El pasado domingo, el BCE hacía públicos los resultados del análisis más riguroso realizado hasta la fecha sobre el sector bancario europeo. El ejercicio realizado por la autoridad responsable del sistema bancario en Europa deja corto, tanto por su minuciosidad, como por el número de especialistas involucrados, a cualquier análisis que hayan realizado anteriormente otras autoridades supervisoras en Europa, EE.UU. o Japón.
Garrett Walsh, director de Análisis de Crédito Europeo de Pioneer Investments, ha publicado un análisis sobre el resultado del AQR y los stress tests del sector bancario europeo en la reciente edición de Investment Talks de la firma. Éste es un resumen de las conclusiones principales:
¿Qué ha comprendido este análisis?
El AQR ha estudiado de forma detallada las carteras de préstamos de 130 bancos. Por otro lado, ha realizado stress tests de 123 entidades financieras, incluyendo bancos no pertenecientes a la eurozona, para el periodo 2014-2016.
¿Cuáles son los resultados preliminares del análisis?
De los bancos puestos a prueba, 25 han suspendido. En total, sumaban necesidades de capital de 25.000 millones de euros a la fecha en la que se tomaron los datos, pero desde entonces ya han ampliado capital por 15.500 millones por lo que en la actualidad necesitan 9.500 millones de euros adicionales. El número de bancos fallidos (25) es algo mayor de lo que se esperaba pero casi la mitad representan fallos técnicos (es decir, bancos cuyo déficit de capital ya se ha subsanado), por lo que realmente hay 13 bancos que siguen en la lista de fallidos, y son todos bastante pequeños, sin que haya ningún gran banco en la lista que presente un riesgo sistémico. Es decir, no hay shocks.
No ha sorprendido mucho que la mayor parte de las instituciones que han suspendido el test vengan de Grecia, Portugal, Italia y Austria. Ninguna de las grandes entidades que se citaron la semana pasada como potenciales suspensos (como Erste o Commerzbank), han presentado problemas. Esto podría cuestionar el rigor del test, pero en todo caso debería servir para restaurar, al menos de forma parcial, la confianza en el sector.
¿Cuáles son los siguientes pasos para los bancos que han suspendido?
En las dos semanas próximas a la publicación de los resultados, los bancos tienen que enviar un plan detallando cómo van a cubrir las necesidades de capital. Estas necesidades, identificadas por el AQR o el escenario base de los stress tests, deberán haber sido cubiertas antes del final de abril de 2015. Las identificadas en el escenario adverso del stress test deberán cubrirse antes de final de julio de 2015.
A pesar de que los importes de capital identificados son modestos (9.500 millones de euros para todo el sector), es posible que las opciones estratégicas de algunos de los 13 bancos que han suspendido sean limitadas. Es posible que puedan vender algunos activos, podrían ser absorbidos por competidores más fuertes o, en último caso, necesitar algún tipo de ayuda estatal.
¿Cuáles son las implicaciones más importantes para el sector financiero?
Si bien algunos se preguntarán si el examen ha sido suficientemente duro, Pioneer Investments cree que un ejercicio de esta envergadura debería ayudar a restablecer la confianza en el sector. Como mínimo, debería ayudar a que los inversores vean que no hay “esqueletos en el armario” en los portafolios de préstamos de los bancos más débiles”. Además, ahora que el examen se ha completado, es de esperar que los bancos europeos tiendan a dar más préstamos, en especial en los países periféricos en los que la falta de crédito es un verdadero problema, si bien es verdad que en muchos países la demanda sigue siendo apática.