Con el 3 de noviembre cada vez más cerca, las elecciones presidenciales en Estados Unidos vuelven a ser uno de los principales factores de incertidumbre global, después de un año en el que la pandemia las ha relegado a un segundo plano. Amundi Asset Management aborda en su último “Investment Talks” elaborado por profesionales de la gestora las posibles repercusiones de los comicios en la economía del país y los mercados.
El resultado de las elecciones
Joe Biden ha disfrutado de una notable estabilidad en las encuestas nacionales de este año. Actualmente, está por delante de Trump, con un 7,6%, según una encuesta de la entidad, por debajo del máximo del 10,4% de junio. Sin embargo, Amundi AM considera que la carrera está mucho más cerca, en torno al 50/50, con un pequeño margen para Biden.
“El resultado sigue siendo incierto por diferentes razones. En primer lugar, mientras que la ventaja de Biden en las encuestas nacionales es significativa, en los ‘swing states’ es solo del 3,9% y, en muchos, su ventaja está dentro del margen de error”, afirma en el análisis. Por ello, espera que la elección quede determinada por estos últimos, entre los que se encuentran Arizona, Florida, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Pennsylvania y Wisconsin.
Además, la participación será crítica. La gestora anticipa un récord en este sentido, con el mayor número de votos por correo. En general, la ciudadanía valora negativamente a Trump, con un -9,6%, según dicha encuesta. Sin embargo, el presidente disfruta de una aprobación neta positiva del 4% en su manejo de la economía, lo que podría ayudarle a ganar más apoyo popular si la economía gana impulso.
Las temáticas clave
Hay tres temáticas principales en la campaña de Trump: la ley y el orden, China, y la aptitud de Biden para el cargo. Mientras, Biden está haciendo una campaña sobre política económica («Build Back Better»), sanidad, justicia racial y moralidad, y planea otro paquete de estímulo fiscal para abordar los problemas económicos inmediatos vinculados a la pandemia.
Además, tiene planes para lanzar una gran inversión en infraestructura y apoya una versión modificada del Green New Deal. Biden también busca impulsar el Obamacare y la reforma de los medicamentos con prescripción. Con todo, Amundi AM advierte de que ambos candidatos tendrán que lidiar con el problema a largo plazo de la creciente desigualdad.
Las consecuencias para las inversiones
“El dólar debería seguir siendo débil a medio plazo, debido a la reaparición de déficits gemelos y a la creciente relación deuda/PIB, junto con el compromiso a largo plazo de la Reserva Federal de mantener los tipos de interés cercanos a cero”, señala. A su juicio, si aumentan las perspectivas de una reelección de Trump, podríamos ver una apreciación temporal del dólar debido a las preocupaciones sobre las perspectivas de un aumento de las tensiones comerciales y una mayor incertidumbre geopolítica.
En cualquier caso, la gestora pronostica una volatilidad del mercado a corto plazo en el momento de las elecciones, ya que el mayor riesgo es una carrera indecisa. Dependiendo del ganador, ciertos sectores del mercado pueden responder de manera diferente. En su opinión, es probable que los de la tecnología, defensa, finanzas y energía tradicional se desempeñen mejor con Trump, mientras que los relacionados con las energías renovables y la infraestructura serán los ganadores bajo Biden.
“En ambos escenarios, creemos que la inversión en ESG ganará cada vez más fuerza a nivel mundial debido a la creciente presión de los inversores por una mayor divulgación y mejores prácticas de ESG, apoyadas por la aceleración de los flujos de capital hacia este ámbito, incluso en Estados Unidos y a pesar del retroceso de Trump”, afirma. En caso de que Trump sea reelegido, el tema seguirá ganando fuerza, aunque no al mismo nivel que si se produce una clara victoria demócrata.
El impacto internacional
Es probable que las relaciones entre EE.UU. y China sigan siendo difíciles. Según Amundi AM, además de la guerra tecnológica en curso, la guerra de capitales contra los holdings extranjeros y la reorientación de la cadena de suministro mundial, la situación actual en Hong Kong introduce el riesgo de sanciones estadounidenses a los bancos chinos y de una exclusión del sistema del dólar.
“Por lo tanto, el acuerdo comercial de Fase 1 parece estar en pausa por ahora, con pocas esperanzas de que se alcance la segunda fase. Los enfrentamientos accidentales en el mar de China Meridional o en el estrecho de Taiwán podrían llevar la situación a un punto de no retorno”, advierte.
Asimismo, hace hincapié en que las relaciones entre EE.UU. y la Unión Europea se han deteriorado significativamente bajo la presidencia de Trump. Por ello, ve probable que hubiera alguna mejora bajo una presidencia de Biden, mientras que se podrían decidir más barreras comerciales si Trump es reelegido.