El mundo está plagado de charcos en los que los inversores son susceptibles de caer, como el del petróleo o el de la inestabilidad en China, pero la buena noticia es que esos charcos no están interconectados, y no hay riesgo de contagio. Así explicó la situación económica Philippe Ithurbide, economista jefe y director global de Análisis y Estrategia de Amundi, en “La Noche Amundi”, un evento celebrado la semana pasada en Madrid en el que la gestora explicó sus perspectivas de cara a 2016.
Aunque consciente de que el “consenso del mercado es demasiado optimista con respecto al crecimiento” y cree necesario revisar a la baja las previsiones, lo que le lleva a la cautela, en general se muestra favorable a invertir en activos de riesgo, sobre todo en bolsa europea y japonesa, en crédito high yield europeo y con grado de inversión estadounidense, deuda pública periférica europea y, en divisas, aboga por estar largo en el dólar frente al yen y en el yen frente al euro.
Esa visión favorable hacia los activos de riesgo se debe que los factores de inestabilidad son relativos. En primer lugar, el petróleo barato puede tener consecuencias negativas en los mercados, al no saber hasta dónde puede caer el precio –dos tercios de la caída viene motivada por la oferta, dice-, pero a la vez tiene efectos positivos sobre el consumo, permite liberar tensiones inflacionistas y bajar tipos en el mundo emergente y controlar los movimientos restrictivos de los bancos centrales. Y aquí se refiere a la Fed: “La Fed lleva los últimos ocho años avisando de que en dos años los tipos estarán en el 2% pero no lo ha cumplido. Llega tarde con la subida de tipos, en un momento del ciclo maduro y donde el crecimiento empieza a caer y, además, es el único banco central que está restringiendo la política”. Por eso en la gestora solo esperan un movimiento alcista de tipos más en 2016, frente a sus comunicaciones que hablan de cuatro.
El petróleo barato también ha llevado al BCE a hacer ajustes. Ithurbide cree que los próximos estímulos podrían venir a través de un mayor recorte de los tipos de los depósitos (medida que no le gusta), una extensión del QE que podría llevar a comprar deuda privada, u otro LTRO, que considera bueno para los bancos.
Con respecto al otro factor de volatilidad, China, cree que el problema “no es tan grave como en el pasado”, pues solo trata de estabilizar su divisa, no de devaluarla (vaticina depreciaciones del orden del 5%-7% anuales, no mayores), confía en su capacidad para sostener el crecimiento y cree que a corto plazo éste se situará en torno al 5%, y no al 3% (una cifra que podría alcanzar a largo plazo, pero no ahora). Al margen del impacto que pueda tener en los mercados emergentes, los desarrollados sortearán los problemas gracias a la fortaleza en la demanda interna (también gracias a unas materias primas más baratas) y del consumo, de forma que están mejor preparados que en 2008 para afrontar una crisis.
Ithurbide cree que la bolsa española también puede hacerlo bien: “Nos gustan países consumidores de materias primas, con un crecimiento independiente, poca vulnerabilidad financiera y de deuda y atractivas valoraciones y España encaja en esos criterios».
Apuesta por la bolsa europea
En este contexto, la gestora se muestra favorable a la bolsa europea. “¿En qué más podemos invertir que no sea renta variable? Con los tipos en negativo o muy bajos, ahí es donde está la mayor fuente de rentabilidad. Europa ofrece rentabilidades por dividendo del 4%, lo que nos da protección en un entorno en el que el gap con los tipos de interés es alto. Hay muchas compañías que están recomprando acciones y actividad corporativa”, añade Alexandre Drabowicz, director de Especialistas de Inversión de Renta Variable, que también ve oportunidades en Japón, un mercado sin exposición al tema energético y donde el 40% cotiza a un precio menor al de su valor en libros. En emergentes, cree que no todo es malo y habla de la bolsa india (teniendo en cuenta que el PIB del país crece al 7,5% y que uno de los políticos de los que más se habla en el mundo, tras Obama, es Modi). Y otra idea a la hora de invertir en bolsa: la volatilidad no es necesariamente el enemigo y es invertible, dijo; los fondos de volatilidad de Amundi cumplirán 10 años pronto.
Teniendo en cuenta estas oportunidades, Frédéric Pascal, director adjunto de Gestión Multiactivo, explicó la presencia de renta variable europea y japonesa en sus carteras, junto a EE.UU. y también confesó empezar a añadir algo de emergentes, pero siempre cubriendo los riesgos macro con la compra de deuda pública estadounidense. En sus carteras también tiene cabida la renta fija, a través de activos de crédito (por ejemplo, deuda subordinada de financieras europeas, mejor que ir al crédito de los emergentes) y deuda pública periférica europea. “En un entorno en el que la renta variable es volátil, la renta fija también tiene su lugar en las carteras y juega un papel: el de aportar unas rentas estables y diversificar frente a los activos de riesgo. Una cartera mixta será más robusta pues la renta fija ayuda a reducir la volatilidad o a aumentar los retornos con la misma volatilidad”, defendió Myles Bradshaw, director de Estrategia de Renta Fija Aggregate.
Frente a añadir más riesgo en una deuda que cada vez da menos retornos, defendió una gestión destinada a generar alfa. “Los tipos bajos estarán muchos años y la industria tendrá que adaptarse, asumiendo mayor riesgo de duración o de crédito, pero no es la única solución. Lo mejor es diversificar las inversiones, invertir fuera de Europa, de forma global, donde hay diferentes ciclos en diferentes regiones”. Mirar fuera para encontrar oportunidades y diversificar, en lugar de añadir más riesgo, es su receta para invertir este año en el activo.
¿Qué rentabilidades esperar?
Los expertos de Amundi se mojaron y estimaron rentabilidades del 3,5%-4,5% en los fondos de renta fija, del 5%-6% en las carteras multiactivo, y del 10%-12% en las de renta variable a nivel global. “Hace unos meses augurábamos retornos de un solo dígito en bolsa pero tras las caídas estoy más confiado en que se podrán obtener dobles dígitos en Europa, y retornos del 15% en algún emergente que protagonice un rally”, dice Drabowicz.
El evento terminó con las presentaciones de dos temáticas en renta variable independientes de la macro, las de Robert Hackney, director ejecutivo senior de la estrategia value First Eagle Investment Management, que defendió valores como la humildad, la paciencia y la flexibilidad a la hora de invertir, frente al dogma, el odio y la arrogancia; y la de Clément Maclou, gestor de Renta Variable Temática de CPR AM, que habló de la estrategia para beneficiarse del envejecimiento de la población, una tendencia demográfica inexorable.
Cerró el evento Laurent Bertiau, director general adjunto y director global de Ventas de la gestora, que habló de la internacionalización del negocio (con el 75% de las ventas de Amundi en 2015 procediendo de fuera de Francia).