A cinco años de la crisis financiera mundial, América Latina se prepara a crecer más lentamente que antes de la crisis. Desde Standard & Poors y de acuerdo a un análisis de la región, esperan que el PIB de América Latina se expanda 3.2% en promedio de 2011 a 2015, en comparación con el 5.1% durante el periodo de 2004 a 2008. Las expectativas de un crecimiento más moderado se produce después de una fuerte recuperación económica inicial y a pesar de que América Latina se las arregló durante toda la crisis financiera mundial mucho mejor de lo que esperaba Standard & Poor’s Ratings Services, y muchos otros participantes del mercado.
La calificadora espera un crecimiento más moderado en los próximos años debido principalmente a condiciones externas menos favorables, como un menor crecimiento mundial y precios más bajos de materias primas internacionales, con más riesgos negativos que positivos, a medida que la expansión china se establece en torno a 7%. Además, conforme el estímulo extraordinario de políticas monetarias a nivel mundial vigente desde 2008 llega a su fin, las condiciones de financiamiento externo se han endurecido y continuarán haciéndolo en tanto las economías avanzadas, encabezados por Estados Unidos, normalizan sus políticas monetarias.
«Los cambios en la economía mundial juegan un papel importante en el menor crecimiento proyectado de América Latina, al igual que los factores específicos de cada país. Consideramos que tanto el entorno externo menos favorable como las decisiones locales de política económica marcarán la diferencia para las expectativas de crecimiento y la calidad crediticia en la región. Probablemente tendremos un crecimiento sin brillo en 2013, y un repunte ligero en 2014».
Durante los últimos dos años, en general la calificadora ha bajado su proyección de crecimiento para América Latina a medida que los datos reales han sido menores a lo que esperaban debido a que la situación mundial se mantuvo débil. Actualmente estiman que el crecimiento promedio se moderará en 2013 en comparación con 2012, para luego mejorar algo en 2014, a medida que la economía de Estados Unidos se recupera, China crece al ritmo actual (frente a otra caída en el crecimiento), y Europa sale de la recesión, aunque con un crecimiento muy bajo.
El caso de Brasil
En Brasil, Standard & Poors espera que la economía crezca en torno a 2.5% este y el próximo año. En 2013, las presiones sociales han exacerbado la ya baja confianza del sector privado generada por las decisiones inconsistentes en las políticas. Esto se suma a los problemas de competitividad, el desvanecimiento del crecimiento vinculado con el gasto de consumo, y el menor crecimiento de la fuerza laboral. Dado que la moneda brasileña, el real, se ha debilitado recientemente, desde la firma esperan que esto ayude en cierta medida a la industria al contrarrestar potencialmente los efectos de las mayores tasas de interés (y los rendimientos más altos de los bonos en medio de la discusión de la Reserva Federal de Estados Unidos respecto a la disminución de la compra de bonos).
En el período previo a la elección presidencial de 2014, no esperan que el gobierno revierta de manera marcada su política con el objeto de alentar la confianza del sector privado. El torneo de la Copa Mundial de Fútbol, a desarrollarse en Brasil en 2014, puede respaldar temporalmente el crecimiento, pero el avance en los proyectos clave de infraestructura será más importante para la percepción, inversión y crecimiento del sector privado en general.
México
Standard & Poors espera para México un crecimiento de solo 1.5% este año, sujeto a algún riesgo a la baja adicional por las recientes tormentas. La fuerte desaceleración del crecimiento económico este año se derivó de una demanda más moderada de las exportaciones mexicanas por parte de Estados Unidos, así como de una caída en el gasto del gobierno después de que el nuevo presidente de México asumiera el cargo a finales de 2012. Además, el gobierno reorientó su política de construcción de vivienda, lo que ha perjudicado a este sector. Sin embargo, desde la calificadora esperan que el crecimiento del país repunte en 2014 como resultado de la mejora en la economía de Estados Unidos y suponiendo que el gobierno avanza en las reformas estructurales exhaustivas para impulsar la inversión. Un peso más débil en el corto plazo también respaldaría cierto viraje en las exportaciones y para las remesas de los mexicanos que trabajan en el extranjero.
A pesar de algunas revisiones a la baja de sus proyecciones de crecimiento desde principios de este año, siguen esperando que los países más pequeños de la región presenten el mayor crecimiento debido a la demanda interna más robusta. El crecimiento de Panamá en torno a 7% este año y el próximo es inferior al de los últimos años, pero todavía es sólido y refleja la fuerte inversión para la expansión del canal y otros proyectos de infraestructura.
De manera similar, en Chile y Perú, esperan que la solidez del consumo y de la inversión, respectivamente, compensen el nivel más bajo de exportaciones. En Argentina y Venezuela, las inadecuadas políticas macroeconómicas siguen limitando el crecimiento. La economía de Argentina continúa recuperándose desde su nivel más bajo en el segundo trimestre de 2012, pero sigue limitada por las políticas distorsionantes que mantienen la inflación elevada. Y en Venezuela, la volatilidad en medio de políticas económicas problemáticas persiste junto con las tensiones políticas bajo la administración de Nicolás Maduro, quien asumió el cargo en abril de 2013.