“Creemos que el segundo semestre o, al menos, el verano, será una fase de consolidación y lateralidad antes que de ver avances adicionales en los mercados”: con estas palabras, Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, iniciaba esta mañana la presentación del informe sobre estrategia para el tercer trimestre de 2017. La palabra más repetida ha sido crecimiento, para todas las regiones y a nivel global, de forma moderada y constante.
La entidad considera que los fundamentales a nivel macro seguirán evolucionando de forma positiva y estima que aún pueden quedar siete años por delante de este ciclo económico. Según resume Forcada, “creemos que el crecimiento se dará a un ritmo algo más lento pero será sólido y constante. Además, la revisión de los resultados empresariales y la retirada de los estímulos de los bancos centrales serán dos elementos que marcarán ese ritmo”.
La entidad mantiene buenas previsiones y, a nivel global, habla de un crecimiento de en torno al 3%. Todas las regiones mejoran sus cifras macro: por ejemplo, en el caso de España, estiman un crecimiento del 3,2% para 2017 y del 2,8% para 2018. Respecto a la Eurozona, apuntan que el PIB crecerá un 1,7% y un 2% este año y el próximo año, respectivamente. Tan solo, se muestra más cauto con Estados Unidos, cuyo crecimiento ha revisado ligeramente a la baja, pasando del 2,2% que esperaba este año al 2,1% que publica en el informe.
Respecto a España, Eva del Barrio, miembro del equipo de Análisis y Asesoramiento de Bankinter, ha afirmado que “la economía va como una moto”. Una imagen muy gráfica para ilustrar el crecimiento equilibrado que lleva el país y que considera que en octubre se traducirá en una subida del rating soberano.
“El enfoque positivo de este momento es que vemos cómo estamos yendo hacia un modelo económico más sostenible, donde el peso del sector inmobiliario y de la construcción es menor, y en el que el desempleo baja y se crean puestos de alta cualificación; aunque este modelo tarde más en recuperarse”, defiende. Pero no es oro todo lo que reluce y Del Barrio reconoce que en la sociedad no existe esa percepción de mejora de la economía porque el consumo aún se mantiene bajo y por la delicada situación del mercado laboral.
Recorrido de las bolsas y rotación hacia el value
“En este momento, no creemos en absoluto que haya que reducir la exposición a las bolsas, sino en todo caso rotar de sectores e ir desde compañías de crecimiento a otras con valor y que ofrezcan dividendos”, apunta Forcada, tras destacar que lo que sí han revisado ligeramente al alza han sido las valoraciones de la bolsa.
En este sentido –en base a unos tipos a 10 años algo inferiores y a unas estimaciones de los beneficios empresariales ligeramente superiores a las existentes hace tres meses–, la entidad considera que los potenciales oscilan entre un 12% para el Ibex-35, un 21% para el EuroStoxx-50, un 15% para el S&P500 y un 18% para el Nikkei-225.
Ante estas previsiones, Forcada ha argumentado que, hasta ahora, las valoraciones justifican las cotizaciones alcanzadas en todos los casos y que, además, el sentido de las revisiones viene siendo consistentemente al alza, lo que permite que las bolsas sigan ofreciendo recorrido.
Con este escenario, Forcada insiste en que “las bolsas y los activos inmobiliarios siguen ofreciendo un recorrido razonable, incluso después del camino recorrido, mientras que los bonos parecen sobrevalorados. Por eso, el riesgo sigue siendo superior en los bonos que en las bolsas, aunque el ajuste en los precios de aquéllos no vaya a ser inmediato”.
Los riesgos
Es escenario que Bankinter muestra para el próximo trimestre y casi hasta 2018 no está exento de riesgos. Según Forcada uno de los más importantes es la amenaza ante una posible sobrevaloración de activos a lo largo de los próximos meses. “El riesgo más real de materializarse es el dejarse llevar por la sensación de optimismo y que las expectativas corran más que los resultados empresariales”, matiza.
Junto con este riesgo, señala otros dos: la inestabilidad política europea y americana, y la geoestrategia. “Sobre el primero, lo cierto es que se ha relajado algo más después de la victoria de Macron en Francia y de los diferentes resultados electorales que hemos ido viendo. Podemos decir que el populismo se aleja. Respecto a las tensiones geoestratégicas, la amenaza es Corea del Norte y cómo pueden ir evolucionando las relaciones con otros países, como con Estados Unidos”, afirma.