Los precios de las materias primas alcanzaron mínimos en febrero de 2016, marcando el final del último ciclo de las materias primas. Este súper ciclo hizo que las empresas mineras incurrieran en los mayores niveles de gasto de capital (capex) de la historia, al que siguió un período de severos recortes de capital para asegurar su supervivencia.
Después de que los precios tocaran su punto más bajo, el sentimiento ha mejorado y, más recientemente, las empresas han comenzado a hablar una vez más de aumentar los presupuestos. Ante este panorama, Investec se pregunta en su último análisis de mercado si vamos a ver un nuevo periodo que repita los excesos históricos del pasado.
El super ciclo de las materias primas más reciente, que comenzó a principios del 2000, estuvo provocado por un aumento de la demanda de China como resultado de las amplias reformas económicas, que llevaron a su PIB a tocar un nivel máximo del 14,2% en 2007. Entonces su demanda de materias primas parecía ilimitada.
Cada ciclo es diferente, pero este factor elevó el ciclo tradicional a un «super ciclo».
A medida que los precios subían, los productores respondían naturalmente aumentando la oferta, respaldada por presupuestos de capital cada vez mayores, tal y como puede verse en el gráfico, explica Investec. El capex alcanzó niveles insostenibles en 2012.
Inevitablemente, los costes se dispararon y la oferta comenzó a superar la demanda a medida que la tasa de crecimiento de China se desaceleró. Los precios pronto volvieron a la tierra, y las mineras se vieron obligadas a afrontar la realidad.
Los recortes de gastos emprendidos por las mineras resultaron insuficientes, así que el gasto de capital empezó a sufrir al tiempo que se congelaban los nuevos proyectos. A medida que avanzamos en 2015, las compañías mineras se vieron obligados a generar aún más efectivo a través de ventas de activos y, en última instancia, a recortar de sus dividendos.
Cambios estructurales
Tras la subida de los precios de las materias primas vista recientemente, el sentimiento de los inversores ha cambiado y las perspectivas son más prometedoras. Para Investec, la cuestión es que ésta seguirá siendo una industria cíclica e intensiva en capital con reservas finitas, así que inevitablemente el capex debe aumentar para compensar el agotamiento natural de las minas. Sin embargo, se han producido cambios estructurales notables que indican que el siguiente ciclo podría ser diferente.
Las empresas ahora se centran en la productividad por encima del volumen
“Los equipos directivos se han enfrentado a una avalancha de críticas de los accionistas y muchos altos ejecutivos han experimentado los períodos más desagradables de sus carreras. Los directivos no olvidarán las lecciones aprendidas y estarán en una posición única para impulsar el cambio, asegurando que los negocios se ejecuten de manera más conservadora en los próximos años”, explica Investec.
Ahora, cuenta el equipo de materias primas de Investec, las empresas se están enfocando internamente, mejorando la productividad de los activos, generando el mismo volumen a menor coste o produciendo más por los mismos costes. En un entorno en el que el volumen a cualquier precio ya no es una prioridad, las empresas mineras están centradas en los activos existentes y en mejorar su productividad.
Por ejemplo, las mineras han comenzado a integrar la tecnología digital en sus negocios, centralizando, así las operaciones. Estos avances hacen que el capital trabaje más, adecuando los ahorros siempre que sea posible.
Los mineros están ahora más expuestos a los precios al contado y deben gestionar mejor sus balances. Otro punto a favor es que muchas mineras están actualmente apuntando a una relación deuda neta-EBITDA de 1 a 1,5 veces (o incluso por debajo) en comparación con 3 veces o más que registraban históricamente.
“Esto es una indicación clara de que el sector está comprometido a mantener un balance más conservador a largo plazo”, conluye Investec.