Los pronunciados brotes de volatilidad del mercado ocurridos durante 2018 han recordado a los inversores que los vaivenes en los ánimos no son nada raros, especialmente cuando las “estrellas” de la constelación económica -como son la recuperación del crecimiento, una inflación reducida y unas políticas monetarias a favor del crecimiento- han dejado de estar perfectamente alineadas. ¿Significa esto que puede preverse un cambio de régimen para 2019? Para BNP Paribas Asset Management, parece que sí. ¿Es este un augurio de tiempos peores para los inversores? Según señalan los expertos de la gestora, no necesariamente.
Los problemas persisten, pero ha habido tiempo para prepararse
En términos generales, algunos de los problemas más importantes de 2018 seguramente continúen durante 2019. El revuelo comercial iniciado por Estados Unidos debería seguir en marcha, por lo que las preocupaciones del mercado relativas a su incidencia sobre el crecimiento y la inflación no desaparecerán. El enfrentamiento más general entre Estados Unidos y China por la hegemonía mundial y las tensiones consiguientes podrían suscitar nuevas preocupaciones geopolíticas en los mercados y Rusia podría intentar beneficiarse de esta rivalidad, con el riesgo de que se promulguen nuevas sanciones.
Para BNP Paribas AM, también existe la posibilidad de que se formen “nubarrones geopolíticos” por la tensión entre Italia y la Unión Europea que podrían asustar a los mercados de bonos en euros y a la propia divisa y generar nuevas preocupaciones de ruptura en un año que ya estará marcado por la salida del Reino Unido de la UE. La incertidumbre sobre si existirá algún acuerdo debería haber desaparecido para marzo de 2019, pero aún es demasiado pronto para descartar la posibilidad de que se produzca una separación turbulenta y sus repercusiones tengan gran impacto.
El escenario base de los expertos de la gestora para 2019 se centra en un crecimiento robusto, aunque más lento, una inflación modesta y una normalización continua, pero gradual, de la política monetaria.
Un cambio de paradigma en un entorno benigno
Los expertos de la gestora creen que esto supone un cambio de régimen porque parecen haber quedado definitivamente atrás las décadas de mercados alcistas para la renta fija. En cuanto a la renta variable, la racha alcista del mercado estadounidense podría verse cada vez más amenazada. Según va madurando la recuperación posterior a la crisis, parece que las correlaciones entre las distintas clases de activo a las que se han acostumbrado los inversores irán desapareciendo.
Aunque lo anterior pueda “sonar bastante mal”, BNP Paribas AM considera que el entorno que habrá en 2019 será, de hecho, bastante benigno. El crecimiento parece empeñado en ir más lento, pero no se vislumbra ninguna recesión en el horizonte. En Estados Unidos, el consumo y el gasto de las administraciones debería apuntalar el crecimiento, y en China parece improbable que la tasa de crecimiento caiga por debajo del 6% por las medidas del Gobierno para contrarrestar la incidencia de los aranceles estadounidenses. Además, la gestora ve probable que se mantenga la recuperación de la Eurozona.
La inflación sigue atrapada entre, por un lado, ciertas presiones alcistas derivadas de años de recuperación económica, el descenso de capacidad del mercado laboral y de los aranceles comerciales, y, por otro, las presiones a la baja relacionadas con los avances tecnológicos y la mejora de la productividad. “El hecho de que la inflación esté tan baja debería quitarles presión a los principales bancos centrales para que hagan algo más que retirar gradualmente las medidas extraordinarias promulgadas tras la crisis y recuperar unos regímenes de política monetaria más normales”, aseguran los expertos.
Riesgos innegables, aunque manejables
Entonces, ¿qué riesgos podrían plantearse durante 2019? Para BNP Paribas AM, la economía estadounidense podría sobrecalentarse y “llevar la inflación al punto de ebullición”, pero, dado que la Fed continúa con sus subidas de tipos, este panorama “no parece muy probable de momento”. Mientras, desde la perspectiva comercial estadounidense, la posibilidad de un conflicto globalizado parece más remota. Como el Gobierno de Donald Trump acaba de suscribir acuerdos con distintos socios internacionales, han disminuido los temores a un proteccionismo generalizado, “por lo que el punto de mira se centra en el tira y afloja entre Estados Unidos y China”. Los aranceles de ambos no deberían tener más que un impacto limitado sobre el crecimiento (global) y, por consiguiente, sobre los mercados financieros.
Dejando a un lado la posibilidad de que se produzca un Brexit difícil, a juicio de la gestora, el riesgo político de la Eurozona podría convertirse en un problema importante. “El gobierno populista de Italia se resiste a abandonar unos planes presupuestarios que contravienen las normas de la UE y está haciendo caso omiso a los reproches de Bruselas, lo que podría causar un enfrentamiento que vuelva a despertar las preocupaciones de los inversores sobre la estabilidad de la Eurozona”, afirma. En su opinión, el espectro de que la deuda italiana podría alcanzar niveles insostenibles seguramente se deje sentir en los mercados y cree brotes de volatilidad durante 2019.
“Las elecciones al Parlamento Europeo, cambios en la dirección de la Comisión Europea y, quizá aún más importante, la llegada de un nuevo presidente al BCE, deberían hacer que la evolución de los acontecimientos políticos en Europa acapare tanta atención de los mercados como la agenda política de Donald Trump”, aseveran los expertos de BNP Paribas AM.