En momentos de incertidumbre en los mercados, de ruido y de volatilidad, invertir en megatendencias puede ofrecernos una rentabilidad a largo plazo muy atractiva. Sin embargo, Manuel Gutiérrez-Mellado, responsable de desarrollo de negocio de BlackRock para España, advierte de que “también en las megatendencias hay que saber filtrar y aislarse del ruido, diferenciarlas de las modas pasajeras”.
Por identificarlas, desde BlackRock han desarrollado un marco que actúa a modo de filtro. “Para que sea una megatendencia ha tenido que provocar cambios regulatorios, económicos y sociales”, explica Gutiérrez-Mellado. Un ejemplo de elllo es el transporte eléctrico. “Es una megatendencia ya que ha supuesto un cambio en la regulación, con respecto a las emisiones, un cambio en la sociedad, ya que se demanda cada vez más y un cambio en la economía. Por ejemplo, los costes asociados a las baterías ya han disminuido”, explica el responsable de BlackRock.
Bajo estos criterios, BlackRock identifica cinco megatendencias, entre las que se encuentra el papel disruptivo de la tecnología, la cual consideran la más importante, el cambio climático, los cambios demográficos y sociales, la rápida urbanización y el crecimiento de la clase media en países emergentes.
¿Cómo abordan las megatendencias desde BlackRock?
La entidad ha creado una plataforma encargada de liderar el pensamiento megatendencias, sus cambios, las posibilidades de inversión y la creación de productos. De hecho, para invertir en una empresa, el 50% de sus beneficios deben estar vinculados a una megatendencia específica.
Esta inversión la hacen a través de dos vehículos, los ETFs y fondos de inversión. En total cuentan con 17 megatendencias. La inversión en nuevas energías, nueva generación de tecnología, futuro del transporte, Fintech y nutrición se hace a través de gestión activa. El resto de a través de gestión pasiva.
Para definir qué clase de gestión tendrá cada megatendencia la compañía tiene un protocolo definido que depende de varias variables. “La elección de un tipo de gestión u otra depende, por ejemplo, de si el universo de inversión es amplio o estrecho. Si el número de empresas vinculado a una megatendencia es acotado, creemos que tiene sentido lanzar un ETF. Por otro lado, si hay salidas a bolsa consideraremos que es un producto de gestión activa. La divergencia también es otro de los factores, por ejemplo, si un mismo fondo abarca 4 o 5 megatendencias más, merece la pena tener un equipo de gestión”, explica Gutiérrez-Mellado.
Dentro de la gestión pasiva, BlackRock ha trabajado con dos entidades más para lanzar sus propios índices de referencia que repliquen sus productos. “Había algunos proveedores de índices que ya tenían índices específicos, pero para aquellas zonas en las cuales hemos querido lanzar un producto y no había un índice de referencia que considerásemos válido, hemos firmado un acuerdo con Stoxx (proveedor de índices) y FactSet (compañía de análisis). De esta forma hemos construido índices de manera conjunta”, explica Guitérrez-Mellado.
Una particularidad de estos índices es que BlackRock le otorga el mismo peso a todas las compañías, es decir no construyen los índices por capitalización bursátil. “Se trata de estar expuesto a compañías que están fuertemente vinculadas a una megatendencia, queremos tener una exposición igual en todas”, concluye el experto.