AXA IM propone la creación de los «bonos de transición» para acelerar la transición global a las energías limpias y contribuir a lograr los objetivos mundiales de lucha contra el cambio climático. Así lo ha explicado la gestora, quien pretende con este tipo de bonos que las compañías con un uso intensivo de carbono financien su conversión hasta que dejen de usar combustibles fósiles.
Si bien los bonos verdes se han convertido en un activo atractivo para los inversores, AXA IM considera que esta clase de activos se encuentra en “una encrucijada”, con la posibilidad de que los bonos se vean menoscabados por el deseo de una mayor emisión que el sector no puede absorber en la actualidad. Por ello, el equipo de ESG de AXA IM solicita un nuevo tipo de bono que ayude a las empresas “que aún no son verdes, a que lo sean”, y por lo tanto luchará para justificar una alta calidad y para que haya una “taxonomía verde”.
Teniendo en cuenta esto, AXA IM ha desarrollado pautas para respaldar a los posibles emisores de “bonos de transición”, que abarcan aspectos como la presentación de informes, la gestión de los ingresos y las estrategias de sostenibilidad de los emisores, para crear un mercado riguroso para ellos. Según su visión, los bonos podrían usarse para financiar proyectos como el almacenamiento de captura de carbono, plantas de cogeneración e infraestructura de transporte de gas, entre otras áreas.
Por el lado de la demanda, la gestora considera que estos “bonos de transición” ayudarían a los inversores a responder a su inquietud de no solo apoyar a las empresas que ya son ecológicas, sino lograr que otras lleguen a serlo.
“Creemos que establecer una nueva clase de activos bajo el nombre de bonos de transición es vital para aquellos emisores que no tienen la capacidad o las capacidades para lanzar bonos verdes. Dirigidos a compañías que operan en industrias intensivas en gases de efecto invernadero, como materiales, extractivos o químicos, junto con otras compañías que carecen de activos suficientemente verdes para emitir un bono verde, los bonos de transición proporcionarían una fuente alternativa de financiamiento específicamente dirigida a ayudar a que el viaje sea más ecológico”, sostiene Yo Takatsuki, jefe de AXA IM de ESG Research and Engagement.
Desde la propuesta que plantea AXA IM, los bonos serían utilizados por las compañías únicamente para financiar proyectos de transición, con un alto nivel de transparencia en torno a los bonos y su uso para dar a los inversionistas la confianza de cómo se está desplegando su capital.
En opinión de Takatsuki, este tipo de activo permitiría que la calidad del mercado de bonos verdes evite que se diluyan por emisiones donde el beneficio ambiental de los proyectos, que se financian, es menos claro. “Creemos que los bonos verdes deben seguir siendo un mercado que priorice la ambición, la calidad y la integridad. La adición de bonos de transición ayudará a mantener el nivel de calidad del mercado de bonos verdes al tiempo que ofrece una fuente de financiamiento para las otras actividades necesarias para el cambio tecnológico y energético que fomentará la llegada de un mundo y una economía baja encarbono”, añade.
Por su parte, Hans Stoter, director global de inversiones core en AXA IM, destacó que, en AXA IM, “es esencial que los gestores adopten un enfoque proactivo hacia el financiamiento sostenible, por lo que queremos desempeñar un papel de liderazgo en el desarrollo de bonos de transición ya que tienen el potencial de impactar significativamente el mercado. Es necesario que las compañías intensivas de energía de carbono vayan hacia un modelo de actividad sostenible y con un consumo de energía menor. El trabajo que nuestro equipo ha hecho para solicitar este nuevo tipo de bono y describir el marco de trabajo para que se convierta en una realidad es un paso importante para nosotros como gestora socialmente responsable».