La volatilidad ha regresado a las bolsas estadounidenses, con el Dow Jones Industrial Average cayendo más de 800 puntos el 10 de octubre y más de 540 el jueves.
El impacto de las tensiones comerciales globales y los crecientes costes han alimentado la ansiedad de los inversores en torno a los inminentes resultados de los beneficios empresariales, estiman Yana S. Barton, portfolio manager del equipo Growth de Eaton Vance, y Lewis R. Piantedosi, director del equipo.
Otra narrativa de este risk-off está motivada por la preocupación de que el aumento de las tasas podría amenazar el mercado alcista de acciones, ya que el aumento de los costes de endeudamiento puede afectar la rentabilidad corporativa y la nueva actividad comercial, mientras que los rendimientos más altos podrían hacer que los bonos sean relativamente más atractivos que las acciones.
Renta variable y tasas
Las tasas de interés están aumentando en todos los niveles, con los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años alcanzando el nivel más alto en siete años. Mientras tanto, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 30 años están superando el nivel clave del 3,25%, y los rendimientos a 2 años nuevamente están alcanzando niveles máximos para el ciclo actual.
En este escenario Eaton Vance analizó 11 periodos recientes en los que las tasas medidas por el rendimiento a 10 años se estaban moviendo al alza y cómo reaccionaron las acciones estadounidenses de gran capitalización.
Como se muestra en la tabla a continuación, el índice S&P 500 subió en cada período examinado, mientras que el índice Bloomberg Barclays US Aggregate Bond disminuyó en cada período.
Volatilidad y burbujas
“Como escribimos en febrero, después de una rápida caída de las acciones estadounidenses es importante que los inversores no dejen que sus emociones tomen el control cuando las turbulencias golpean sus carteras”, explican Barton y Piantedosi en el blog de Eaton Vance.
Ahora, los inversores se preguntan si esta liquidación es el preludio de una corrección aún más pronunciada después de la marcha relativamente constante en los últimos años. En lugar de tratar de adivinar o calcular el tiempo en el mercado, los expertos de la gestora creen que los inversores deben mantenerse enfocados en el largo plazo, ser selectivos y no dejar que las emociones conduzcan a malas decisiones.
“De hecho, argumentaríamos que el retorno de la volatilidad a los mercados es «normal» y que el mercado de valores de baja volatilidad que disfrutaron los inversores en 2017 es «anormal». Por eso continuaremos identificando compañías bien administradas en buenos negocios y con flujos de efectivo crecientes, y usaremos la volatilidad como oportunidades potenciales para comprar en puntos de entrada más atractivos”, apuntan desde Eaton Vance.
Por supuesto, las acciones son históricamente más volátiles que los bonos. Sin embargo, en función de los patrones de flujo y la posición actual, podría darse el caso de que si hay una «burbuja» en cualquier lugar, puede estar en los bonos.
Para Barton y Piantedosi, es difícil argumentar que los inversores están «eufóricos» con respecto a las bolsas, a pesar de sus atractivas ganancias en los últimos años, con información basada en los fondos de fondos mutuos y los flujos de ETF. De hecho, desde que el mercado de acciones tocó fondo en 2009 durante la crisis financiera la cantidad de dinero que se ha movido en bonos es más de 8 veces en relación con las acciones, según los flujos de fondos y fondos de ETFs.
“La volatilidad del mercado seguirá prevaleciendo a medida que los inversores se ajusten a los datos macroeconómicos, fiscales, monetarios y de ganancias fluidos. Creemos que los inversores deben permanecer en sintonía con los fundamentos de las compañías, ser selectivos y centrados en el largo plazo”, concluyen.