Si miramos más allá de los titulares negativos sobre aranceles y guerras comerciales, el mundo está atravesando actualmente un momento de crecimiento económico sano y existe una presión ascendente en los tipos de interés debido a la eliminación de los estímulos monetarios. Para NN Investment Partners (NN IP), este entorno supone una oportunidad para la compra de bonos convertibles. Al tener características similares a las de los títulos de renta variable, pueden beneficiarse del crecimiento económico y apenas les impacta la subida de tipos por su corta duración, con una media de 1,8 años en todos los tipos de activos.
Los análisis muestran que, en los últimos 20 años, los bonos convertibles han superado a las acciones con un 35 % menos de volatilidad y aportando un valor añadido a las carteras de los inversores. Estos títulos pueden ser un poderoso elemento diversificador de carteras debido a su alta correlación con la renta variable (un 85 % en dos décadas), su correlación limitada con activos ‘high yield’ y bonos de alta calificación crediticia (71 %) y su correlación negativa con los bonos gubernamentales (-11 %).
El gerente senior de bonos convertibles en NN IP, Jasper van Ingen, asegura que el hecho de que la renta variable y los bonos convertibles registren mejores resultados que la renta fija en un entorno marcado por la subida de tipos de interés es un patrón bastante consistente que se remonta hasta los años 80. “Históricamente, la renta variable ha reaccionado bien cuando han subido los tipos de interés para contrarrestar el sobrecalentamiento económico, aumentando el rendimiento de los bonos convertibles”, señala antes de apuntar que, al mismo tiempo, a estos les afecta menos el aumento de los tipos que los no convertibles debido a su duración más reducida. A su juicio, la subida de tipos también supone un fuerte incentivo para que las compañías emitan esos bonos y les da más opciones a los inversores. “Por todo ello, el ‘momentum’ positivo que han atravesado los bonos convertibles a nivel global en 2018, el más alto desde 2007, no es una sorpresa”, afirma Van Ingen.
En NN IP, el equipo de inversión en bonos convertibles utiliza un marco temático para identificar las oportunidades de inversión a medio plazo más atractivas. En la actualidad, Van Ingen ve varios sectores clave con potencial en el mercado de bonos convertibles, como son electrónica, gasto sanitario y computación en la nube. En su opinión, estos sectores se beneficiarán de una demanda creciente de dispositivos electrónicos con cada vez más componentes para aumentar su funcionalidad, de servicios sanitarios para atender a una población en crecimiento que sea capaz de permitírselos, y de almacenamiento de datos en la nube.
“Estamos siguiendo de cerca un gran número de acontecimientos y posibles riesgos en los próximos meses, incluyendo la posibilidad de una nueva escalada en la guerra comercial y un resurgimiento de las tensiones geopolíticas. De ahí que sea importante construir una cartera que pueda soportar las disrupciones del mercado seleccionando bonos convertibles con sólidos fundamentos de crédito”, asevera.