La actividad económica global ha seguido creciendo en todo el mundo, incluso se ha acelerado, en el primer semestre de 2017 debido, en la mayor parte de los países, a la demanda doméstica. La inversión empresarial se ha reforzado en varias áreas (Estados Unidos, Eurozona, Japón) y el comercio global ha mejorado desde el comienzo del año, gracias a la resincronización del ciclo global.
En este entorno, la perspectiva de Amundi Asset Management para la eurozona ha mejorado aún más ya que las expectativas de crecimiento han aumentado del 1,6% al 1,8%. Las economías emergentes también se han beneficiado de la fortaleza del ciclo global, la debilidad del dólar y la prudente política de normalización de la Reserva Federal.
En cuanto a la inflación, mientras la subyacente sigue siendo moderada incluso en países que tienen pleno empleo, o casi (Estados Unidos, Alemania, Japón) y los precios del petróleo han caído en respuesta al exceso de oferta. En cuanto al futuro, el equipo que lidera Pascal Blanqué, director de Inversión del grupo, estima que los precios del petróleo estarán en torno a los 50 dólares por barril en los próximos años y la inflación subyacente se acelerará, pero seguirá siendo moderada en relación con los estándares históricos. En consecuencia, se espera que los bancos centrales sigan siendo acomodaticios en lo que queda de 2017.
Este escenario de “reflación suave”, con la inflación en línea con los objetivos del Banco Central y el crecimiento global ligeramente por encima del 3%, sigue siendo el escenario base de la gestora (70% de probabilidad).
“Aunque los riesgos políticos han disminuido en Europa, siguen presentes en el resto del mundo con importantes riesgos geopolíticos en Corea del Norte y China que podrían salpicar de forma grave al resto del mundo. El riesgo de que la política económica de Estados Unidos decepcione también es alto en este momento y sigue siendo un importante riesgo que es preciso monitorizar”, escribe Blanqué en el análisis mensual.
Estas son para Amundi las ideas de mayor convicción de cara a los próximos meses:
- Multi-Activos: en general, la gestora mantiene un riesgo de fondo, principalmente a través de la renta variable (Europa, Japón y mercados emergentes seleccionados). “De todas formas, no creemos que el entorno de inversión actual no presente riesgos para los inversores: la complacencia del mercado – en términos de baja volatilidad, y alta correlación entre clases de activos – ha aumentado más y algunas áreas del mercado (especialmente la deuda de Estados Unidos) tienen un precio excesivo”, explica el director de Inversiones. “Es importante ser selectivos en la deuda y esforzarse para proteger las carteras de los inversores frente a riesgos de cola a través de la cobertura”, añade.
- Renta Fija: los precios se están encareciendo en todas partes. En los mercados desarrollados la deuda soberana sigue siendo poco atractiva y está expuesta a riesgo de tipos de interés, especialmente si se tiene en cuenta la próxima retirada de la política monetaria extraordinaria de los bancos centrales. Ante esto, Amundi mantiene un énfasis en la duración corta y preferencia por los bonos corporativos frente a los soberanos en Estados Unidos y la eurozona. “Creemos que es importante adoptar un enfoque de mayor cautela ante la deuda high yield, debido al excesivo estrechamiento de diferenciales en este segmento, mientras buscamos oportunidades de rentas en los bonos de mercados emergentes”, explica Blanqué.
- Renta Variable: la opinión de la gestora sobre la renta variable es positiva, especialmente debido a la perspectiva de fortaleza en los beneficios, flujos de inversor y tendencia económica. “También favorecemos Japón y mercados emergentes, donde los beneficios han sido revisados al alza por primera vez en 5 años”.
- Activos Inmobiliarios: Amundi cree que existe valor en la continuidad de la liquidez en especial en el terreno de los préstamos apalancados. “Somos más prudentes en general en el capital riesgo debido al problema de los precios. En un escenario reflacionario, todavía queda algún valor en los activos inmobiliarios europeos (precios de los inmuebles atractivos y posible aumento del alquiler), para invertir a través de la diversificación”, concluye.