La subida del Merval y el retroceso del dólar este jueves en Argentina han sido los fuegos artificiales con los que el mercado ha saludado la inclusión del país en el índice de mercados emergentes de MSCI. La noticia ha saltado fronteras y se analiza como un gran avance para el mercado de capitales argentino.
Para Marcelo Telles, CFA, del equipo de Equity Research para la región americana de Credit Suisse, “la tan esperada reclasificación es una noticia positiva para el Merval y especialmente para los bancos argentinos, que experimentaron ventas significativas desde principios de enero (acumulando un 43% de disminución en el año anterior), a raíz del deterioro del entorno político y el movimiento mundial de fortaleza del dólar”.
“Consideramos que los bancos argentinos son razonablemente atractivos incluso con tasas de descuento más altas: después de tener en cuenta el gran aumento del costo del capital (220 pb más que nuestra actualización de febrero) y la moneda más débil, reducimos los precios objetivos en un 41% en promedio para los bancos en nuestra cobertura. Si bien no estamos formalmente realizando cambios en nuestras previsiones por el momento, esto está siendo capturado de alguna manera a través de una prima de riesgo más alta. Reconocemos que la volatilidad del mercado debería mantenerse, con un alza promedio de 24% en nuestra cobertura en dólares, pero creemos que los bancos argentinos se ven razonablemente atractivos después de la venta masiva, especialmente considerando que estamos en niveles de CDS estresados (525 pb frente a 350 pb a principios de año). ) y en una moneda mucho más depreciada”, añade el analista de Credit Suisse.
Marcelo Telles compara la situación de Argentina con la de otros países en circunstancias similares: “Una mirada a experiencias comparables de inclusión de MSCI muestra que en términos de experiencias comparables, Pakistán fue el último mercado de frontera promovido a estado emergente. Su inclusión se anunció en la última revisión de las clasificaciones del mercado (junio de 2016) y se implementó en la revisión semestral de mayo de 2017. Antes de Pakistán, las últimas promociones de EM de Frontier fueron Qatar y Emiratos Árabes Unidos, ambos implementados en mayo de 2014. Aunque cada caso tiene sus propias circunstancias específicas, vale la pena señalar que los tres de estos mercados promocionados experimentaron retornos positivos en dólares a la venta entre anuncio de promoción e implementación efectiva, lo que es un buen augurio para la renta variable argentina, especialmente considerando que el mercado argentino había disminuido en comparación con un aumento para los otros tres países en los meses anteriores al anuncio de inclusión. Cabe destacar que MSCI menciona que la decisión podría ser revisada en el caso de que las autoridades argentinas introduzcan algún tipo de restricciones de acceso al mercado, tales como el control de capital o de divisas”.
Juan Miguel Salerno, gerente de inversiones Compass Group Argentina, señala que “el efecto directo es que a partir de su inclusión, a pesar de estimar en sólo un 0.4/0.5% su ponderación en el índice de emergentes, implicaría una demanda potencial de 3.500 a 4.000 millones de dólares en acciones argentinas. La historia demuestra que otros mercados tras su inclusión tuvieron fuertes rendimientos, cercanos al 40%.”.
Salerno prosigue: “Un punto interesante es la actual valorización y la posición técnica de los inversores en el Equity argentino. A diferencia del mercado de deuda, el mercado de acciones no se encuentra sobreinvertido y lleva una corrección durante el año del 31% en dólares (considerando la suba del día de este jueves). Las acciones argentinas además transan a un descuento del 15% en términos de Precio/Utilidad futura versus sus comparables de Latinoamérica y 25% respecto de emergentes brindando un buen punto de entrada. Es importante mencionar que en casos anteriores, los países que ingresaron al índice mostraron cotizaciones a premio de mercados emergentes luego de la implementación de la reclasificación·.
El gerente de inversiones Compass Group recuerda que“la inclusión sólo atañe a los ADR’s y que MSCI monitoreará cualquier medida que afecte a los mercados. El desafío es que el mercado local pueda consolidarse y también en un futuro las acciones locales puedan ser incluidas. En síntesis, es una gran noticia, pero los desafíos para Argentina continúan. Lo urgente es estabilizar el mercado cambiario, donde somos constructivos sobre la estabilización del mismo y que esto decante positivamente en las valorizaciones de los activos”.
Desde el Banco Itaú se estiman “entradas de capitales potenciales máximas de 6.900 millones de dólares, suponiendo una asignación completa al índice argentino por parte de fondos pasivos y activos que siguen al MSCI. Dada la coyuntura internacional, es más probable es que los flujos sean más cercanos a los 1.500 millones de dólares, asumiendo que principalmente los fondos pasivos inviertan en Argentina. Llegar al rango superior del rango probablemente requerirá mejores expectativas del mercado”.
Según Axel Christensen, jefe de estrategia de inversión para Latinoamérica e Iberia de BlackRock, “esta es una validación de las importantes reformas macroeconómicas positivas que Argentina ha promulgado en los últimos años y respaldamos la visión de largo plazo que ha prevalecido en la decisión de MSCI, a pesar de la reciente volatilidad observada en los mercados argentinos de acciones y divisas”.
“Con un ratio de precio/utilidad corporativa a 12 meses de cerca de 10 veces, así como un tipo de cambio a niveles atractivo, el mercado bursátil ofrecer interesante oportunidades de inversión de portafolio por parte de extranjeros. Asimismo, y aun considerando el reciente incremento de volatilidad que observan sus activos financieros, pensamos que Argentina sigue presentando atractivo potencial para la inversión de largo plazo, particularmente en sectores como el energético y la infraestructura”, afirma Christensen.
Morgan Stanley estima que los fondos indexados al MSCI Emerging Markets podrían incorporar activos de empresas argentinas por valor de 3.400 millones de dólares. Por su parte, JP Morgan evoca una demanda de 5.500 millones de dólares.