Esta ha sido una semana larga y decisiva para el Reino Unido y su proceso de salida de la Unión Europea. Tal y como la mayoría de los analistas y gestoras señalaban estos días, la opción de una salida sin acuerdo ha sido rechazada y, según la votación de ayer, el Parlamento británico ha encargado a su primera ministra, Theresa May, que solicite a la Unión Europea una prórroga del Brexit. Pero también, el Parlamento escenificó que no tiene en mente celebrar un nuevo referendum.
Por ahora, y en opinión de Azad Zangana, economista senior para Europa de Schroders, “la coyuntura es sencillamente demasiado incierta como para poder extraer conclusiones precisas de los planes y perspectivas actuales. El ministro de economía británico ha dejado meridianamente claro que es necesario disipar la incertidumbre sobre el Brexit para impulsar la economía. De hecho, publicó una lista de aranceles que se aplicarían en caso de un Brexit sin acuerdo. Lógicamente, nada garantiza que siga en su puesto de aquí a unos meses para poder implantarlos”.
Según el análisis que hacen desde Schroders, la incertidumbre en torno a la relación del Reino Unido con la Unión Europea ha provocado que muchos inversores internacionales se muestren intranquilos a la hora de invertir en renta variable británica. Una encuesta reciente mostró que las acciones británicas son la clase de activos que menor interés despierta entre los gestores de fondos globales. “Si bien el temor a la incertidumbre resulta comprensible, lo aceptamos, dado que la incertidumbre genera las oportunidades de ineficiencias en los precios que buscamos aprovechar. Encontramos algunas de las oportunidades más interesantes en empresas cuyos negocios están más expuestos al consumidor interno, como las compañías de construcción y de los segmentos hotelero y de ocio”, afirma Sue Noffke, gestora de fondos de renta variable británica de la gestora.
Para James Beaumont, jefe de consultoría y asesoría, del equipo de soluciones dinámicas de Natixis IM, el impacto que está teniendo en los inversores es menor. Beaumont sostiene que no están viendo ninguna reacción específica por parte de los inversores europeos y que dentro del Reino Unido, tampoco han percibido que los inversores realicen grandes cambios en sus carteras por el Brexit.
Aún así, considera que los inversores deberán estar atentos a algunos aspectos. “Una revisión de la exposición a divisas de un portafolio sería oportuna, por ejemplo. La mayoría de los asesores del Reino Unido que han eliminado la cobertura a la exposición a renta variable de fuera del país se han quedado de por sí cortos en libras y por tanto se benefician de las noticias negativas sobre el Brexit. Asimismo, quienes han invertido en el FTSE 100, cuya mayoría de titulares tienen ganancias fuera del Reino Unido, por lo tanto están tranquilos”, apunta Beaumont.
Muestra de la normalidad con el mercado y los inversores están asumiendo, o descontando, el Brexit es que la libra y la renta variable permanecen impasibles ante la decisión de Reino Unido de pedir una prórroga. “Tras la votación para extender el proceso de Brexit, la libra británica no ha mostrado un movimiento significativo en el tiempo de apertura del mercado de valores, actualmente cotizando a más de 1,32 frente al dólar. Creemos que los tres votos que se produjeron durante la semana fueron en la dirección esperada y, por lo tanto, este precio se ha evaluado y, en nuestra opinión, el mercado aún no espera un Brexit duro. Si la UE 27 no acepta la solicitud de extensión, podría haber un riesgo negativo para el valor de la libra esterlina”, destaca Christopher Gannatti, jefe de análisis de WisdomTree.
En opinión Stefan Kreuzkamp, jefe de inversiones de DWS, todo lo ocurrido esta semana ha generado un estado de “peligrosa complacencia”. Kreuzkamp recuerda que “el reloj no se detiene y con cada día de espera, el Reino Unido se va acercando a un Brexit caótico y sin acuerdo. Mientras, tanto Theresa May como Jeremy Corbyn parece que han perdido el control de sus respectivos partidos. La perspectiva de una salida sin acuerdo por accidente sigue siendo muy real”.
Más tiempo… ¿para qué?
«La tercera y última votación de la semana, celebrar ayer, se saldó con la aceptación de una prórroga al artículo 50 con el objetivo de retrasar la salida de la Unión Europea más allá del 29 de marzo, con la posibilidad de fijar como nueva fecha el 30 de junio si se consigue sacar adelante el acuerdo de May con la Unión Europea en una tercera votación, que podría ser el el martes o miércoles de la próxima semana”, explican los analistas de Renta 4 Banco.
La cuestión es que, en caso de que se rechazase el acuerdo en tercera votación, la extensión del Brexit podría alargarse por años y Reino Unido participaría en las elecciones europeas. A corto plazo, el Reino Unido deberá aclarar a la Unión Europea para qué quiere ese tiempo extra: para volver a votar el acuerdo renegociado con Europa, cancelar el Brexit, celebrar un segundo referéndum o llegar a un nuevo acuerdo de divorcio. “Recordamos que nuestra postura se alinea con la consecución de una salida negociada, evitando una salida abrupta que sería perjudicial para ambas partes y provocaría importantes daños a nivel macroeconómico y fuerte volatilidad en los mercados”, apuntan desde Renta 4 Banco.
Mientras, hoy la Unión Europea debate la votación de ayer sobre el Brexit y, por ahora, se muestra dura y con poca voluntad de ceder. Estos días de votaciones, el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans, recordaba que el objetivo de Bruselas es que el Brexit cause “el menor daño posible” y devuelve la pelota al Reino Unido, ya que entiende que esto es un problema británico. “El desenlace del Brexit está en manos del sistema político británico. Aunque no hay que subestimar el riesgo”, advierte Timmermans.
Pese a su posición dura, la Comisión Europea no quiere dañar ni a la economía de la euro zona ni al proyecto comunitario, por eso ayer el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, sorprendió al ofrecer a May una posible prórroga de un año, o incluso más, para intentar reconducir las negociaciones sobre el Brexit.