David Donora, director de Materias Primas de Threadneedle Investments, discute algunas de las cuestiones clave que preocupan a los inversores en los mercados de materias primas, perfilando su visión para este mercado de cara a los próximos meses.
¿Cuál es su visión para las commodities en lo que resta de 2014?
David: Somos muy optimistas con las perspectivas macroeconómicas para lo que queda de año. La expansión vendrá liderada por los países de la OCDE, y en particular por Norteamérica, la región en la que el crecimiento es más fuerte y se está acelerando más. A no ser que se dé una escalada significativa de los eventos geopolíticos, esperamos que el crecimiento global mejore. Puesto que el mundo desarrollado lidera el crecimiento, la expansión será más intensiva en energía, y menos intensiva en materias primas industriales, que suelen beneficiarse más del consumo de las economías emergentes.
¿Puede hablarnos sobre la evolución del sector energético, y de cómo está afectando el conflicto iraquí al petróleo?
David: Esperamos que el precio del Brent se mantenga elevado, entre 110 y 115 dólares por barril a final de año. También seguimos viendo que haya una discrepancia entre el Brent y el WTI con este último cotizando con un descuento de entre 7-15 dólares respecto al Brent.
Aplicándolo a la curva, esto implica que prevemos que el Brent siga en backwardation, es decir, que los precios del futuro con vencimiento inmediato están por encima de los que tienen vencimiento a cinco o diez años. De igual manera, pensamos que a corto plazo el WTI también estará en backwardation.
Sin embargo, a medida que la producción de petróleo siga aumentando en Norteamérica deberíamos ver cómo la curva termina por aplanarse.
¿Qué perspectivas tiene para los metales básicos, industriales y preciosos?
David: Desde un punto de vista sectorial estamos posicionados de forma neutral en metales básicos, en contraste con nuestra sobreponderación máxima en petróleo. Si bien la posición global en metales básicos iguala a la del mercado, estamos significativamente sobreponderados en plomo y níquel e infraponderados en cobre y aluminio.
Respecto a los metales preciosos, tenemos una posición infraponderada en oro y en línea con el mercado en plata. Nuestra infraponderación en oro no es tanto reflejo de perspectivas pesimistas respecto al metal, sino consecuencia de nuestro optimismo respecto a otras commodities y porque esperamos que el oro se quede rezagado respecto a otras materias primas en el entorno actual. El oro suele comportarse mejor, no solo cuando hay tensiones geopolíticas sino también cuando existen dudas sobre la credibilidad del dólar como divisa de reserva. Dado que actualmente EE.UU. está creciendo con relativa fuerza y que las inversiones fluyen hacia el país para financiar proyectos manufactureros y de producción energética, estas dudas no tienen lugar. Como ejemplo, en 2013 se destinaron 200.000 millones de dólares a la inversión de proyectos petrolíferos en EE.UU.
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