Asia continúa siendo el motor de crecimiento del mundo en 2021 y su principal economía, China, ha conseguido lidiar con la crisis sanitaria tras ser la primera en verse afectada por la pandemia del COVID-19 pero también la primera en salir.
Desde BNP Paribas Asset Management confían por ello en que la renta variable asiática y la china continuarán viviendo un buen rendimiento en 2021. El crecimiento económico de China se acelerará, puesto que continúa su recuperación gracias a tres elementos clave: la tecnología, la sostenibilidad y su estrategia de ‘circulación dual’, es decir, el mantenimiento de su sector exterior a la vez que fomenta el consumo interno.
Los expertos Zhikai Chen y David Choa, responsables de gestión de carteras de renta variable asiática y Greater China, respectivamente, analizan el mercado en un informe reciente de perspectivas en el que destacan que Asia es la única región cuya participación en la capitalización bursátil mundial ha aumentado enormemente en la última década, pese a lo cual muchos inversores siguen infraponderando la región. La mayoría invierte a través de ETFs globales.
Asia representa alrededor del 20% de la capitalización bursátil mundial, pero sólo constituye el 4% del índice MSCI World. Con economías en expansión, una creciente riqueza de los hogares y una transformación digital estructural, Asia es el hogar de la próxima generación de empresas que atenderán las crecientes necesidades de los asiáticos. Esta evolución podría ser muy positiva para los inversores en 2021 y en adelante, subrayan.
El caso de China
El país asiático ha vivido un repunte más rápido que el de otras grandes economías, ayudado por sus efectivos controles del COVID-19 y sus medidas de estímulo. Una política fiscal y monetaria controlada durante 2020 ha proporcionado a China las reservas necesarias para responder a cualquier resurgimiento del COVID-19 o al aumento de las tensiones geopolíticas. El aumento del 2,3% del PIB real se logró sin que las autoridades tuvieran que reducir tipos mediante la flexibilización cuantitativa o aumentar la carga de la deuda pública a través de medidas de estímulo del gasto.
La introducción del concepto de «circulación dual» en el decimocuarto Plan Quinquenal significa un cambio de enfoque hacia un impulso del crecimiento nacional y de la inversión en infraestructura de alta tecnología. Se espera que el énfasis en la economía verde, el control del clima y la revitalización de la actividad manufacturera beneficie a diversos sectores por el gasto en nuevas infraestructuras y la innovación tecnológica, así como la protección del medio ambiente, los proyectos de conservación del agua y las energías renovables.
Choa, gestor del BNP Paribas China Equity, comenta: «Muchos inversores aún subestiman el papel económico mundial de China y su fuerza innovadora y la infraponderan significativamente en sus carteras. La estrategia de ‘circulación dual’ de China sugiere que el crecimiento de la demanda interna, la sustitución de importaciones y la autosuficiencia tecnológica parecen ser impulsores macroeconómicos clave para oportunidades de inversión en China en los próximos años”.
“En general, somos cautelosamente positivos sobre las perspectivas a medio plazo para China, basándonos en sus sólidos impulsores tanto fundamentales como técnicos, sin dejar de ser conscientes de los niveles de valoraciones actuales, debidos a la alta liquidez y al fuerte optimismo en el mercado. Esperamos una mayor divergencia entre los ganadores y los perdedores en 2021 y, por lo tanto, seguimos siendo selectivos en nuestra selección de valores», añade.
Innovación creciente y oportunidades de inversión sostenibles
Con el aumento del consumo de datos, se prevé que el gasto chino en 5G sea de 184.000 millones de dólares de aquí a 2025, según la Alianza del Sistema Global para Comunicaciones Móviles (GSMA). La GSMA también estima que al mismo tiempo habrá casi 1.500 millones de usuarios de teléfonos inteligentes en China. Esto podría dar lugar a un importante aumento de la productividad que alivie la presión sobre el incremento de los gastos laborales. El tamaño del mercado nacional, un mayor gasto en I+D y el talento disponible también respaldarán el cambio a la fabricación de productos de alta calidad.
Además, las oportunidades para invertir de manera sostenible en China no dejan de crecer. Se han realizado importantes inversiones en lo que a la protección del clima y las energías renovables se refiere, para lograr su objetivo de volverse climáticamente neutra para 2060.
“Creo que todavía queda mucho crecimiento por llegar –indica Choa-. Con el cambio de la fabricación basada en mano de obra barata a la fabricación de productos de una calidad media-alta, el enfoque tecnológico ha comenzado a pasar de las aplicaciones de consumo a las empresariales».
Sol Hurtado de Mendoza, directora general de BNP Paribas Asset Management para España y Portugal, destaca en este contexto el fondo BNP Paribas China Equity, representativo precisamente de “las empresas relacionadas con el rápido avance en los sectores industrial, tecnológico y de ciencias sociales, así como con las mejoras en el estilo de vida y la consolidación en los sectores de la economía antigua y nueva”. El fondo cuenta con un volumen de 2.700 millones de dólares (a febrero de 2021) y se trata de una cartera concentrada de 40 a 60 valores gestionada de manera activa.
“Su disciplinado proceso de selección basado en fundamentales integra en un 100% criterios ESG. El fondo está diseñado para beneficiarse del crecimiento de la economía china y de las rápidas dinámicas que caracterizan a la región”, señala.