La creciente población mundial, la creciente demanda de la agricultura y los problemas causados por la contaminación del agua y el cambio climático están haciendo del agua dulce un producto cada vez más escaso. Pero Huub van der Riet, gestor de NN Investment Partners, cree que los inversores pueden contribuir a resolver este creciente problema invirtiendo en soluciones de agua inteligentes. El mercado global del agua ofrece una combinación de potencial de retorno y la opción de invertir en proyectos sostenibles con un claro impacto medioambiental.
Parece que el mundo tiene abundancia de agua, pero el volumen total de agua dulce es finito. Según el SBC Energy Institute, el agua dulce representa aproximadamente el 2,5% de todos los recursos hídricos mundiales. Sin embargo, sólo el 0,6% del total de los recursos naturales de agua dulce son utilizables por los seres humanos o los ecosistemas y sólo el 2% de este recurso potencial es accesible, fiable y sostenible.
Además del sufrimiento humano causado por las sequías, la escasez de agua es también un problema importante para la industria y la agricultura. Dado que los desafíos del agua son en su mayoría un asunto regional y son a menudo el resultado de una mala gestión del agua, es necesario abordarlas con soluciones locales que tengan en cuenta la naturaleza multifacética del problema, explica Van der Riet.
Oferta y demanda
Se prevé que la demanda de agua dulce en 2030 superará el suministro fiable y accesible en un 40%. Las reservas de agua dulce están disminuyendo en gran medida debido al uso excesivo y a la contaminación, agravadas por el aumento de las temperaturas y las concentraciones atmosféricas de CO2, que afectan tanto a la cantidad como a la calidad del agua disponible.
“El rápido aumento de la demanda de agua no es sólo el resultado del crecimiento de la población, el crecimiento económico y la urbanización, sino también de la producción de alimentos, piensos, fibras y biocombustibles. En los últimos 100 años, la demanda de agua ha aumentado al doble de la tasa de crecimiento de la población. Aproximadamente el 90% de los 2.600 millones de crecimiento de la población previstos para 2050 ocurrirá en África y Asia, que ya se enfrentan a graves problemas de agua”, recuerda el gestor de NN IP.
Con estas cifras, estima Van der Riet, el resultado es que en 2030 cerca del 60% del desajuste puede seguir sin ser resuelto, lo que conduciría al agotamiento de las reservas de agua vital para el medio ambiente o a la demanda insatisfecha. La creciente escasez de agua para 2030 podría causar pérdidas anuales en la producción global de cereales de aproximadamente el 30%, en un momento en que la producción de alimentos necesitará aumentar entre un 70 y un 100%.
Soluciones
“Es importante tener en cuenta que no hay una solución global a la crisis de agua dulce, ya que diferentes regiones y países enfrentan desafíos muy diferentes en materia de agua. Pero hay un gran número de soluciones que se pueden poner en marcha”, apunta.
Como ejemplo, el gestor cita el sector de la agricultura, donde la demanda de agua puede reducirse mediante el aumento de los rendimientos, la mayor utilización de los mejores tipos de semillas disponibles, la gestión del estrés de los cultivos, las técnicas avanzadas de riego y la agricultura inteligente.
En el caso del uso industrial y doméstico, Van der Riet nombra los esfuerzos por ser más eficientes, la reutilización o reciclado, la regulación, la sustitución y el aumento del precio del agua como formas de disminuir la demanda. “El abastecimiento de agua se puede aumentar mediante la mejora de la infraestructura existente, la creación de suministros alternativos (desalación, tratamiento de aguas residuales), y el transporte a larga distancia y el almacenamiento de agua dulce”, afirma.
Invertir en soluciones
Desde el punto de vista de la inversión, NN Investment Partners estima que el mercado global asciende a unos 500.000 millones de dólares y crece entre un 4,5% y un 5% anual. Para la gestora, el estrés hídrico puede abordarse en muchos frentes, desde la desalinización hasta el tratamiento de aguas residuales. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que invertir en agua aumenta el crecimiento económico. Dependiendo de la región, cada dólar invertido daría un rendimiento económico de 3 a 34 dólares, según la OMS.
A través de su estrategia de inversión de impacto NN Global Equity Impact Opportunities, NN Investment Partners invierte en empresas que ofrecen soluciones técnicas para revertir la escasez de agua y evita el lado de las materias primas del mercado.
“Existen soluciones tecnológicas para aumentar el suministro a nivel local, pero es aún más importante mejorar la gestión de los recursos hídricos y reducir el consumo per cápita. Como resultado, se necesitan importantes inversiones en infraestructura de agua para construir, mantener y mejorar la infraestructura de agua. Nuestra estrategia de renta variable de impacto invierte en empresas que ofrecen soluciones para mejorar la infraestructura de agua y reducir la brecha entre la demanda y el suministro local en el agua”, concluye Van der Riet.