Los mercados de valores pueden ayudar a Latinoamérica a impulsar su crecimiento y reducir la desigualdad, explicó Javier Hernani, consejero delegado de BME, con ocasión de la inauguración del 21º Foro Latibex, esta mañana en Madrid.
“Uno de sus grandes retos es la menor productividad, responsable de que América Latina crezca por debajo de otras zonas emergentes de modo sistemático. Los mercados de valores pueden jugar un papel relevante en esta cuestión. La CAF destaca en su informe sobre la productividad que la renta per cápita de la región en relación con la de EE.UU. ha permanecido casi invariable desde 1960, avanzando apenas del 20% al 23%”, indicó.
En América Latina, el crédito del sector privado se sitúa en el 50% del PIB, cuando en EE.UU. llega al 200%. “Esta situación lastra el desarrollo de nuevas empresas, limita el crecimiento de las ya establecidas y reduce las tasas de innovación”, denunció, pero el sector privado -a través de los mercados de valores- puede ayudar a corregir estos problemas.
Por ello en su opinión, hay una gran oportunidad para buscar financiación privada, en un entorno de tipos bajos y abundante liquidez: “Son necesarias nuevas formas de canalizar la oferta global de financiación disponible a la demanda local para abordar grandes proyectos. Es aquí donde los mercados de valores pueden aportar su capacidad de poner en contacto oferta y demanda de modo eficiente”.
Deuda y acciones
La emisión de deuda del sector corporativo no financiero de América Latina ha crecido de modo significativo, multiplicando su saldo por cuatro en esta década. Este crecimiento resulta especialmente importante en el caso de México, Brasil o Chile, que acumulan ya saldos de deuda corporativa emitida de entre el 9% y el 16% del PIB, recordó.
“Precisamente esta capacidad de mayor financiación de las empresas se produce en aquellos países en los que los mercados de valores se encuentran más desarrollados. También sucede lo mismo en la financiación de capital a través de ampliaciones y otros flujos de financiación en acciones. Las mayores bolsas de la región han alcanzado los 9.000 millones de dólares en emisiones de acciones en los nueve primeros meses de este año, un 25% más que en 2018”, explicó Hernani.
Flujos hacia la inversión sostenible
Frente a lo que pueda pensarse y los tópicos de que la inversión sostenible es menor en los mercados emergentes, Hernani destacó que una parte creciente de esta financiación comienza a dirigirse a proyectos y desarrollos “que podemos calificar de sostenibles y que encuentran una acogida muy favorable en la comunidad inversora”.
“La primera emisión de bonos verdes en la región se registró en 2014. Desde entonces, el ritmo ha sido creciente y empresas y organismos multilaterales de la región han emitido 12.600 millones de dólares en deuda sostenible. Un 44% de esta financiación se dedica a energías renovables. Según Climate Bonds Initiative, en la primera mitad de 2019 se han emitido 3.600 millones, casi el doble que en todo el año anterior”, añadió.
España, un puente “perfecto”
España es el perfecto puente inversor entre el mercado europeo y el latinoamericano, dijo Hernani: “La historia y los estrechos vínculos culturales, económicos y empresariales que nos unen así lo demuestran”. “España es el punto de entrada en una región llena de oportunidades y no siempre de fácil acceso por parte de los inversores europeos. BME está decidido a seguir jugando su papel de liderazgo en la fructífera e ilusionante tarea de hacer llegar la inversión a Latinoamérica y, a la vez, de ampliar la gama de oportunidades para quienes invierten allí desde este lado del Atlántico. Tender puentes entre distintas economías y facilitar la financiación de las empresas es una función que está en nuestro ADN y que tienen pleno sentido en un entorno cada vez más globalizado”, aseguró.
En este contexto, hizo gala del papel que juega BME en los mercados latinoamericanos, al exportar su tecnología y sus infraestructuras de mercado a varios países de la región. “Nuestra vinculación con la región es decidida y trabajamos intensamente en diferentes proyectos, mano a mano como socios de sus plazas financieras”.
Entre ellos, están presentes con proyectos en México, Colombia, Chile, Venezuela, Costa Rica y Bolivia. Además, en alianza con la Bolsa de México, han promovido LED, una iniciativa conjunta para impulsar el negocio de Market Data en Latinoamérica.
En este contexto, también destacó iniciativas que ayudan a las empresas de menor tamaño a acceder con más facilidad a los mercados de valores, como el MARF (deuda) y MARF (acciones): “Somos testigos del movimiento inversor de empresas latinoamericanas hacia España en sectores tan diversos como el financiero, la industria alimentaria, la restauración o con creciente protagonismo, el inmobiliario. En los dos últimos años cinco socimis de capital iberoamericano se han incorporado a los mercados de BME”.
El foro
El foro Latibex durará dos días, en los que se profundizará en la realidad empresarial iberoamericana, en un evento en el que 40 compañías latinoamericanas y españolas se encontrarán con 115 inversores e intermediarios en nueve conferencias y cientos de reuniones individuales. Además de paneles sobre temas como el desarrollo sostenible, la necesidad de nuevas infraestructuras, las energías renovables y la financiación a través de bonos verdes, habrá también debates sobre las oportunidades que nos presentan las nuevas tecnologías o los logros de los emprendedores iberoamericanos.
“Desarrollar los mercados de valores no es solo cuestión de tecnología y de oferta comercial de servicios financieros. También hay un componente de conocimiento importante, de cultura financiera. En esta tarea, BME ha sido constante desde el inicio de Latibex y de este Foro, que pretende colaborar a que la información económica y financiera de la región y sobre todo de sus empresas, sea difundida eficazmente a los inversores”, apostilló.