El riesgo de crédito no fue bien recompensado en 2018. En opinión de Allianz GI, y teniendo en cuenta que estamos en un punto maduro del ciclo, es muy probable que todo aquello que afectó al crédito al año pasado, se repita este. Ante este segmento de mercado, la gestora especializada en gestión activa propone a los inversores reforzar la calidad calidad de sus carteras apostando por los bonos flotantes: pasar a estrategias de crédito más defensivas con un mayor enfoque en la conservación del capital en este entorno incierto.
Según explica Luke Copley, gestor de carteras del equipo de renta fija global de Allianz Global Investors y especialista en producto de renta fija global, el año pasado el ajuste de políticas en Estados Unidos y la retirada gradual de liquidez por parte de los bancos centrales a nivel mundial desencadenó un aumento en la volatilidad del crédito. Sin embargo, el contexto macroeconómico global al que nos enfrentamos muestra un crecimiento maduro y un ciclo tardío, lo que ha provocado la debilidad de algunos fundamentales en el crédito corporativo.
“Mientras que el sector bancario fue el epicentro de la última crisis financiera, la próxima desaceleración podría haber sobrepasado el nivel de BBB industrial. Estos emisores están operando en el límite inferior del grado de inversión, con poco margen de maniobra. El crédito de BBB ha aumentado de alrededor de un tercio del universo investment grade de los Estados Unidos a casi la mitad en los últimos diez años. Si hay turbulencias en el entorno económico global y una desaceleración en el crecimiento, el potencial de estos planes de desapalancamiento no es bueno”, explica el gestor.
Frente a esta posibilidad de riesgo, Copley destaca una estrategia basada en ser más selectivos con los activos y en analizar los fundamentales. Uno de los activos que la gestora encuentra más atractivo es el bono flotante. “Nuestra estrategia Allianz Global Floating Rate Notes Plus no está sujeta a ningún índice y está enfocada a maximizar la flexibilidad en geografías a nivel mundial, en todo el sector y con libertad en todos los niveles de calificación. Creemos que este enfoque nos brinda la mejor oportunidad para evitar aquellas parte del mercado más comprometidas de cara al futuro”, señala.
En definitiva, esta estrategia ofrece a los inversores acceso al universo de bonos flotantes para lograr capturar, de forma atractiva, el margen que hay en el crédito ahora mismo: primas sin incurrir en un riesgo de duración. Según las previsiones de la gestora, esta estrategia sería capaz de superar las carteras de bonos fijos tradicionales en un entorno de tasas de interés crecimiento dada la estructura de tasa flotante que ofrece el activo. Como mínimo, el 51% de los activos del subfondo se invierte en valores a tasa variable de acuerdo con el objetivo de inversión.
Ahora mismo la estrategia está posicionada con un sesgo estructuralmente defensivo, centrado en vencimientos de menos cinco años y con un asignación de aproximadamente un 90% en bonos con calificación de grado de inversión. Según Copley, “hemos optado por mejorar la calidad con asignaciones a bonos con calificación A y estamos evitando activamente cualquier gran concentración en las explotaciones industriales de BBB, dado el potencial de que los riesgos de ángel caído se cristalicen en el futuro. Las características de diseño de la estrategia y nuestro posicionamiento actual están estructurados para ayudar a enfrentar los desafíos de la inversión crediticia en la última parte del ciclo”.
Para Copley, esta estrategia es una buena opción no solo porque es previsible que en los próximos años suban los tipos, sino porque puede ofrecer rendimientos “saludables” dentro de la renta fija. “Se espera que los activos de crédito continúen respaldados por el entorno de crecimiento macroeconómico, así como por la fuerte demanda de una base global de inversores. El acceso a las primas de riesgo crediticio a través de una estructura de tasa flotante puede brindar a los inversores la capacidad de obtener ingresos adicionales de las asignaciones de crédito y al mismo tiempo beneficiarse del aumento de las tasas de interés”, concluye.