El consejo del Banco Central de Chile acordó por unanimidad el día 3 de septiembre reducir la tasa de interés de política monetaria en 50 puntos base hasta situarla en el 2,0%, su valor más bajo desde 2010. Esta decisión ya estaba descontada por el mercado, pero sin embargo, la autoridad monetaria dejó abierta la posibilidad de nuevas bajadas al reconocer que “se podría requerir una ampliación de dicho estímulo”. La mayoría de los analistas consultados coinciden en que el entorno exterior jugará un papel determinante de cara a nuevos estímulos.
En esta línea, César Guzmán, gerente de macroeconomía del Departamento de Estudios de Inversiones Security afirma que la TPM se mantendrá en estos niveles por más tiempo: “más ajustes vendrían si no hay una mejora en el frente externo o más aún ante un deterioro adicional. No obstante, nuestra visión es que estaríamos en un punto alto de la volatilidad y de aversión al riesgo, que se normalizaría gradualmente en los próximos meses, por lo que podríamos ver una TPM en este nivel por más tiempo, con el sesgo expansivo, pero sin materializar las bajas.”
Para el equipo de Análisis Económico de Itaú Chile, la autoridad monetaria mantendrá, «en ausencia de datos negativos» la tasa al menos en su reunión de octubre « mientras evalúa la inflación y las perspectivas para la actividad». Sin embargo, afirman que la probabilidad de un mayor estimulo aumentaran «si las tensiones globales se intensifican aún más, afectando las decisiones de inversión doméstica.»
El equipo de economía y estrategia de BICE Inversiones, espera sin embargo, un recorte adicional de 25 puntos base en la reunión de diciembre por el empeoramiento del las expectativas de crecimiento mundial: “Recientemente hemos visto que han aumentado las tensiones en materia comercial, además las proyecciones de crecimiento global se han ajustado constantemente a la baja y hemos tenido eventos de índole política que han acrecentado la incertidumbre. Ante este panorama, creemos que es factible que el consejo decida realizar un nuevo aumento en su estímulo monetario, en la medida que continúe el deterioro en el plano externo.”
De la misma opinión es el equipo del servicio de estudios de Santander Chile que ve como muy probable un nuevo recorte de la TPM este año aunque cuestiona sus efectos reales sobre el crecimiento: “ estimamos que es altamente probable que el instituto emisor vuelva a reducir la TPM en 25 puntos base, probablemente a fines de año. Si se materializa el escenario de menor crecimiento de los socios comerciales, podría ser necesario ampliar aún más el estímulo con recortes adicionales en 2020. En todo caso, dado que el mercado ya ha internalizado bajas adicionales en la TPM, lo que se ha ido incorporado en las tasas de los créditos, sobre todo hipotecarios, el impulso adicional que pueda entregar el Banco Central bajando la TPM es limitado”
Sin embargo, Sergio Lehman, economista jefe de BCI, destaca los efectos positivos que las bajadas de tasas pueden tener un la inversión no minera y reconoce que el Banco central “ introduce un tono más bien moderado en esta dimensión, al advertir la posibilidad de sorpresas positivas del lado de la inversión no minera especialmente, recogiendo las bajas de tasas de interés y las medidas de estímulo anunciadas por el gobierno.”
Con respecto al tipo de cambio, el experto espera una moderación del peso/dólar hasta situarse por debajo de los 700 pesos/dólar hacía fin de año: “ En la medida que buena parte de la decisión y el mensaje entregado en el IPoM estaba incorporado por el mercado, no se prevén efectos importantes en el tipo de cambio. Su evolución estará más bien determinada por los desarrollos externos. Prevemos, en esa línea, que la guerra comercial debería ir moderándose hacia los próximos meses”, explica el economista jefe.