En un intento por arrojar luz sobre la situación de los bancos en Italia, el equipo de análisis de AXA IM liderado por Eric Cheaney ha analizado la situación del sector así como los posibles escenarios y soluciones propuestas. La conclusión es que, a pesar de las caídas del sector y de las bajas valoraciones (0,6 valor en libros vs 0,4 que llegó a cotizar en 2009), todavía es pronto para entrar en esta industria.
De hecho, manda la cautela: “A pesar de las correcciones nos mantenemos cautos ya que la volatilidad va a seguir alta y la visibilidad baja”, explican. La gestora recuerda que la corrección de mercado no solo ha sido de bancos europeos (también los estadounidenses) y que no se ha trasladado con la misma magnitud a los mercados de crédito investment grade no financiero. “Los inversores están más preocupados por los beneficios del sector financiero que por el resto de sectores lo que va acorde con una curva de tipos planas y un entorno de baja inflación y un sistema financiero que sigue con más apalancamiento que el resto de sectores”, explican. De ahí la preocupación y la cautela por la banca.
Con respecto a Italia, en la gestora analizan los pasos desde que el pasado 26 de enero el Gobierno Italiano y la Comisión Europea llegaran a un acuerdo para gestionar el problema de los préstamos NPLs a través del esquema GACS (Garanzia Cartolarizzazione Sofferenze). “La no creación de un banco malo genérico (para todo el sector) donde se puedan transferir los activos dudosos de los bancos no es bien visto por el mercado porque retrasa temporalmente el problema; y al mercado le gustan las soluciones rápidas. Pensamos que la solución de buscar un esquema para sacar los préstamos con condiciones crediticias peores yendo banco a banco puede ser más lenta pero más efectiva”, explican.
En su opinión, este esquema voluntario debería evitar o retrasar las posibles ampliaciones de capital en los bancos italianos, evitando las diluciones de capital y mejorando la estructura de capital para una posible emisión de bonos.
“Empezaríamos a ver los beneficios de este nuevo esquema en 15/18 meses y las emisiones empezarían en el segundo trimestre 2016, lo que mejoraría también los balances y las condiciones crediticias y eso ayudaría a una recuperación de la economía italiana”, explican desde la gestora.
Eso sí, la visibilidad sobre el tamaño de las emisiones es baja ya que es un “esquema voluntario” y puede influir el riesgo reputacional. “Estará más centrado en bancos pequeños con mayores apalancamientos”. En su opinión, el tamaño de las emisiones para este año debería estar por debajo de los 10.000 millones de euros y para el año que viene ligeramente por encima. El volumen estimado de NPLs es de 360.000 millones, que es el 18% del total de volumen de préstamos.
“La posibilidad de que los tramos senior de estas emisiones puedan ser consideradas como “activo elegible” para entregar en el BCE mejoraría mucho el volumen de emisión de las mismas”, añaden.
“Se crearía un SPV (Special Porpouse Vehicle) para meter los activos dudosos (NPLs) colateralizados por emisiones de deuda cuyos tramos senior podrían estar garantizados por el gobierno y los bancos pagarían un interés al tesoro. Esta garantía gubernamental se prestaría siempre y cuando se coloquen los tramos junior a un inversor para que los NPLs puedan ser desconsolidados de balance. El precio de esta garantía se basaría en el precio de los CDS de emisiones análogas en riesgo: ésta es la clave para no considerarlo como ayudas del Estado”, analiza la gestora.
AXA IM añade que el mercado está estimando los pagos por estas garantías en torno a 100 puntos básicos y los diferenciales de los tramos senior entorno a 60/70 puntos básicos. Esta estructura debería ser una mejora en los costes de financiación de vehículo de entre 150 y 200 puntos básicos. “Esta estructura debería mejorar también la rentabilidad/riesgo de los tramos junior (o mezzanine) y cerrar el gap bid/ask que hay entre lo que piden los inversores y lo que ofrecen los bancos – 20/30% valor facial de los inversones vs 40/50% que piden los bancos-“.
Para la gestora, estas medidas deberían ser complementarias a las reformas de capital adoptadas el año pasado y a la mejora de la regulación que han acelerado los procesos ejecutivos y mejorado las tasas de recuperación.