, contra el 2.8 de enero, debido a un franco agravamiento de las exportaciones y la producción industrial del país. En ambas casos, la ralentización de la actividad económica en EEUU ha jugado un papel importante, pero la contracción de la producción petrolera y el menor precio del barril de crudo son los factores que mayor preocupación generan. Aunque el precio del crudo se ha estabilizado e incluso recuperado (26% de apreciación para la mezcla mexicana en el último mes), no podemos descartar episodios de volatilidad, debido a cifras de demanda a la baja, o ajustes más lentos de lo esperado por el lado de la oferta. Por otro lado, es cada vez menos probable que PEMEX pueda alcanzar las metas de producción mandatadas por la SHCP.
En ese sentido, no sorprende que la Junta de Gobierno del Banco de México haya prácticamente descartado la posibilidad de incrementos anticipados a la Fed. El indicador coincidente de actividad económica revela un ciclo de recuperación inusualmente débil que podría verse frenado por una política monetaria innecesariamente dura en un entorno de inflación baja y de expectativas ancladas, a lo que se añade un tipo de cambio que ha dejado de deteriorarse. Por supuesto, eso no impide que Banxico responda prontamente a las decisiones tomadas por la Fed y siga su política de endurecimiento una vez que las condiciones económicas en aquel país así lo dictaminen.
SURA Investment Management México sigue pensando quea septiembre existirá margen suficiente para que los datos justifiquen acciones en esa dirección, por parte de ambos bancos centrales.