La incertidumbre en torno a Brexit está empeorando el equilibrio migratorio del Reino Unido con la Unión Europea (EU). En verdad, tras un final de 2018 convulso en la política nacional británica y dos años y medio después del referéndum, los términos del “divorcio” aún no están claros. En opinión de Flossbach von Storch, esto puede tener consecuencias negativas para el mercado laboral británico.
No saber qué desenlace tendrá el Brexit crea incertidumbre no solo para las empresas, sino también para los empleados. “La migración neta de la UE al Reino Unido ha disminuido desde que los planes para un referéndum de la UE comenzaron a materializarse a mediados de 2015. No solo llegan menos ciudadanos de la UE al Reino Unido, sino que la cantidad de ciudadanos de la UE que se van del Reino Unido ha alcanzado niveles históricos”, apunta Flossbach von Storch en su último análisis.
“El Brexit ha hecho que el Reino Unido sea menos atractivo, especialmente para los migrantes cualificados de los países de la UE. El drenaje de mano de obra cualificada, pero también con menor preparación, puede reducir el crecimiento potencial del PIB británico y empeorar la situación de los residentes británicos. Brexit tiene muchos precios, y este es uno de ellos”, afirman desde Flossbach von Storch.
Sin duda, los analistas destacan que la incertidumbre que rodea al Brexit ha disminuido el atractivo del Reino Unido como destino para los trabajadores migrantes, particularmente para los polacos, que se encuentran entre el grupo de migrantes más fuerte en el Reino Unido. “La emigración de Polonia al Reino Unido en proporción con el total de emigrantes polacos ha disminuido en casi cinco puntos porcentuales desde 2014. En cambio, el atractivo de Alemania ha aumentado para los emigrantes polacos durante el mismo período”, matizan desde la gestora.
Según Flossbach von Storch, “el desarrollo de los flujos migratorios podría considerarse un triunfo para los partidarios del Brexit, ya que el compromiso de frenar la inmigración fue uno de los objetivos centrales de la iniciativa Brexit”. Sin embargo, la gestora advierte del coste que supone esta tendencia para el mercado laboral del país. Por ejemplo, para la industria manufacturera, la proporción de vacantes por cada 100 empleados ha aumentado significativamente desde finales de 2015.
Sector financiero
Pero esto también ocurre en los servicios, la columna vertebral de la economía británica. De hecho, la proporción de vacantes de empleo se ha ampliado durante el mismo período. Según indica la gestora, “este efecto difícilmente puede atribuirse a factores cíclicos, ya que la fase caliente del ciclo fue entre 2012 y 2015, seguida de una fase de estabilización a partir de entonces y hasta la votación de Brexit”.
Las estimaciones que se manejaban a finales del año pasado indican que el Reino Unido espera perder 5.000 empleos del sector financiero tras el Brexit, si hay acuerdo. Una cifra que daba John Glen, secretario económico y ministro de la City ante el Tesoro de Reino Unido.
Otras voces hablan de cifras mayores, ya que afectaría no solo a los servicios financieros sino a todo el sector. Por ejemplo, el Banco de Inglaterra ha sostenido, casi desde el inicio de este proceso, que el Brexit puede suponer al país la pérdida de 75.000 empleos en el sector financiero. Gran parte de esas pérdidas las sufriría la City de Londres, el distrito financiero de la capital británica, en el que varias firmas han empezado a cerrar sus sedes para establecerse en Amsterdam, Frankfurt, París y otras capitales comunitarias, evitando así perder la licencia que les permite operar en la UE.