Tim Drinkall, gestor enfocado en mercados frontera de Morgan Stanley comenta sobre la alta dispersión de los rendimientos en los mercados frontera, y la importancia de la asignación por países y la gestión activa en esta clase de activos. Drinkall pone por ejemplo el extraordinario rally experimentado por la bolsa argentina en los últimos meses por la victoria del nuevo presidente Mauricio Macri, que ha sido recibida de forma muy positiva por los mercados.
“La victoria de Macri, el pasado día 22 de noviembre en las elecciones presidenciales argentinas, probablemente marcará un punto de inflexión en la historia del país. Representará un giro en sus relaciones internacionales con Estados Unidos y la Unión Europea, y lejos de países como Cuba y Venezuela, y un cambio frente a las políticas económicas no ortodoxas de la hasta ahora presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ahora comienza el verdadero trabajo”, comenta el gestor de Morgan Stanley.
Después de catorce años de gobierno bajo el mandato de los Kirchner, el nuevo presidente argentino se enfrenta a una gran variedad de problemas económicos, en la medida en que Macri apruebe gradualmente nuevas reformas para ganar confianza y credibilidad, tendrá un mayor margen para acometer nuevos cambios. La victoria en las recientes elecciones fue muy ajustada, siendo el 49% de los votos para su oponente Daniel Scioli, con lo que medidas impopulares como una gran devaluación del peso argentino, recortes en gasto público o aumento de impuestos pudieran erosionar el apoyo político de Maurcio Macri.
“Hay muchos fuegos pendientes de apagar: una moneda sobrevaluada, demasiados subsidios, una inflación por encima del 25%, una economía al borde de la recesión, las negociaciones pendientes con la oposición, estrictos controles de capital – resulta difícil saber a qué hacer frente primero. Hay fuertes indicios de que el presidente Macri, conseguirá un equilibrio. A diferencia de su homólogo en Nigeria, el presidente Buhari, que también desbancó a un partido arraigado en el país con la promesa de cambio, pero que tardó cinco meses en formar un gabinete. A largo plazo, la victoria de Macri es muy positiva, pero los significativos y necesarios ajustes causarán dolor en el corto plazo”, finaliza Drinkall.