Todas las gestoras coinciden: 2018 fue un pésimo año para la mayoría de los activos. De cara a 2019, los análisis y perspectivas apuntan que hay una mayor preocupación en el mercado, más volatilidad, fundamentales sólidos y que el mal año podría haber sido una corrección justa y necesaria.
“Hay un pequeño gap entre el sentimiento que tiene el mercado sobre ciertas acciones frente a lo que ha sido su valoración. Hemos visto acciones y desempeños decepcionantes, pero no son empresas que podamos decir que sean decepcionantes”, apunta Antoine Badel, socio, director de análisis y estratega de Alken. En su opinión, ante un escenario de este tipo, solo queda tener una fuerte confianza en el stock picking, que la propia gestora defiende como parte de su filosofía de gestión de activos.
Según el análisis que hace Badel, y tomando como referencia tres los fondos clave de la gestora en Europa –Alken European Opportunities Fund, Alken Absolute Return Europe Fund y Alken Small Cap Europe Fund–, considera que hemos asistido a un ajuste de mercado. “A partir del segundo trimestre de 2018, las empresas lo hicieron bien, la economía fue bien aunque con un menor crecimiento, pero el mercado entró en pánico y eso ha hecho el caer la renta variable. Es cierto que a lo largo del último año hemos tenido ciertos aspectos que han presionado el entorno, como el Brexit y las tensiones con los presupuestos italianos, y esas presiones se han introducido en volatilidad en el mercado”, argumenta cuando explica su balance del año pasado.
De cara a 2019, sostiene que los fundamentales son buenos y toma como referencia el índice de actividad manufacturera, que todavía crece. “No esperamos una recesión de forma inmediata, pero sí un menor crecimiento. Además, el crédito en la eurozona crece de forma estable y saludable, manteniendo cierta divergencia entre empresas y hogares. El ciclo está siendo muy largo en Estados Unidos y si llega una recesión, podría desencadenarse por un sobrecalentamiento de su economía. En cambio, nosotros somos más paranoicos con vigilar el crecimiento, creemos que es en lo que realmente debemos fijarnos”, añade Badel.
Tampoco cuenta con que este año veamos grandes subidas de tipos de interés, menos aún en Europa, donde considera que el Banco Central Europea seguirá dando soporte al mercado: “La renta variable seguirá sostenida por el entorno de tipos. El BCE medirá muy bien sus subidas respecto a cómo vaya evolucionando y creciendo el PIB de la eurozona. Y, por parte de la Fed, la institución norteamericana ya ha dado signos en su discurso de que pueda mantener los tipos bajos hasta 2021”.
¿En qué lugar deja las posibilidad de inversión en Europa? “Queda mucho dinero por hacer en el mercado europeo. Creemos que todavía hay valoraciones atractivas y oportunidades para no tener que tomar ya posiciones defensivas. Pero más allá de sectores o posiciones, lo que creemos que mejor está funcionando es la alta convicción y el stock picking, así como una menor concentración de la cartera que nos ha permitido tener una mayor resiliencia para recuperar los porfolios y la selección activa de acciones”, apunta Badel.
En sus tres principales fondos que invierten en Europa, el gestor reconoce que han perdido más que el conjunto de mercado, pero confía en la construcción de sus carteras porque está basada en los fundamentales y no en ese pesimismo que detectó en 2018 en el mercado. Entre los sectores con mayor presencia en sus fondos destacan el consumo no básico, el sector de la automoción, el consumo estable, salud, en cambio no encuentran atractivo el sector financiero.