Silvina Batakis asumió uno de los ministerios de Economía más difíciles de ejercer en el mundo después de la inesperada renuncia de Martín Guzmán, quien capeó lo peor de la crisis de la deuda argentina y no pudo resistir las divisiones internas del gobierno en medio del agravamiento de la crisis de financiación y a un año de las próximas elecciones.
¿Quién es Silvina Batakis y qué situación recibe?
“Silvina Batakis es una economista de 53 años con una Maestría en Economía Ambiental, considerada alineada con el kirchnerismo”, señalan en un informe del Banco Mariva. Se trata de la primera mujer que asume el puesto en la historia de Argentina.
“Silvina Batakis se desempeñó como secretaria de Provincias del Ministerio del Interior a cargo de Wado de Pedro y, anteriormente, fue ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires durante la gestión de Daniel Scioli. Se define como una economista heterodoxa que defiende la planificación y la intervención del Estado en la economía”, explican desde Cohen Aliados Financieros.
Em el mismo sentido se expresan desde Portfolio Personal Inversiones (PPI): “En pocas palabras, Batakis tiene una visión heterodoxa de la economía. Según sus propios dichos en Twitter, cree que el Estado debe intervenir y planificar para reducir la pobreza con una sociedad que lo imponga como meta social. En 2013, definió que esta coalición de gobierno apadrina una economía por la inclusión social más que una “neoliberal”. En una entrevista realizada en marzo de 2020, Batakis defendió junto a Cecilia Todesca (entonces vicejefa de Gabinete) la política
de retenciones al sector agroexportador. En el ejercicio de su cargo de secretaria de provincias del Ministerio de Interior, Batakis resaltó que, más allá de tener un objetivo recaudatorio, las retenciones son destinadas principalmente a la redistribución de los recursos. Por otro lado, ignorando totalmente los tecnicismos, aseguró que dan al Gobierno la posibilidad de generar recursos en dólares para ser destinados a la producción y el pago de la deuda”.
La nueva ministra recibe una economía con creciente déficit fiscal, presión en las reservas internacionales, riesgo país por encima de los 2.400 puntos y una inflación mensual en torno al 5% mensual.
Según el último Relevamiento de Expectativas del Mercado realizado por el Banco Central, los analistas consultados proyectan una inflación para 2022 por encima del 70%. El nuevo dato de inflación, ya parece haber roto las expectativas del ministro saliente sin poder reflejar la desaceleración de precios.
“Dada su trayectoria como ministra de Economía de la ABP y sus estrechos vínculos con el kirchnerismo, probablemente podríamos ver una respuesta negativa del mercado. Los inversores podrían temer desviaciones del programa del FMI, mayor gasto fiscal, menos aumentos de tarifas en el futuro y, por lo tanto, mayores subsidios y financiamiento monetario”, explican desde Banco Mariva.
“El primer impacto directo que pudimos ver es sobre la deuda en pesos. Toda la curva podría enfrentar presiones a la baja, ya que el riesgo alcista esperado proveniente de un nuevo sesgo fiscal podría dañar la sostenibilidad actual de la deuda. El BCS también podría enfrentar presión dada la mayor financiación monetaria, mientras que la deuda en dólares fuertes podría reducir el RV esperado de una posible revisión futura en los próximos años (consulte aquí nuestra evaluación del precio actual de los bonos). Probablemente el mercado podría comenzar a asumir un riesgo aún mayor en los cupones de corto plazo que en 2023 pasan del 0,5% (Global 2030) al 3,875% (Global 2038)”, añaden desde la entidad.
Los desafíos de la nueva ministra: ¿sigue en vigencia el acuerdo con el FMI?
Una de las razones de la renuncia de Guzmán eran las presiones de un ala del gobierno para que se mantuvieran o aumentaran los subsidios (especialmente a la energía). Pero el aumento del gasto público choca con los compromisos de reembolso de deuda y control del déficit con el FMI. Además, Guzmán deja pendiente la negociación de la deuda con el Club de París, que estaba en curso y deberá continuar con el equipo de Batakis.
“La primera pregunta que deberá responder la nueva ministra es si sigue vigente el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, señala el director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, Víctor Beker. “Esto parece difícil, teniendo en cuenta que el sector que la respalda y que la promovió al Ministerio de Economía tiene un profundo desacuerdo con los términos de dicho convenio con el Fondo”, continúa.
“Por lo tanto, cabría suponer cuanto menos ciertas modificaciones que, de alguna manera, ya el propio exministro Guzmán había planteado respecto de las metas acordadas con el FMI”, advierte el economista.
“En consecuencia, la incógnita es en qué se traduce ese replanteo de metas o bien si directamente nuestro país se encamina a una ruptura con el Fondo Monetario Internacional. Tratándose de la Argentina, ningún escenario es descartable a priori”, reflexiona.
“Uno de los primeros desafíos de la ministra será reafirmar el acuerdo con el FMI, uno de los principales legados que dejó Guzmán. Será importante también determinar cómo estará formado su gabinete, especialmente en secretarías clave como la de Presupuesto y la de Finanzas”, concuerdan desde Cohen Aliados Financieros.
“El foco de atención de este lunes también caerá sobre la reacción del mercado secundario que, a primera impresión, desembocaría en una mayor venta de instrumentos en pesos y más demanda de los tipos de cambio financieros.
Además, llegarán las primeras estimaciones privadas de inflación de junio, que esperamos en torno al 5,5%. En cuanto a publicación de datos, el jueves se publicará el Informe Monetario Mensual, y el viernes se conocerá un nuevo informe del REM, que podría traer nuevos ajustes en materia de inflación tras el aumento de emisión”, añaden desde la firma argentina.
Un problema político y la necesidad de llegar a acuerdos
“Los inversores están preocupados porque siempre vieron que el problema de la Argentina era político, y se dan cuenta que sin un gran acuerdo político al menos dentro del oficialismo va a ser muy difícil terminar con esta dinámica. La Argentina, tal como lo experimentó Martín Guzmán durante sus dos últimas semanas de mandato, se quedó sin financiamiento, tanto externo como interno, y esto se produce dentro de una inercia inflacionaria en la que la gente está a la expectativa de que puede pasar cualquier cosa. Para calmar esta situación, lo primero que se necesita es llegar a acuerdos, relanzar el gobierno, tomar decisiones fuertes y buscar convencer a la gente para intentar cambiar esa dinámica que hace que la gente esté pensando minuto a minuto qué va a pasar con el dólar y con la inflación”, declaró por su parte Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero.
“Hoy en día, el acuerdo con el FMI es secundario. Creo que el Fondo no está en condiciones de soltarle la mano a la Argentina y no se va a involucrar en una carrera electoral. Alberto Fernández tiene que plantear algo contundente, es decir qué tipo de plan económico a nivel local está buscando; el FMI se va a acomodar si el plan es medianamente razonable. Pero la realidad es que no hay plata para aumentar el consumo, no hay reservas para aumentar la producción y no hay financiamiento para mantener este déficit fiscal. Entonces, se tienen que sentar el presidente y la vicepresidente con la ministro de Economía y hablar sobre qué nivel de inflación están dispuestos a tolerar, cuánto quieren bajar el gasto o enfriar la economía. Es lo que hace un ministro de Economía con su equipo”, añadió Timerman.