El mercado navega por aguas desconocidas. Nadie sabe con certeza cuánto va a durar esta crisis, o cuál será su impacto económico. Pero se sabe que esta crisis también pasará, al igual que han pasado otras crisis a lo largo de la historia.
Por eso, según indica Aitor Jaúregui, responsable de BlackRock en España, Portugal y Andorra, lo más importante es no entrar en pánico cuando el mercado cae y moderar la exuberancia cuando sube. Las oscilaciones del mercado pueden agotar incluso a los participantes del mercado más experimentados. Quizás tenga sentido que los inversores practiquen un poco de “distanciamiento social” con su cartera, desconectando de los altibajos diarios del mercado.
En su lugar, los inversores deberían centrarse en el largo plazo. En BlackRock creen que una asignación de activos diversificada es un factor crítico para cumplir con los objetivos a largo plazo, en lugar de tratar de hacer timing al mercado. Después de todo, es extraordinariamente difícil acertar el timing del mercado, esto es tratar de vender en el punto máximo y comprar en el mínimo. Históricamente, desde 1962, el índice S&P ha tenido un desempeño promedio del 22% en los seis meses posteriores después de una caída en el mercado, y del 46% en los dos años siguientes (fuente: Bloomberg, datos a 16 de marzo de 2020). Por doloroso que pueda resultar, si un inversor tiene una cartera bien diversificada, es importante mantener el rumbo.
Aun así, cada inversor es diferente. Los objetivos, la tolerancia al riesgo y el estado actual de la cartera del inversor son importantes. Y sin sugerir, que se haya tocado fondo, Armando Senra, responsable de iShares en la región Américas para BlackRock, sostiene que, desde una perspectiva de largo plazo, los inversores deberían continuar monitoreando su asignación de mercado y considerar equilibrar a una ponderación estratégica o capitalizar las oportunidades que presenta la incertidumbre actual del mercado.
Después de todo, una cartera tradicional 60/40 (es decir, una cartera con un 60% de renta variable y un 40% en bonos, que a menudo se utiliza como una asignación representativa para la inversión a largo plazo), ahora se habría convertido en una cartera 51/49.
Esto podría significar que la cartera de los inversores no está alineada con el riesgo que están dispuestos a tomar para alcanzar sus objetivos de inversión. La última vez que los mercados experimentaron esta volatilidad -durante la crisis financiera de 2008-2009- los inversores hipotéticos que volvieron a equilibrar su objetivo de asignación de activos cada vez que su cartera se movió más del 5% con respecto meta a largo plazo del 60/40 obtuvieron un rendimiento superior del 1,77% sobre aquellos que no lo hicieron (1). Aún así, aquellos que permanecieron invertidos durante la crisis están mucho mejor que aquellos que se perdieron el repunte del mercado. De nuevo, no se trata de intentar entrar en el mínimo, sino simplemente de mantenerse invertido para conseguir sus objetivos.
En este contexto, en los últimos meses, desde BlackRock tuvieron la ocasión de hablar con numerosas instituciones, asesores financieros y otros inversores sobre cómo estaban navegando la actual crisis. A continuación, cinco ideas de inversión que buscan ayudar a reforzar la cartera y hacerla potencialmente más resistente, todas ellas accesibles a través de los ETFs de iShares.
Mantener el núcleo de la cartera: El núcleo de la cartera es su base, generalmente consiste en una combinación de acciones y bonos adecuados para los objetivos del inversor y su apetito para el riesgo. La velocidad de las recientes caídas del mercado significa que puede ser un buen momento para que aquellos inversores que tengan un horizonte a largo plazo de inversión se sumen a una cartera de acciones ampliamente diversificada a través de la exposición a acciones estadounidenses y otras exposiciones que formarán el núcleo de su cartera. Como se señaló anteriormente, esto puede significar un ajuste en la cartera para regresar a la asignación estratégica objetivo, muy probablemente incrementado el riesgo con posiciones en renta variable y reduciendo la renta fija.
Centrarse en la exposición de calidad: Es muy probable que la economía se esté adentrando en una recesión, aunque nadie sepa cuál puede ser su duración o su gravedad. Si ese es el caso, tiene sentido tener posiciones en empresas de mayor calidad con unos sólidos flujos de caja, unos beneficios estables y unos bajos niveles de deuda. Estos son los tipos de deuda que históricamente han proporcionado cierta resiliencia a las carteras.
Minimizando la volatilidad: Dadas las turbulencias sin precedentes que se han dado en los mercados, algunos inversores quieren tratar de mitigar la volatilidad mientras mantienen su exposición en acciones. Los inversores han adoptado estrategias diseñadas para reducir el riesgo general del mercado de renta variable en los últimos años, las llamadas estrategias de mínima volatilidad. De hecho, estos ETFs se han encontrado entre los vehículos de inversión que mayor crecimiento experimentaron en 2019.
Adoptando estrategias con factores ambientales, sociales y de buen gobierno (ESG): En BlackRock están convencidos de que las empresas con una alta calificación en criterios ESG pueden obtener un buen desempeño en un entorno posterior al coronavirus y añadir resiliencia a la cartera. Estas empresas tienden a tener atributos de calidad: balances sólidos, negocios estables y un gobierno corporativo sólido. Por lo general, tratan bien a sus empleados, por lo cual pueden reclutar y retener al mejor talento y utilizar los recursos de una manera eficiente.
Pensando en el futuro: los inversores a largo plazo deben recordar los cambios estructurales que están transformando la economía y la sociedad. Por ejemplo, estos deberían incluir empresas con una exposición significativa a muchas áreas en el foco en este momento, como los datos en la nube y las redes que permiten el trabajo en remoto, desplazando las viejas tecnologías y creando nuevos mercados, y con el potencial de crear unos beneficios económicos positivos. Otra área son los avances en el cuidado de la salud impulsados por la demografía, conforme la población estadounidense con más de 65 años supera por primera vez a aquella de 18. Esta tendencia está impulsando más inversión en investigación y desarrollo y progresos en dos de las áreas más interesantes de los avances médicos: genómica e inmunología, que no solo están en primera línea, sino que también están posicionadas para ofrecer un mañana más saludable.
Estos temas no son sólo atractivos porque ahora sean una prioridad, invertir en estas estrategias de megatendencias posiciona a los inversores en el largo plazo en un momento en el que éstas exhiben unas valoraciones más atractivas conforme el grueso del valor del mercado ha caído. Mientras que algunas de estas áreas han experimentado una caída menor que la del mercado debido al incremento de su demanda en el corto plazo, esto señala el atractivo de estas tendencias en el largo plazo.
Una nota final:
Al invertir en el largo plazo, es fundamental seleccionar el vehículo de inversión adecuado. En momentos tumultuosos, los ETFs de iShares han demostrado ser un vehículo de inversión para los inversores. Pueden utilizarse como bloques de construcción efectivos en las carteras de los inversores, proporcionando transparencia, eficiencia y calidad. Su resiliencia ha sido evidente en los meses de febrero a abril, pero su valor en el largo plazo es clave.
IMPORTANT INFORMATION
© 2020 BlackRock, Inc. All rights reserved.
1 Source: MPI Stylus as of March 20, 2020. The 60/40 portfolio modeled here is a blend of 60% MSCI All Country World Index, 40% Bloomberg Barclays U.S. Aggregate Index from 10/31/2007-12/31/2009. Past performance is not guarantee of future results.