A pesar de que Brasil sigue presentando un entorno de baja inflación y expectativas ancladas, el significativo aumento de la incertidumbre en cuanto a la aprobación de las reformas hace que los analistas de Banco Itaú esperen el Comité de Política Monetaria del Banco Central (Copom) realice un recorte de 100 puntos base.
Además el banco revisó al alza sus expectativas sobre la tasa de referencia, desde un 7,5% a un 8% para finales de año. De acuerdo con Itaú, «el nivel de la tasa Selic terminal dependerá crucialmente de la evolución de las condiciones políticas actuales y del impacto en la probabilidad de aprobación de las reformas económicas. En un escenario benigno donde las reformas son un poco pospuestas, el ciclo de relajación probablemente se acercará al nivel de 7,5% que estábamos pronosticando antes del aumento de la incertidumbre. Si, sin embargo, se materializa un escenario político más adverso, lo que conduce a un prolongado aplazamiento de las reformas, el ciclo de flexibilización podría acortarse, pero con la tasa Selic todavía cayendo a un solo dígito. En este contexto, en un entorno de incertidumbre por encima del nivel habitual, revisamos nuestro pronóstico para la tasa de interés del año, de 7,5% a 8,0%».
La revisión se da justo después de que Moody’s Investors Service rebajara la perspectiva de la calificación crediticia de Brasil a negativa, manteniendo su calificación en Ba2, dos niveles por debajo del grado de inversión, argumentando que «la crisis política que estalló en Brasil la semana pasada probablemente socavará la agenda de reformas del gobierno y bloqueará la aprobación de futuras reformas, incluida la seguridad social… Es probable que esto afecte negativamente la confianza de los inversionistas y lleve a una mayor volatilidad del mercado». Con esta clasificación, la deuda de Brasil ya se sitúa por debajo de la de Rusia o Turquía.